Felipe Quispe Huanca, el exguerrillero katarista, más conocido como El Mallku, es el “comandante de los bloqueos” designado por sus bases en provincias del norte paceño y después pasaría a dirigir medidas de presión en la troncal occidente-oriente. El Mallku había regresado.
“Si ahora levantamos los bloqueos de carreteras se van a reír estos carajos, esos extranjeros que vinieron aquí a manejarnos, a explotarnos, a discriminarnos racialmente”, gritó contundente en un bloqueo en la ruta Copacabana-La Paz.
El Malku, lanzó su advertencia después de conocer un preacuerdo para levantar la medida de presión, aceptado por el gobierno de Jeanine Añez, el TSE, presidido por Salvador Romero y Asamblea Legislativa Plurinacional, entonces presidida por Eva Copa. Se contaba, además, con mediación de la Iglesia Católica y representantes de organismos internacionales. Era el 17 de agosto.
“Nos han dicho bestias humanas, nos han dicho salvajes, nos han dicho indios de mierda. Eso no podemos soportar, hermanos”, arengó furioso. Su protesta era una clara alusión al líder cívico de Santa Cruz, Rómulo Calvo, quien había calificado como “bestias humanas” a los bloqueadores en una asamblea del Comité Cívico en medio de aplausos. Era el 11 de agosto.
El Mallku, retornaba más lúcido en agosto 2020 y daba fuerza moral a sus bases con la consigna de tumbar al gobierno Jeanine Añez y echar de Bolivia a los ministros calificados de “káras”.
En el momento de mayor crisis política para Añez con un bloqueo nacional, el liderazgo de Felipe Quispe Huanca volvía a ponerse a prueba después de ser vilipendiado por sus adversarios políticos
En la Guerra del Gas, octubre de 2003, El Mallku era protagonista visible para forzar la renuncia de Gonzalo Sánchez de Lozada. Ahora con sus bases de Achacachi, de nuevo se mostraba en primera fila en la resistencia contra el régimen de facto de Jeanine Añez, no obstante, de sus fuertes controversias con el derrocado presidente Evo Morales.
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