El reloj marca las 10.30 de la mañana y sol pleno en La Paz, es el 10 de noviembre de 2019.
Día fatídico para el primer presidente indígena en América Latina, Evo Morales, arquitecto del primer Estado Plurinacional de Bolivia, conductor icónico del proceso de cambio político, social y económico inaugurado el 22 de enero de 2006, fruto de una larga lucha de los sindicatos obreros revolucionarios y del movimiento campesino-indígena-originario organizado con sus propias peculiaridades ancestrales.
La gente movilizada cerca de la Casa Grande del Pueblo, escucha la noticia de último momento transmitida por radio Panamericana, la emisora con mayor sintonía en el país. Alegría para muchos y crisis de espanto para otros fue el dramático entorno de la fatal declaración del secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana, COB, Juan Carlos Huarachi, en conferencia de prensa:
“El pueblo está pidiendo. Por eso le pedimos al presidente que reflexione. Si es por el bien del país, si es por la salud del país, que renuncie nuestro presidente”. (1)
Cientos de seguidores del presidente, mineros, fabriles, universitarios y campesinos custodian en vigilia día y noche desde el 20 de octubre, la Casa Grande del Pueblo, el gigante edificio de arquitectura “brutalista” recién inaugurada como símbolo del Estado Plurinacional de Bolivia. Allí funcionan el despacho presidencial y ministerios claves.
Los movilizados defienden la victoria electoral del “hermano presidente” en los comicios nacionales del 20 de octubre de 2019.
“¡El Presidente no puede renunciar!… Es insólito y desalentador este pedido…Huarachi es un traidor y debe irse de inmediato de la COB”, se escucha gritar a la gente en respuesta a preguntas de reporteros de radio presentes en el lugar.
El desconocimiento al resultado de las elecciones presidenciales del 20 de octubre, impugnado y rechazado de plano por la oposición política, comités cívicos y plataformas ciudadanas movilizadas en las calles, abría de par en par las compuertas de un gigantesco turbión de bronca acumulada.
El fraude es monumental y descarado, había dicho un día antes el ex presidente Carlos Mesa, candidato de Comunidad Ciudadana. Mesa logró importante segundo lugar y esperaba disputar la Presidencia en una segunda ronda electoral. “Confiamos que la ciudadanía no va a aceptar este resultado tergiversado y amañado”. Mesa, califica como “fraude escandaloso”. (2).
Mesa denuncia “fraude monumental” y llama a “movilización permanente” en el afán de conseguir una segunda vuelta electoral que derivan en actos de violencia, quema de tribunales electorales, persecuciones a vocales y representantes del MAS hasta consumar un golpe de Estado. (3)
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