CIVISMO PARA IMPULSAR EL DESARROLLO
CIVISMO PARA IMPULSAR EL DESARROLLO
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El Comité Cívico de Cochabamba debe promover progreso y el bienestar armónico entre campo y ciudad con unidad y tolerancia.
Simón Alberto Figueroa Reynaga
23 de junio de 2018
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CIVISMO PARA IMPULSAR EL DESARROLLO

En el caso del Comité Cívico de Cochabamba, su doctrina principal debe ser la democracia representativa porque cobija a instituciones organizadas y colegiadas de la sociedad civil respetando su trayectoria histórica y Estatutos Orgánico con independencia de partidos políticos. La convergencia de intereses diversos pero comunes le otorga fuerza, unidad, legalidad y legitimidad.

Haciendo un poco de historia, recuerdo las palabras del ex presidente del Comité Cívico, Álvaro Moscoso Blanco en la plaza Colón, una noche en 1992, cuando los cochabambinos celebrábamos el descubrimiento de petróleo en Chapare (Katari X-1) durante el gobierno de Jaime Paz Zamora: “Hoy prevalece la unidad de los cochabambinos porque juntos hemos luchado para convertirnos en departamento petrolero”. Como reportero del diario “Opinión”, entonces, acompañé ese momento de euforia cívica y compartí con otros periodistas una reflexión: la unidad de la ciudadanía era el elemento axial para el éxito toda gestión cívica.

Como líder, Moscoso hizo dos paros cívicos y una huelga de hambre para ese objetivo y conseguir regalías petroleras. Tuvo excelente gestión. Logró la Personería Jurídica del CCC y canalizó ayuda exterior en alimentos para las familias damnificadas durante la prolongada sequía. Conjuntamente representantes del trópico, entre ellos el ex dirigente sindical, ahora presidente Evo Morales, consolidó apoyo técnico y financiero exterior para el Desarrollo Alternativo del Trópico.

Por su lado, el destacado ex dirigente obrero Roger Revuelta Chávez, que encabezó numerosos paros cívicos siendo presidente del Comité Cívico, me dijo: “Estamos unidos y con esta unidad venceremos a cualquier gobierno”. Revuelta, impulsó la exploración de petróleo y gas natural, oleoducto Carrasco–Valle Hermoso, Complejo Hospitalario Viedma y Proyecto Múltiple Misicuni logrando primeros aportes económicos en una cuenta de la ex CORDECO. Tuvo el vital respaldo del empresariado privado, siendo su primer vicepresidente el empresario Alfredo Olmedo.

Moscoso, también, amplió la institucionalidad del CC organizando el Primer Encuentro de Comités Cívicos Provinciales en Tarata para diseñar la estrategia de desarrollo integral del Departamento y tenía un Consejo Consultivo con personalidades como el Dr. Jorge Rojas Tardío. Igualmente con influyentes ciudadanos bolivianos, promovió la postulación de Rigoberta Menchú al Premio Nobel de la Paz.

“Un Comité Cívico institucionalizado que respeta y representa los derechos fundamentales del ciudadano acumula por si sola fuerza, y unidad”, me dijo en breve contacto.

El otrora presidente cívico, Carlos Quiroga Blanco, a su vez expresó: “En todo momento hemos respetado la institucionalidad cívica, pero hoy ese principio no existe”. Recordó que la trayectoria del CC siempre marcó una línea institucional con independencia, dos factores para evitar el manoseo político.

UNIDAD PARA LOGRAR OBJETIVOS

Cuando consulté sobre la misión y visión del CC a Roger Revuelta, me contestó: “Partidizar la gestión cívica es deslegitimar y desprestigiar a la institución al extremo de hacerla perder todo respeto por parte de la ciudadanía” Toda acción personal política sin control institucional es peligrosa y destruye postulados y objetivos que están enmarcadas en el Estatuto Orgánico. También recordó que en el pasado, para ingresar a una Asamblea de la Cochabambinidad se exigía credencial de los verdaderos representantes, ahora en cambio, ingresan todos sin control, incluso militantes de partidos políticos que hablan lo que les interesa y denigran a sus enemigos.

