CONTROL COMUNITARIO Y CUIDADO DE LA TIERRA
CONTROL COMUNITARIO Y CUIDADO DE LA TIERRA
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Valiosas experiencias ayudan a comprender la tradición Aynoqa y el sistema agroalimentario originario desde la visión agroecológica en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo en Tapacarí. TEMAScbba presenta el estudio realizado por los académicos Eduardo López Apaza y Nelson Tapia Ponce.
Redacción Central
26 de agosto de 2024
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Aynoqas; aytas: Sistema Agroalimentario Originario

En Bolivia existen tres sistemas agroalimentarios genéricos: el sistema alimentario agroindustrial, el sistema familiar campesino y el sistema agroecológico que contribuyen en diferentes proporciones y, desde su campo de acción, a la seguridad alimentaria de los/as bolivianos/as.

No obstante, el sistema agroalimentario campesino contribuye aproximadamente con el 40% de alimentos tradicionales a la seguridad alimentaria nacional. (Delgado, 2020)

El presente trabajo de investigación enfatiza en los procesos de manejo comunitario de los sistemas de aynoqas en los ayllus de la provincia Tapacarí del departamento de Cochabamba en Bolivia.

Las aynoqas son áreas productivas de las familias al interior de la comunidad y heredadas por los ancestros. Este sistema de producción en la modalidad comunitaria contribuye significativamente al sistema agroalimentario familiar y al sistema agroecológico (Tapia, 2022).

La Investigación forma parte de un programa postacadémico del Centro de Investigación Agroecología Universidad Cochabamba, AGRUCO, de la Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias (FCAyP-UMSS)

Este trabajo es una síntesis de los resultados sobre sistemas de aynoqas en la comunidad andina de Yarvicoya-Rodeo y el rol de las autoridades originarias (Sullkiri jilakata, Taypiri Jilakata y Sullka Jilacata), e incluye la caracterización del sistema agroalimentario originario.

El trabajo optó por la metodología cualitativa y se emplearon técnicas de entrevista semi estructurada, mapa parlante y observación participativa con enfoque Histórico Cultural Lógico (HCL) y la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR).

Se tomaron a las autoridades originarias como referente de la dinámica alimentaria de los sistemas tradicionales, reconociendo que representan simbólica protección agrícola de las familias y las prácticas de reciprocidad en el ciclo agrícola.

Además, la promoción del equilibrio y convivencia con la Madre Tierra a través del sistema de aynoqas, por tanto, con aportes a la construcción y emergencia de la agroecología.

TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

La investigación es de carácter cualitativa que se aborda desde el enfoque metodológico transdisciplinario Histórico Cultural Lógico (HCL). El HCL privilegia el rescate de los saberes ancestrales locales y, además, permite comprender, analizar y explicar las características técnicas y socioculturales del sistema agroalimentario originario; en este caso de las aynoqas en relación con la gobernanza del suelo, pasturas y otros recursos realizados por las autoridades originarias desde una visión ecológica, mirando el pasado, el presente y el futuro. Es decir, el tiempo de manera continua y discontinua en tres ámbitos de vida: material, social y espiritual (Tapia, 2016).

El método aplicado es la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR), con el propósito de co-crear conocimientos endógenos y revalorizar las prácticas productivas en el sistema de las aytas y aynoqas, bajo el cuidado de las autoridades originarias del ayllu.

La IPR enfatiza el proceso de producción agrícola y la comercialización desde la perspectiva de las familias de los Andes (Tapia, 2016). Para el caso de este artículo, se realiza una descripción del proceso productivo según ciclos agrícolas y su contribución al sistema agroalimentario originario, el manejo comunitario de las aynoqas y el cuidado comunal por parte de las autoridades originarias en beneficio de las familias.

Las técnicas cualitativas aplicadas fueron los mapas parlantes, entrevistas semiestructuradas y la observación participante. Se dialogó con las familias cara a cara a través de una narración sobre el manejo comunal del sistema de las aynoqas. Desde la observación participante se convivió con cada una de las familias y se registraron los testimonios sobre los saberes originarios en la gestión de las aynoqas. Este registro se enfocó al componente productivo.

TESMINONIO ORIGINARIO

Los resultados encontrados son fruto del proceso de la co-creación de conocimientos desarrollado junto a las autoridades originarias en el manejo del territorio y tierras comunitarias: denominadas aynoqas, espacios vitales donde confluyen actividades productivas que contribuyen al fortalecimiento del sistema agroalimentario y de la seguridad alimentaria, ligada a actividades socioculturales que se traducen en la cohesión social y recreación de prácticas sociales de reciprocidad y redistribución.

LOS AYLLUS DE TAPACARÍ

La provincia Tapacarí fue creada durante la presidencia del Mariscal José Antonio de Sucre, el 23 de enero de 1826 y su capital es “Real Tapacarí”. Desde entonces, Tapacarí ha pasado por el proceso de fragmentación de su territorio como consecuencia de las diferentes políticas de reorganización territorial implementada desde el periodo colonial hasta la República y período neoliberal. Actualmente, Tapacarí tiene seis distritos: Ramadas, Tunas Vinto, Ramada, Tapacarí, Leque y Challa (Lozano, 2004).

Según los datos del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2008-2012 (Municipio de Tapacarí, 2008), el distrito Challa se encuentra ubicado sobre la carretera que comunica Cochabamba - Oruro - La Paz. Los ayllus: Urinsaya, Aransaya y Majasaya, están conformados por comunidades que corresponden a la zona trilingüe (quechua, aymara y castellano).

En el caso del ayllu Aransaya, está compuesto por seis comunidades (Palcoma, Challa Arriba, Challa Grande, Tallija, Antakahua-Jira Jira y Yarvicoya-Rodeo). La investigación se desarrolló en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo.

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo está ubicada a una altitud de 4044 m.s.n.m. y su capital es Pajchantiri. De acuerdo con la distribución territorial, la comunidad tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas; en la cual 153.090 hectáreas son cultivables y 2.280.170 hectáreas no son cultivables. Según el libro de actas de la comunidad, el sindicado tiene 196 afiliados: 146 son agricultores/as que viven permanentemente, 36 que viven fuera de la comunidad y 14 son los que van de la ciudad a lugar de origen para actividades agrícolas.

En los ayllus del distrito de Challa todavía persiste el sistema agroalimentario originario y fortalecido por el manejo comunitario ancestral del sistema de aynuqa por medio de las aytas. Esta forma de organización del territorio es heredada de los ancestros.