También solicité su opinión al ex presidente cívico, Israel Mérida, quien me dijo: “Lamentablemente tenemos dos cabezas en el CC, creo que hay que pensar en refundar la institución de instituciones”. Lamentó la falta de unidad y la ausencia de presencia física. “Yo deje todas las deudas saldadas y una oficina en la plaza Colón, el que vino después se prestó oficinas en ambientes del ex aeropuerto del LAB y al final quedó solo porque lo abandonaron las instituciones” Mérida fue crítico con las anteriores gestiones cívicas. El señor Flores se aprovechó del cargo para hacer protagonismo político en busca de una nominación –quizá parlamentaria- o quién sabe, otros objetivos personales. “Tengo el derecho moral como ex presidente para censurar esa actitud”, afirmó.

El CC se fragilizó al calor de las demandas políticas contra el gobierno exigiendo respeto a la democracia y a la Constitución. El apoyo a esa causa comprometió a su principal dirigente (Juan Flores) quien se convirtió en altavoz político de la oposición digitada, comprometiendo la independencia de la institución.

Los ex presidentes coinciden en fortalecer la autoridad moral del CC, su capacidad de fiscalización, presión y lucha para conseguir soluciones a las demandas regionales apoyándose en el poder de la ciudadanía. Opinan que sería vital conformar un Comité Consultivo y readecuar su Estatuto Orgánico viendo la nueva realidad económica, social, cultural y deportiva de Cochabamba.

“En Cochabamba hay total desintitucionalidad”, respondió el actual presidente del Comité Cívico de Cochabamba, David Torrelio, al periodista Cristian Angulo Andia cuando fue entrevistado en el programa “Mirada Profunda” de TVU la noche del 11 de junio. La gente se pregunta ¿Hay justicia? ¿La ley se cumple? El eslogan dice: “Todos somos iguales ante la ley”. Pero cuando la administración de justicia se politiza y la política se judicializa, la ley sufre distorsión, se desnaturaliza y todo se desinstitucionaliza.

Según el dirigente cívico, habrá justicia cuando la ley se cumpla y no sea violentada a capricho, Sería ideal que las instituciones que administran los intereses de Cochabamba dejen de lado su visión de antagonismo partidario.

David Torrelio, tiene legalidad y legitimidad. Fue elegido democráticamente en congreso y de acuerdo a Estatuto, por consiguiente está obligado a transigir en defensa de Cochabamba sin confrontación innecesaria. Diálogo abierto, franco y sin ambages con el Gobernador Iván Canelas y con la Alcaldesa en funciones Karen Suárez. La razón debe imperar para debatir y solucionar problemas de fondo, como el Pacto Fiscal o el Estatuto Autonómico. Precisamente ya auspició con éxito el Foro sobre el Pacto Fiscal y ahora organiza el Foro del Agua.

También es obligación coadyuvar a dinamizar el aparato productivo regional, el desarrollo tecnológico y científico; infraestructura básica sanitaria, dotación integral de agua potable, descontaminación, ordenamiento territorial de mercados y transporte público masivo. Igualmente coadyuvar al empresariado privado en su propósito de promover el “turismo deportivo”. Tenemos clima y altura sin competencias para generar deportes de alto rendimiento. Nuestros hospitales brindan medicina de excelencia para fomentar “turismo de salud” y somos capital gastronómica. La meta del CC deberá ser impulsar el desarrollo armónico entre campo y ciudad con unidad y tolerancia.

Ingratamente, desde el 11 de enero de 2007 Cochabamba aún respira confrontación silenciosa entre campo y ciudad, perversa en marcadas oportunidades y violenta en otras. La herida “del once” no cicatrizó y se visibiliza en la pugna partidaria de dos fuerzas que se disputan influencia sobre la ciudadanía hacia las elecciones presidenciales de 2019 y sub nacionales después. Poco importa hacer gestión; prevalece más la politiquería.

Dos alcaldes con notable popularidad en Cochabamba están alejados de sus cargos por denuncias de corrupción y es incierto su retorno por la complejidad del escenario político-judicial. El antagonismo es cruel por el fuego cruzado de oficialistas y opositores, mientras La línea partidaria sigue la misma dinámica; controlar organizaciones y dirigentes por canonjías económicas sin ética ni decencia: “el fin justifica los medios”. El fenómeno político tiende a dividir a la sociedad en dos grandes campos, derecha-izquierda. “Ellos o nosotros”, Sin embargo, creo que la democracia como sistema político sigue siendo el “bien mayor” y no debe desmoronarse por ambición de políticos fraudulentos que persiguen una derecha indolente o un socialismo utópico.