El sistema tiene una lógica rotativa sujeta a decisiones de la comunidad. Cada una de las aytas tiene un solo cultivo por año, ya sea papa, cereales, o forraje, teniendo un descanso adecuado de acuerdo con el sistema de rotación de las aynoqas. En otras investigaciones similares se destacan dos características de tierra en las aytas, en comunidad Yarvicoya-Rodeo: Thaya laq´a (donde produce solo las papas Lukis) y junt´u laq´a (donde se produce las papas imillas) (Revollo y Huayta, 2010).

LA TIERRA DESCANSA

Durante tres años consecutivos se practica una producción agrícola intensiva sujeta a un sistema rotacional colectivo, por ejemplo, primer año papa; segundo año papalisa, oca, quinua y cañahua; tercer año forraje como cebada.

Después, la tierra entra en descanso por 10 años en la parte alta de la comunidad y 13 años en la parte de abajo. En este periodo de descanso, la tierra es utilizada para el pastoreo de los animales de los comunarios. Este descanso es fundamental e importante para la regeneración de la fertilidad del suelo, es un sistema sofisticado del manejo territorial-tierra por pisos altitudinales y organización comunal ancestral (Tapia, 2012; Delgado 2010).

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo es un ejemplo de este tipo de gestión comunitaria del territorio y tiene la siguiente forma organizativa: en la parte arriba tiene 14 aytas y en la parte abajo tiene 11 aytas. Por lo tanto, por sus características técnicas y organizativas, el sistema de manejo comunitario del suelo a partir de la aynoqa; es un ejemplo de manejo agroecológico por la rotación del suelo, regulación de plagas y enfermedades, y espacio de cohesión social.

La forma que se ponen la ropa las autoridades originarias es como símbolo de protección a la comunidad. Las autoridades originarias tienen chicote, bastón de mando, sombrero blanco, poncho como símbolo del poder comunal de la gestión territorial y protección del ciclo agrícola.  Las jilaqatas siempre llevan puestos su poncho, porque en el fondo significa protección al sector de la producción agrícola de las familias como, por ejemplo, para que no llegue la helada, sequía y otros eventos climáticos.

Las autoridades originarias (Mallku, alcalde Originario y Jilaqatas) son los encargados o responsables de velar los sembradíos tanto en manqha y pata ayta del sector de sistema de los aynoqas; es decir, son responsables de solucionar los problemas relacionados a hurtos y evitar el ingreso de los animales a los sembradíos. En este sentido, el daño ocasionado por los animales a los cultivos se considera como un daño económico.

Los comunarios viven de la agricultura y el dueño del animal que genera daño se responsabiliza por el mismo frente afectado.

“Los Jilaqatas y alcaldes de la comunidad son responsables de cuidar la aynoqa y no tienen que entrar los animales a los sembradíos”, dice.

Agrega: “hacen vigilancia o cuidado tres veces al día y si encuentran animales dentro los sembradíos, entonces, lo llevamos a la casa del alcalde originario. Hay un corral para los animales hasta que recojan sus dueños bajo sanción. Allí hacemos recomendaciones para que cuiden bien a sus animales”.

Prosigue el testimonio: “si en la segunda oportunidad vuelven a entrar los animales, las autoridades pueden hasta chicotear a los que pastorean animales. Y en última, hay una sanción, puede ser en trabajos comunales o multas en beneficio de la comunidad”.  (ES, Espinoza, 2021).

En síntesis, lo que caracteriza a estos territorios ancestrales de uso colectivo o comunitario, es que están sujetas a normas comunales consuetudinarias que hacen cumplir las autoridades originarias respecto a las prácticas de uso, rotación de tierras, época de siembra, cosecha y en las asignaciones de las parcelas y espacios para el pastoreo de los animales en la comunidad.

Las prácticas de las formas de reciprocidad en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo; son muy importantes y fundamentales en el proceso de producción agropecuaria.

En el sistema de producción agrícola en las aynoqas, se practican las formas de reciprocidad; como el ayni, humaraqa y minka: se concretiza con mayor frecuencia durante la siembra y la cosecha.

En el proceso de la siembra de la diversidad de papa, existe una división de actividades tanto para el varón y la mujer. Es decir, los varones aran, preparan el suelo -barbechan y aporcan. Las mujeres colocan semillas, abonan y pastorean a los animales. Por tanto, la distribución de roles en términos de género adquiere un significado de complementariedad entre varón – mujer y entre los/as hijos/as, de manera equitativa.

A la luz de estas concepciones del ciclo de la producción agrícola en aynoqas, se enmarca la dualidad entre varón-mujer o chacha-warmi (en aymara).

LAS INFRACCIONES SON SANCIONADAS
CONCLUSIONES

AYNI-RECIPROCIDAD

Como mencionan en las entrevistas, en el proceso de la siembra y en la cosecha de los cultivos se requieren varias personas, y ahí se materializan las relaciones sociales de reciprocidad; como el ayni. Además, se práctica el ayuno comunal para buena producción a la cabeza de las autoridades originarias.

Algunas de estas prácticas de reciprocidad no tienen la obligación de ser devueltas de inmediato, sino la persona puede esperar a retribuir ese trabajo para cuando la otra lo necesite en otras actividades agropecuarias; por tanto, los agricultores practican los tipos de reciprocidades ancestrales, como un compromiso moral incondicional en el ciclo de la producción agropecuaria.

El sistema agroalimentario tradicional es “la suma de los diversos elementos, actividades y actores que, mediante la interrelación, hacen posible la producción, transformación natural y distribución de alimentos” (Intini, Jacq & Torres, 2019, p. 8).

Por ejemplo, en el ciclo de la producción de papa, la primera actividad consiste en preparar el barbecho, seguido por el escarbado, siembra, aporque y cosecha, para luego continuar con la transformación de papa en chuño y comercialización de los tubérculos (Observaciones, 2017).

Para la producción de la papa se utiliza como abono orgánico el jiri guano (estiércol) para una buena producción: especialmente a la papa. En ese sentido, la crianza pecuaria es sumamente importante para el almacenamiento del guano (oveja, llama). Este es un claro ejemplo, de utilización de insumos localmente disponibles (estiércol), así como lo plantea la producción agroecológica.

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

La investigación es de carácter cualitativa que se aborda desde el enfoque metodológico transdisciplinario Histórico Cultural Lógico (HCL). El HCL privilegia el rescate de los saberes ancestrales locales y, además, permite comprender, analizar y explicar las características técnicas y socioculturales del sistema agroalimentario originario; en este caso de las aynoqas en relación con la gobernanza del suelo, pasturas y otros recursos realizados por las autoridades originarias desde una visión ecológica, mirando el pasado, el presente y el futuro. Es decir, el tiempo de manera continua y discontinua en tres ámbitos de vida: material, social y espiritual (Tapia, 2016).

El método aplicado es la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR), con el propósito de co-crear conocimientos endógenos y revalorizar las prácticas productivas en el sistema de las aytas y aynoqas, bajo el cuidado de las autoridades originarias del ayllu.

La IPR enfatiza el proceso de producción agrícola y la comercialización desde la perspectiva de las familias de los Andes (Tapia, 2016). Para el caso de este artículo, se realiza una descripción del proceso productivo según ciclos agrícolas y su contribución al sistema agroalimentario originario, el manejo comunitario de las aynoqas y el cuidado comunal por parte de las autoridades originarias en beneficio de las familias.

Las técnicas cualitativas aplicadas fueron los mapas parlantes, entrevistas semiestructuradas y la observación participante. Se dialogó con las familias cara a cara a través de una narración sobre el manejo comunal del sistema de las aynoqas. Desde la observación participante se convivió con cada una de las familias y se registraron los testimonios sobre los saberes originarios en la gestión de las aynoqas. Este registro se enfocó al componente productivo.

Los resultados encontrados son fruto del proceso de la co-creación de conocimientos desarrollado junto a las autoridades originarias en el manejo del territorio y tierras comunitarias: denominadas aynoqas, espacios vitales donde confluyen actividades productivas que contribuyen al fortalecimiento del sistema agroalimentario y de la seguridad alimentaria, ligada a actividades socioculturales que se traducen en la cohesión social y recreación de prácticas sociales de reciprocidad y redistribución.

LOS AYLLUS DE TAPACARÍ

La provincia Tapacarí fue creada durante la presidencia del Mariscal José Antonio de Sucre, el 23 de enero de 1826 y su capital es “Real Tapacarí”. Desde entonces, Tapacarí ha pasado por el proceso de fragmentación de su territorio como consecuencia de las diferentes políticas de reorganización territorial implementada desde el periodo colonial hasta la República y período neoliberal. Actualmente, Tapacarí tiene seis distritos: Ramadas, Tunas Vinto, Ramada, Tapacarí, Leque y Challa (Lozano, 2004).

Según los datos del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2008-2012 (Municipio de Tapacarí, 2008), el distrito Challa se encuentra ubicado sobre la carretera que comunica Cochabamba - Oruro - La Paz. Los ayllus: Urinsaya, Aransaya y Majasaya, están conformados por comunidades que corresponden a la zona trilingüe (quechua, aymara y castellano).

En el caso del ayllu Aransaya, está compuesto por seis comunidades (Palcoma, Challa Arriba, Challa Grande, Tallija, Antakahua-Jira Jira y Yarvicoya-Rodeo). La investigación se desarrolló en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo.

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo está ubicada a una altitud de 4044 m.s.n.m. y su capital es Pajchantiri. De acuerdo con la distribución territorial, la comunidad tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas; en la cual 153.090 hectáreas son cultivables y 2.280.170 hectáreas no son cultivables. Según el libro de actas de la comunidad, el sindicado tiene 196 afiliados: 146 son agricultores/as que viven permanentemente, 36 que viven fuera de la comunidad y 14 son los que van de la ciudad a lugar de origen para actividades agrícolas.

En los ayllus del distrito de Challa todavía persiste el sistema agroalimentario originario y fortalecido por el manejo comunitario ancestral del sistema de aynuqa por medio de las aytas. Esta forma de organización del territorio es heredada de los ancestros.

El sistema tiene una lógica rotativa sujeta a decisiones de la comunidad. Cada una de las aytas tiene un solo cultivo por año, ya sea papa, cereales, o forraje, teniendo un descanso adecuado de acuerdo con el sistema de rotación de las aynoqas. En otras investigaciones similares se destacan dos características de tierra en las aytas, en comunidad Yarvicoya-Rodeo: Thaya laq´a (donde produce solo las papas Lukis) y junt´u laq´a (donde se produce las papas imillas) (Revollo y Huayta, 2010).

LA TIERRA DESCANSA

Durante tres años consecutivos se practica una producción agrícola intensiva sujeta a un sistema rotacional colectivo, por ejemplo, primer año papa; segundo año papalisa, oca, quinua y cañahua; tercer año forraje como cebada.

Después, la tierra entra en descanso por 10 años en la parte alta de la comunidad y 13 años en la parte de abajo. En este periodo de descanso, la tierra es utilizada para el pastoreo de los animales de los comunarios. Este descanso es fundamental e importante para la regeneración de la fertilidad del suelo, es un sistema sofisticado del manejo territorial-tierra por pisos altitudinales y organización comunal ancestral (Tapia, 2012; Delgado 2010).

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo es un ejemplo de este tipo de gestión comunitaria del territorio y tiene la siguiente forma organizativa: en la parte arriba tiene 14 aytas y en la parte abajo tiene 11 aytas. Por lo tanto, por sus características técnicas y organizativas, el sistema de manejo comunitario del suelo a partir de la aynoqa; es un ejemplo de manejo agroecológico por la rotación del suelo, regulación de plagas y enfermedades, y espacio de cohesión social.

La forma que se ponen la ropa las autoridades originarias es como símbolo de protección a la comunidad. Las autoridades originarias tienen chicote, bastón de mando, sombrero blanco, poncho como símbolo del poder comunal de la gestión territorial y protección del ciclo agrícola.  Las jilaqatas siempre llevan puestos su poncho, porque en el fondo significa protección al sector de la producción agrícola de las familias como, por ejemplo, para que no llegue la helada, sequía y otros eventos climáticos.

Las autoridades originarias (Mallku, alcalde Originario y Jilaqatas) son los encargados o responsables de velar los sembradíos tanto en manqha y pata ayta del sector de sistema de los aynoqas; es decir, son responsables de solucionar los problemas relacionados a hurtos y evitar el ingreso de los animales a los sembradíos. En este sentido, el daño ocasionado por los animales a los cultivos se considera como un daño económico.

Los comunarios viven de la agricultura y el dueño del animal que genera daño se responsabiliza por el mismo frente afectado.

TESMINONIO ORIGINARIO

“Los Jilaqatas y alcaldes de la comunidad son responsables de cuidar la aynoqa y no tienen que entrar los animales a los sembradíos”, dice.

Agrega: “hacen vigilancia o cuidado tres veces al día y si encuentran animales dentro los sembradíos, entonces, lo llevamos a la casa del alcalde originario. Hay un corral para los animales hasta que recojan sus dueños bajo sanción. Allí hacemos recomendaciones para que cuiden bien a sus animales”.

Prosigue el testimonio: “si en la segunda oportunidad vuelven a entrar los animales, las autoridades pueden hasta chicotear a los que pastorean animales. Y en última, hay una sanción, puede ser en trabajos comunales o multas en beneficio de la comunidad”.  (ES, Espinoza, 2021).

En síntesis, lo que caracteriza a estos territorios ancestrales de uso colectivo o comunitario, es que están sujetas a normas comunales consuetudinarias que hacen cumplir las autoridades originarias respecto a las prácticas de uso, rotación de tierras, época de siembra, cosecha y en las asignaciones de las parcelas y espacios para el pastoreo de los animales en la comunidad.

Las prácticas de las formas de reciprocidad en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo; son muy importantes y fundamentales en el proceso de producción agropecuaria.

En el sistema de producción agrícola en las aynoqas, se practican las formas de reciprocidad; como el ayni, humaraqa y minka: se concretiza con mayor frecuencia durante la siembra y la cosecha.

En el proceso de la siembra de la diversidad de papa, existe una división de actividades tanto para el varón y la mujer. Es decir, los varones aran, preparan el suelo -barbechan y aporcan. Las mujeres colocan semillas, abonan y pastorean a los animales. Por tanto, la distribución de roles en términos de género adquiere un significado de complementariedad entre varón – mujer y entre los/as hijos/as, de manera equitativa.

A la luz de estas concepciones del ciclo de la producción agrícola en aynoqas, se enmarca la dualidad entre varón-mujer o chacha-warmi (en aymara).

AYNI-RECIPROCIDAD

Como mencionan en las entrevistas, en el proceso de la siembra y en la cosecha de los cultivos se requieren varias personas, y ahí se materializan las relaciones sociales de reciprocidad; como el ayni. Además, se práctica el ayuno comunal para buena producción a la cabeza de las autoridades originarias.

Algunas de estas prácticas de reciprocidad no tienen la obligación de ser devueltas de inmediato, sino la persona puede esperar a retribuir ese trabajo para cuando la otra lo necesite en otras actividades agropecuarias; por tanto, los agricultores practican los tipos de reciprocidades ancestrales, como un compromiso moral incondicional en el ciclo de la producción agropecuaria.

El sistema agroalimentario tradicional es “la suma de los diversos elementos, actividades y actores que, mediante la interrelación, hacen posible la producción, transformación natural y distribución de alimentos” (Intini, Jacq & Torres, 2019, p. 8).

Por ejemplo, en el ciclo de la producción de papa, la primera actividad consiste en preparar el barbecho, seguido por el escarbado, siembra, aporque y cosecha, para luego continuar con la transformación de papa en chuño y comercialización de los tubérculos (Observaciones, 2017).

Para la producción de la papa se utiliza como abono orgánico el jiri guano (estiércol) para una buena producción: especialmente a la papa. En ese sentido, la crianza pecuaria es sumamente importante para el almacenamiento del guano (oveja, llama). Este es un claro ejemplo, de utilización de insumos localmente disponibles (estiércol), así como lo plantea la producción agroecológica.

AGROBIODIVERSIDAD

En las observaciones (2017), el sistema de producción familiar originario cuenta con una inmensa agrobiodiversidad de tubérculos andinos (como la papa amarga, semiamarga y dulce, papalisa, oca, etc.), granos andinos (quinua y cañahua) y forrajes (como cebada y avena).

Todas estas especies realizan una contribución al sistema agroalimentario de la región, lo que es posible gracias a dos dinámicas importantes en la comunidad, las cuales fueron identificadas a través de la observación participante.

La primera,  es producción de papa amarga o lucki (Solanum Juzepzucki) y su posterior transformación de manera natural a chuño (papa deshidratada). Una vez transformada la papa a chuño, se conserva en kustala o pirhua (o almacenes tradicionales) hasta unos treinta años. Es decir, se trata de una tecnología local de preservación sostenible para garantizar la seguridad alimentaria de las familias, allí donde la alimentación familiar está basada en la papa y el chuño.

La segunda dinámica, es que en Manqha aytas tiene una potencialidad de la producción de papa imilla o papa dulce (Solanum stenotumun) para la comercialización en las ferias locales de la región.

El sistema agroalimentario originario es parte de la comercialización local de variedades de tuberculados y cereales, como base económica de las familias de la comunidad.

La producción de papa como la base de la economía comunitaria referida al destino de la producción de variedades de papa en el contexto estudiado tiene diferentes rumbos. Por ejemplo: autoconsumo familiar 12%, para semilla 8%, transformación a chuño 15%, venta a feria local y trueque de 57%. El restante 5% generalmente es pérdida. La distribución de la cosecha muestra que su aporte a la seguridad alimentaria local es bastante significativo.

 

PRODUCCIÓN AUTÓNOMA

Adicionalmente, está la crianza de ovejas en las aynoqas, cuyo destino es el consumo familiar en forma de carne 49%, la venta 41% y otros como fiestas y eventos familiares que representa el 10% (López Apaza, 2013).

Las características de la economía familiar comunitaria tienen base en la producción autónoma y autogestionaria endógena de la estructura tradicional en sistema de aynoqas.

En síntesis, la producción agropecuaria es la base de la economía familiar tanto en la comunidad y de los ayllus del Distrito Challa-Tapacarí. Así, la economía comunitaria es definida como acciones productivas e intercambios de bienes materiales con el objetivo de satisfacer las necesidades básicas, es decir, contribuyen a una economía para la vida. (Hinkelammert & Mora, 2016).

Este hecho nos está indicando que la economía comunitaria tiene amplia base social en las actividades productivas y de organización socio territorial en aynoqas, en un espacio colectivo con características muy particulares.

TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD
CONCLUSIONES

Las contribuciones concretas a la Agroecología se basan en los siguientes aspectos:

⮚El sistema comunitario de aytas y aynoqas incluye una agrobiodiversidad considerable de tubérculos, granos andinos y forrajes, las cuales contribuyen de manera significativa a la estructuración y potenciamiento del sistema agroalimentario originario y, por ende, a la seguridad alimentaria.

⮚En este sistema de manejo comunal, las tierras entran en descanso durante un largo período (de 10 a 14 años) para la regeneración del suelo. Esto se constituye en una práctica agroecológica basada en las sabidurías originarios y la tradición histórica de manejo de suelos.

⮚El manejo comunal de las aynoqas para la producción agrícola, es una región de espacio de la práctica de la reciprocidad, como la base para la reproducción de la vida y el Vivir Bien en armonía con la Madre Tierra.

⮚Las aytas y aynoqas contribuyen significativamente al fortalecimiento del sistema agroalimentario tradicional originario y por ende a la seguridad alimentaria nacional.

⮚La estructura tradicional productiva en sistemas de aynoqa, bajo los principios de reproducción (formas de reciprocidad), propiedad comunitaria y trabajo colectivo, son prácticas interesantes de la gestión y gobernanza sostenible.

⮚La base económica de las comunidades es definida como un modo de producción autónoma, reproducción, intercambio de bienes materiales que tiene por objetivo satisfacer las necesidades básicas para la seguridad y soberanía alimentaria y el Vivir Bien.

⮚La integración social comunitaria está basada en la estructura tradicional, con principios de la institucionalización de thakhi y muyu, con sistema rotativo de las autoridades originarias para fortalecer el manejo del sistema de aynoqas.

El rol de las autoridades originarios, aparte de velar el buen desarrollo del aspecto agropecuario, es también velar por el fortalecimiento de la organización social comunitaria. Estos aspectos son principios socioculturales constitutivos de la Agroecología.

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LAS INFRACCIONES SON SANCIONADAS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

-Delgado J.F.M. (2010). Sistema agroalimentario y sustentabilidad alimentaria. Informe técnico al Programa r4d (inédito). Cochabamba: AGRUCO-UMSS.

Hinkelammerty, F. J.; Mora, H. (2016). Hacia una economía para la vida. La Paz.

INE (Instituto Nacional de Estadística) (2012). Censo de población y vivienda. La Paz.

Intini, J., Jacq., Torres, D. (2019), Transformación de los sistemas alimentarios para alcanzar los ODS. 2023-alimentación, agricultura y desarrollo rural en América latina y el Caribe, No 12. Santiago de Chile. FAO.

López Apaza, E. (2013). ¿Qué es Cambio Climático? SOCIES-UMSS 7:15-25 p.

Lozano. (2004). Organización territorial de los Ayllus de Tapacarí. La Paz.

Municipio de Tapacarí (2008). Planificación de Desarrollo Municipal de Tapacarí 2008 - 2012. Cochabamba: AMDECO.

Revollo Peredo, Z., & Huayta, F. (2010). Conservación de Suelos con Enfoque Biocultural. Cochabamba: AGRUCO.

Tapia Ponce, N. (2012). Proceso de transformación en la gestión de la tierra, territorio y la producción agropecuaria. Cochabamba: Plural.

Tapia, N. (2016). Diálogo de saberes y la investigación participativa revalorizadora: Contribución y desafíos al desarrollo sustentable. En F. Delgado, & S. Rist, Ciencia, diálogo de saberes y transdisciplinariedad. La Paz: Plural, p. 89-118.

Tapia, N. (2022). Sistemas agroalimentario campesino. Inédita.

NOTA DEL EDITOR.- Temascbba agradece a los investigadores de AGRUCO y reitera su invitación para publicar trabajos de investigación a base de tésis académicas, como una forma de transmitir el conocimiento científico y contribuir al desarrollo humano, medio ambiente, seguridad alimentaria y lucha contra el calentamiento global.

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

La investigación es de carácter cualitativa que se aborda desde el enfoque metodológico transdisciplinario Histórico Cultural Lógico (HCL). El HCL privilegia el rescate de los saberes ancestrales locales y, además, permite comprender, analizar y explicar las características técnicas y socioculturales del sistema agroalimentario originario; en este caso de las aynoqas en relación con la gobernanza del suelo, pasturas y otros recursos realizados por las autoridades originarias desde una visión ecológica, mirando el pasado, el presente y el futuro. Es decir, el tiempo de manera continua y discontinua en tres ámbitos de vida: material, social y espiritual (Tapia, 2016).

El método aplicado es la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR), con el propósito de co-crear conocimientos endógenos y revalorizar las prácticas productivas en el sistema de las aytas y aynoqas, bajo el cuidado de las autoridades originarias del ayllu.

La IPR enfatiza el proceso de producción agrícola y la comercialización desde la perspectiva de las familias de los Andes (Tapia, 2016). Para el caso de este artículo, se realiza una descripción del proceso productivo según ciclos agrícolas y su contribución al sistema agroalimentario originario, el manejo comunitario de las aynoqas y el cuidado comunal por parte de las autoridades originarias en beneficio de las familias.

Las técnicas cualitativas aplicadas fueron los mapas parlantes, entrevistas semiestructuradas y la observación participante. Se dialogó con las familias cara a cara a través de una narración sobre el manejo comunal del sistema de las aynoqas. Desde la observación participante se convivió con cada una de las familias y se registraron los testimonios sobre los saberes originarios en la gestión de las aynoqas. Este registro se enfocó al componente productivo.

TESMINONIO ORIGINARIO
TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD

Los resultados encontrados son fruto del proceso de la co-creación de conocimientos desarrollado junto a las autoridades originarias en el manejo del territorio y tierras comunitarias: denominadas aynoqas, espacios vitales donde confluyen actividades productivas que contribuyen al fortalecimiento del sistema agroalimentario y de la seguridad alimentaria, ligada a actividades socioculturales que se traducen en la cohesión social y recreación de prácticas sociales de reciprocidad y redistribución.

LOS AYLLUS DE TAPACARÍ

La provincia Tapacarí fue creada durante la presidencia del Mariscal José Antonio de Sucre, el 23 de enero de 1826 y su capital es “Real Tapacarí”. Desde entonces, Tapacarí ha pasado por el proceso de fragmentación de su territorio como consecuencia de las diferentes políticas de reorganización territorial implementada desde el periodo colonial hasta la República y período neoliberal. Actualmente, Tapacarí tiene seis distritos: Ramadas, Tunas Vinto, Ramada, Tapacarí, Leque y Challa (Lozano, 2004).

Según los datos del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2008-2012 (Municipio de Tapacarí, 2008), el distrito Challa se encuentra ubicado sobre la carretera que comunica Cochabamba - Oruro - La Paz. Los ayllus: Urinsaya, Aransaya y Majasaya, están conformados por comunidades que corresponden a la zona trilingüe (quechua, aymara y castellano).

En el caso del ayllu Aransaya, está compuesto por seis comunidades (Palcoma, Challa Arriba, Challa Grande, Tallija, Antakahua-Jira Jira y Yarvicoya-Rodeo). La investigación se desarrolló en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo.

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo está ubicada a una altitud de 4044 m.s.n.m. y su capital es Pajchantiri. De acuerdo con la distribución territorial, la comunidad tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas; en la cual 153.090 hectáreas son cultivables y 2.280.170 hectáreas no son cultivables. Según el libro de actas de la comunidad, el sindicado tiene 196 afiliados: 146 son agricultores/as que viven permanentemente, 36 que viven fuera de la comunidad y 14 son los que van de la ciudad a lugar de origen para actividades agrícolas.

En los ayllus del distrito de Challa todavía persiste el sistema agroalimentario originario y fortalecido por el manejo comunitario ancestral del sistema de aynuqa por medio de las aytas. Esta forma de organización del territorio es heredada de los ancestros.

El sistema tiene una lógica rotativa sujeta a decisiones de la comunidad. Cada una de las aytas tiene un solo cultivo por año, ya sea papa, cereales, o forraje, teniendo un descanso adecuado de acuerdo con el sistema de rotación de las aynoqas. En otras investigaciones similares se destacan dos características de tierra en las aytas, en comunidad Yarvicoya-Rodeo: Thaya laq´a (donde produce solo las papas Lukis) y junt´u laq´a (donde se produce las papas imillas) (Revollo y Huayta, 2010).

LA TIERRA DESCANSA

Durante tres años consecutivos se practica una producción agrícola intensiva sujeta a un sistema rotacional colectivo, por ejemplo, primer año papa; segundo año papalisa, oca, quinua y cañahua; tercer año forraje como cebada.

Después, la tierra entra en descanso por 10 años en la parte alta de la comunidad y 13 años en la parte de abajo. En este periodo de descanso, la tierra es utilizada para el pastoreo de los animales de los comunarios. Este descanso es fundamental e importante para la regeneración de la fertilidad del suelo, es un sistema sofisticado del manejo territorial-tierra por pisos altitudinales y organización comunal ancestral (Tapia, 2012; Delgado 2010).

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo es un ejemplo de este tipo de gestión comunitaria del territorio y tiene la siguiente forma organizativa: en la parte arriba tiene 14 aytas y en la parte abajo tiene 11 aytas. Por lo tanto, por sus características técnicas y organizativas, el sistema de manejo comunitario del suelo a partir de la aynoqa; es un ejemplo de manejo agroecológico por la rotación del suelo, regulación de plagas y enfermedades, y espacio de cohesión social.

La forma que se ponen la ropa las autoridades originarias es como símbolo de protección a la comunidad. Las autoridades originarias tienen chicote, bastón de mando, sombrero blanco, poncho como símbolo del poder comunal de la gestión territorial y protección del ciclo agrícola.  Las jilaqatas siempre llevan puestos su poncho, porque en el fondo significa protección al sector de la producción agrícola de las familias como, por ejemplo, para que no llegue la helada, sequía y otros eventos climáticos.

Las autoridades originarias (Mallku, alcalde Originario y Jilaqatas) son los encargados o responsables de velar los sembradíos tanto en manqha y pata ayta del sector de sistema de los aynoqas; es decir, son responsables de solucionar los problemas relacionados a hurtos y evitar el ingreso de los animales a los sembradíos. En este sentido, el daño ocasionado por los animales a los cultivos se considera como un daño económico.

Los comunarios viven de la agricultura y el dueño del animal que genera daño se responsabiliza por el mismo frente afectado.

“Los Jilaqatas y alcaldes de la comunidad son responsables de cuidar la aynoqa y no tienen que entrar los animales a los sembradíos”, dice.

Agrega: “hacen vigilancia o cuidado tres veces al día y si encuentran animales dentro los sembradíos, entonces, lo llevamos a la casa del alcalde originario. Hay un corral para los animales hasta que recojan sus dueños bajo sanción. Allí hacemos recomendaciones para que cuiden bien a sus animales”.

Prosigue el testimonio: “si en la segunda oportunidad vuelven a entrar los animales, las autoridades pueden hasta chicotear a los que pastorean animales. Y en última, hay una sanción, puede ser en trabajos comunales o multas en beneficio de la comunidad”.  (ES, Espinoza, 2021).

En síntesis, lo que caracteriza a estos territorios ancestrales de uso colectivo o comunitario, es que están sujetas a normas comunales consuetudinarias que hacen cumplir las autoridades originarias respecto a las prácticas de uso, rotación de tierras, época de siembra, cosecha y en las asignaciones de las parcelas y espacios para el pastoreo de los animales en la comunidad.

Las prácticas de las formas de reciprocidad en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo; son muy importantes y fundamentales en el proceso de producción agropecuaria.

En el sistema de producción agrícola en las aynoqas, se practican las formas de reciprocidad; como el ayni, humaraqa y minka: se concretiza con mayor frecuencia durante la siembra y la cosecha.

En el proceso de la siembra de la diversidad de papa, existe una división de actividades tanto para el varón y la mujer. Es decir, los varones aran, preparan el suelo -barbechan y aporcan. Las mujeres colocan semillas, abonan y pastorean a los animales. Por tanto, la distribución de roles en términos de género adquiere un significado de complementariedad entre varón – mujer y entre los/as hijos/as, de manera equitativa.

A la luz de estas concepciones del ciclo de la producción agrícola en aynoqas, se enmarca la dualidad entre varón-mujer o chacha-warmi (en aymara).

AYNI-RECIPROCIDAD

Como mencionan en las entrevistas, en el proceso de la siembra y en la cosecha de los cultivos se requieren varias personas, y ahí se materializan las relaciones sociales de reciprocidad; como el ayni. Además, se práctica el ayuno comunal para buena producción a la cabeza de las autoridades originarias.

Algunas de estas prácticas de reciprocidad no tienen la obligación de ser devueltas de inmediato, sino la persona puede esperar a retribuir ese trabajo para cuando la otra lo necesite en otras actividades agropecuarias; por tanto, los agricultores practican los tipos de reciprocidades ancestrales, como un compromiso moral incondicional en el ciclo de la producción agropecuaria.

El sistema agroalimentario tradicional es “la suma de los diversos elementos, actividades y actores que, mediante la interrelación, hacen posible la producción, transformación natural y distribución de alimentos” (Intini, Jacq & Torres, 2019, p. 8).

Por ejemplo, en el ciclo de la producción de papa, la primera actividad consiste en preparar el barbecho, seguido por el escarbado, siembra, aporque y cosecha, para luego continuar con la transformación de papa en chuño y comercialización de los tubérculos (Observaciones, 2017).

Para la producción de la papa se utiliza como abono orgánico el jiri guano (estiércol) para una buena producción: especialmente a la papa. En ese sentido, la crianza pecuaria es sumamente importante para el almacenamiento del guano (oveja, llama). Este es un claro ejemplo, de utilización de insumos localmente disponibles (estiércol), así como lo plantea la producción agroecológica.

CONCLUSIONES
LAS INFRACCIONES SON SANCIONADAS

AGROBIODIVERSIDAD

En las observaciones (2017), el sistema de producción familiar originario cuenta con una inmensa agrobiodiversidad de tubérculos andinos (como la papa amarga, semiamarga y dulce, papalisa, oca, etc.), granos andinos (quinua y cañahua) y forrajes (como cebada y avena).

Todas estas especies realizan una contribución al sistema agroalimentario de la región, lo que es posible gracias a dos dinámicas importantes en la comunidad, las cuales fueron identificadas a través de la observación participante.

La primera,  es producción de papa amarga o lucki (Solanum Juzepzucki) y su posterior transformación de manera natural a chuño (papa deshidratada). Una vez transformada la papa a chuño, se conserva en kustala o pirhua (o almacenes tradicionales) hasta unos treinta años. Es decir, se trata de una tecnología local de preservación sostenible para garantizar la seguridad alimentaria de las familias, allí donde la alimentación familiar está basada en la papa y el chuño.

La segunda dinámica, es que en Manqha aytas tiene una potencialidad de la producción de papa imilla o papa dulce (Solanum stenotumun) para la comercialización en las ferias locales de la región.

El sistema agroalimentario originario es parte de la comercialización local de variedades de tuberculados y cereales, como base económica de las familias de la comunidad.

La producción de papa como la base de la economía comunitaria referida al destino de la producción de variedades de papa en el contexto estudiado tiene diferentes rumbos. Por ejemplo: autoconsumo familiar 12%, para semilla 8%, transformación a chuño 15%, venta a feria local y trueque de 57%. El restante 5% generalmente es pérdida. La distribución de la cosecha muestra que su aporte a la seguridad alimentaria local es bastante significativo.

 

PRODUCCIÓN AUTÓNOMA

Adicionalmente, está la crianza de ovejas en las aynoqas, cuyo destino es el consumo familiar en forma de carne 49%, la venta 41% y otros como fiestas y eventos familiares que representa el 10% (López Apaza, 2013).

Las características de la economía familiar comunitaria tienen base en la producción autónoma y autogestionaria endógena de la estructura tradicional en sistema de aynoqas.

En síntesis, la producción agropecuaria es la base de la economía familiar tanto en la comunidad y de los ayllus del Distrito Challa-Tapacarí. Así, la economía comunitaria es definida como acciones productivas e intercambios de bienes materiales con el objetivo de satisfacer las necesidades básicas, es decir, contribuyen a una economía para la vida. (Hinkelammert & Mora, 2016).

Este hecho nos está indicando que la economía comunitaria tiene amplia base social en las actividades productivas y de organización socio territorial en aynoqas, en un espacio colectivo con características muy particulares.

TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD
TESMINONIO ORIGINARIO

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

La investigación es de carácter cualitativa que se aborda desde el enfoque metodológico transdisciplinario Histórico Cultural Lógico (HCL). El HCL privilegia el rescate de los saberes ancestrales locales y, además, permite comprender, analizar y explicar las características técnicas y socioculturales del sistema agroalimentario originario; en este caso de las aynoqas en relación con la gobernanza del suelo, pasturas y otros recursos realizados por las autoridades originarias desde una visión ecológica, mirando el pasado, el presente y el futuro. Es decir, el tiempo de manera continua y discontinua en tres ámbitos de vida: material, social y espiritual (Tapia, 2016).

El método aplicado es la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR), con el propósito de co-crear conocimientos endógenos y revalorizar las prácticas productivas en el sistema de las aytas y aynoqas, bajo el cuidado de las autoridades originarias del ayllu.

La IPR enfatiza el proceso de producción agrícola y la comercialización desde la perspectiva de las familias de los Andes (Tapia, 2016). Para el caso de este artículo, se realiza una descripción del proceso productivo según ciclos agrícolas y su contribución al sistema agroalimentario originario, el manejo comunitario de las aynoqas y el cuidado comunal por parte de las autoridades originarias en beneficio de las familias.

Las técnicas cualitativas aplicadas fueron los mapas parlantes, entrevistas semiestructuradas y la observación participante. Se dialogó con las familias cara a cara a través de una narración sobre el manejo comunal del sistema de las aynoqas. Desde la observación participante se convivió con cada una de las familias y se registraron los testimonios sobre los saberes originarios en la gestión de las aynoqas. Este registro se enfocó al componente productivo.

CONCLUSIONES
LAS INFRACCIONES SON SANCIONADAS

Los resultados encontrados son fruto del proceso de la co-creación de conocimientos desarrollado junto a las autoridades originarias en el manejo del territorio y tierras comunitarias: denominadas aynoqas, espacios vitales donde confluyen actividades productivas que contribuyen al fortalecimiento del sistema agroalimentario y de la seguridad alimentaria, ligada a actividades socioculturales que se traducen en la cohesión social y recreación de prácticas sociales de reciprocidad y redistribución.

LOS AYLLUS DE TAPACARÍ

La provincia Tapacarí fue creada durante la presidencia del Mariscal José Antonio de Sucre, el 23 de enero de 1826 y su capital es “Real Tapacarí”. Desde entonces, Tapacarí ha pasado por el proceso de fragmentación de su territorio como consecuencia de las diferentes políticas de reorganización territorial implementada desde el periodo colonial hasta la República y período neoliberal. Actualmente, Tapacarí tiene seis distritos: Ramadas, Tunas Vinto, Ramada, Tapacarí, Leque y Challa (Lozano, 2004).

Según los datos del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2008-2012 (Municipio de Tapacarí, 2008), el distrito Challa se encuentra ubicado sobre la carretera que comunica Cochabamba - Oruro - La Paz. Los ayllus: Urinsaya, Aransaya y Majasaya, están conformados por comunidades que corresponden a la zona trilingüe (quechua, aymara y castellano).

En el caso del ayllu Aransaya, está compuesto por seis comunidades (Palcoma, Challa Arriba, Challa Grande, Tallija, Antakahua-Jira Jira y Yarvicoya-Rodeo). La investigación se desarrolló en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo.

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo está ubicada a una altitud de 4044 m.s.n.m. y su capital es Pajchantiri. De acuerdo con la distribución territorial, la comunidad tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas; en la cual 153.090 hectáreas son cultivables y 2.280.170 hectáreas no son cultivables. Según el libro de actas de la comunidad, el sindicado tiene 196 afiliados: 146 son agricultores/as que viven permanentemente, 36 que viven fuera de la comunidad y 14 son los que van de la ciudad a lugar de origen para actividades agrícolas.

En los ayllus del distrito de Challa todavía persiste el sistema agroalimentario originario y fortalecido por el manejo comunitario ancestral del sistema de aynuqa por medio de las aytas. Esta forma de organización del territorio es heredada de los ancestros.

El sistema tiene una lógica rotativa sujeta a decisiones de la comunidad. Cada una de las aytas tiene un solo cultivo por año, ya sea papa, cereales, o forraje, teniendo un descanso adecuado de acuerdo con el sistema de rotación de las aynoqas. En otras investigaciones similares se destacan dos características de tierra en las aytas, en comunidad Yarvicoya-Rodeo: Thaya laq´a (donde produce solo las papas Lukis) y junt´u laq´a (donde se produce las papas imillas) (Revollo y Huayta, 2010).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

LA TIERRA DESCANSA

Durante tres años consecutivos se practica una producción agrícola intensiva sujeta a un sistema rotacional colectivo, por ejemplo, primer año papa; segundo año papalisa, oca, quinua y cañahua; tercer año forraje como cebada.

Después, la tierra entra en descanso por 10 años en la parte alta de la comunidad y 13 años en la parte de abajo. En este periodo de descanso, la tierra es utilizada para el pastoreo de los animales de los comunarios. Este descanso es fundamental e importante para la regeneración de la fertilidad del suelo, es un sistema sofisticado del manejo territorial-tierra por pisos altitudinales y organización comunal ancestral (Tapia, 2012; Delgado 2010).

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo es un ejemplo de este tipo de gestión comunitaria del territorio y tiene la siguiente forma organizativa: en la parte arriba tiene 14 aytas y en la parte abajo tiene 11 aytas. Por lo tanto, por sus características técnicas y organizativas, el sistema de manejo comunitario del suelo a partir de la aynoqa; es un ejemplo de manejo agroecológico por la rotación del suelo, regulación de plagas y enfermedades, y espacio de cohesión social.

La forma que se ponen la ropa las autoridades originarias es como símbolo de protección a la comunidad. Las autoridades originarias tienen chicote, bastón de mando, sombrero blanco, poncho como símbolo del poder comunal de la gestión territorial y protección del ciclo agrícola.  Las jilaqatas siempre llevan puestos su poncho, porque en el fondo significa protección al sector de la producción agrícola de las familias como, por ejemplo, para que no llegue la helada, sequía y otros eventos climáticos.

Las autoridades originarias (Mallku, alcalde Originario y Jilaqatas) son los encargados o responsables de velar los sembradíos tanto en manqha y pata ayta del sector de sistema de los aynoqas; es decir, son responsables de solucionar los problemas relacionados a hurtos y evitar el ingreso de los animales a los sembradíos. En este sentido, el daño ocasionado por los animales a los cultivos se considera como un daño económico.

Los comunarios viven de la agricultura y el dueño del animal que genera daño se responsabiliza por el mismo frente afectado.

TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD
LAS INFRACCIONES SON SANCIONADAS
TESMINONIO ORIGINARIO
TOMAN DECISIONES EN RECIPROCIDAD

ESTRATEGIA METODOLÓGICA

La investigación es de carácter cualitativa que se aborda desde el enfoque metodológico transdisciplinario Histórico Cultural Lógico (HCL). El HCL privilegia el rescate de los saberes ancestrales locales y, además, permite comprender, analizar y explicar las características técnicas y socioculturales del sistema agroalimentario originario; en este caso de las aynoqas en relación con la gobernanza del suelo, pasturas y otros recursos realizados por las autoridades originarias desde una visión ecológica, mirando el pasado, el presente y el futuro. Es decir, el tiempo de manera continua y discontinua en tres ámbitos de vida: material, social y espiritual (Tapia, 2016).

El método aplicado es la Investigación Participativa Revalorizadora (IPR), con el propósito de co-crear conocimientos endógenos y revalorizar las prácticas productivas en el sistema de las aytas y aynoqas, bajo el cuidado de las autoridades originarias del ayllu.

La IPR enfatiza el proceso de producción agrícola y la comercialización desde la perspectiva de las familias de los Andes (Tapia, 2016). Para el caso de este artículo, se realiza una descripción del proceso productivo según ciclos agrícolas y su contribución al sistema agroalimentario originario, el manejo comunitario de las aynoqas y el cuidado comunal por parte de las autoridades originarias en beneficio de las familias.

Las técnicas cualitativas aplicadas fueron los mapas parlantes, entrevistas semiestructuradas y la observación participante. Se dialogó con las familias cara a cara a través de una narración sobre el manejo comunal del sistema de las aynoqas. Desde la observación participante se convivió con cada una de las familias y se registraron los testimonios sobre los saberes originarios en la gestión de las aynoqas. Este registro se enfocó al componente productivo.

Los resultados encontrados son fruto del proceso de la co-creación de conocimientos desarrollado junto a las autoridades originarias en el manejo del territorio y tierras comunitarias: denominadas aynoqas, espacios vitales donde confluyen actividades productivas que contribuyen al fortalecimiento del sistema agroalimentario y de la seguridad alimentaria, ligada a actividades socioculturales que se traducen en la cohesión social y recreación de prácticas sociales de reciprocidad y redistribución.

LOS AYLLUS DE TAPACARÍ

La provincia Tapacarí fue creada durante la presidencia del Mariscal José Antonio de Sucre, el 23 de enero de 1826 y su capital es “Real Tapacarí”. Desde entonces, Tapacarí ha pasado por el proceso de fragmentación de su territorio como consecuencia de las diferentes políticas de reorganización territorial implementada desde el periodo colonial hasta la República y período neoliberal. Actualmente, Tapacarí tiene seis distritos: Ramadas, Tunas Vinto, Ramada, Tapacarí, Leque y Challa (Lozano, 2004).

Según los datos del Plan de Desarrollo Municipal (PDM) 2008-2012 (Municipio de Tapacarí, 2008), el distrito Challa se encuentra ubicado sobre la carretera que comunica Cochabamba - Oruro - La Paz. Los ayllus: Urinsaya, Aransaya y Majasaya, están conformados por comunidades que corresponden a la zona trilingüe (quechua, aymara y castellano).

En el caso del ayllu Aransaya, está compuesto por seis comunidades (Palcoma, Challa Arriba, Challa Grande, Tallija, Antakahua-Jira Jira y Yarvicoya-Rodeo). La investigación se desarrolló en la comunidad de Yarvicoya-Rodeo.

La comunidad de Yarvicoya-Rodeo está ubicada a una altitud de 4044 m.s.n.m. y su capital es Pajchantiri. De acuerdo con la distribución territorial, la comunidad tiene una superficie de más de 2.500 hectáreas; en la cual 153.090 hectáreas son cultivables y 2.280.170 hectáreas no son cultivables. Según el libro de actas de la comunidad, el sindicado tiene 196 afiliados: 146 son agricultores/as que viven permanentemente, 36 que viven fuera de la comunidad y 14 son los que van de la ciudad a lugar de origen para actividades agrícolas.

En los ayllus del distrito de Challa todavía persiste el sistema agroalimentario originario y fortalecido por el manejo comunitario ancestral del sistema de aynuqa por medio de las aytas. Esta forma de organización del territorio es heredada de los ancestros.

El sistema tiene una lógica rotativa sujeta a decisiones de la comunidad. Cada una de las aytas tiene un solo cultivo por año, ya sea papa, cereales, o forraje, teniendo un descanso adecuado de acuerdo con el sistema de rotación de las aynoqas. En otras investigaciones similares se destacan dos características de tierra en las aytas, en comunidad Yarvicoya-Rodeo: Thaya laq´a (donde produce solo las papas Lukis) y junt´u laq´a (donde se produce las papas imillas) (Revollo y Huayta, 2010).

. Redacción:
Redacción Central

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