Aunque parece una ironía, Roger Revuelta, apostó en el pasado con los ex presidentes cívicos Oscar Bakir y Tito Vargas, que el rio Rocha seguiría igual dentro de 20 años y no se equivocó. Así como el rio urbano, otros problemas siguen latentes. Planteó durante su gestión construir un muro perimetral en torno a la Coronilla, hubo el Decreto Supremo, sin embargo hasta hoy nada se hizo.

PROTAGONISMOS PERSONALES

Por su lado, el destacado ex dirigente obrero Roger Revuelta Chávez, que encabezó numerosos paros cívicos siendo presidente del Comité Cívico, me dijo: “Estamos unidos y con esta unidad venceremos a cualquier gobierno”. Revuelta, impulsó la exploración de petróleo y gas natural, oleoducto Carrasco–Valle Hermoso, Complejo Hospitalario Viedma y Proyecto Múltiple Misicuni logrando primeros aportes económicos en una cuenta de la ex CORDECO. Tuvo el vital respaldo del empresariado privado, siendo su primer vicepresidente el empresario Alfredo Olmedo.

Moscoso, también, amplió la institucionalidad del CC organizando el Primer Encuentro de Comités Cívicos Provinciales en Tarata para diseñar la estrategia de desarrollo integral del Departamento y tenía un Consejo Consultivo con personalidades como el Dr. Jorge Rojas Tardío. Igualmente con influyentes ciudadanos bolivianos, promovió la postulación de Rigoberta Menchú al Premio Nobel de la Paz.

“Un Comité Cívico institucionalizado que respeta y representa los derechos fundamentales del ciudadano acumula por si sola fuerza, y unidad”, me dijo en breve contacto.

El otrora presidente cívico, Carlos Quiroga Blanco, a su vez expresó: “En todo momento hemos respetado la institucionalidad cívica, pero hoy ese principio no existe”. Recordó que la trayectoria del CC siempre marcó una línea institucional con independencia, dos factores para evitar el manoseo político.

Cuando consulté sobre la misión y visión del CC a Roger Revuelta, me contestó: “Partidizar la gestión cívica es deslegitimar y desprestigiar a la institución al extremo de hacerla perder todo respeto por parte de la ciudadanía” Toda acción personal política sin control institucional es peligrosa y destruye postulados y objetivos que están enmarcadas en el Estatuto Orgánico. También recordó que en el pasado, para ingresar a una Asamblea de la Cochabambinidad se exigía credencial de los verdaderos representantes, ahora en cambio, ingresan todos sin control, incluso militantes de partidos políticos que hablan lo que les interesa y denigran a sus enemigos.

También solicité su opinión al ex presidente cívico, Israel Mérida, quien me dijo: “Lamentablemente tenemos dos cabezas en el CC, creo que hay que pensar en refundar la institución de instituciones”. Lamentó la falta de unidad y la ausencia de presencia física. “Yo deje todas las deudas saldadas y una oficina en la plaza Colón, el que vino después se prestó oficinas en ambientes del ex aeropuerto del LAB y al final quedó solo porque lo abandonaron las instituciones” Mérida fue crítico con las anteriores gestiones cívicas. El señor Flores se aprovechó del cargo para hacer protagonismo político en busca de una nominación –quizá parlamentaria- o quién sabe, otros objetivos personales. “Tengo el derecho moral como ex presidente para censurar esa actitud”, afirmó.

El CC se fragilizó al calor de las demandas políticas contra el gobierno exigiendo respeto a la democracia y a la Constitución. El apoyo a esa causa comprometió a su principal dirigente (Juan Flores) quien se convirtió en altavoz político de la oposición digitada, comprometiendo la independencia de la institución.

Los ex presidentes coinciden en fortalecer la autoridad moral del CC, su capacidad de fiscalización, presión y lucha para conseguir soluciones a las demandas regionales apoyándose en el poder de la ciudadanía. Opinan que sería vital conformar un Comité Consultivo y readecuar su Estatuto Orgánico viendo la nueva realidad económica, social, cultural y deportiva de Cochabamba.

“En Cochabamba hay total desintitucionalidad”, respondió el actual presidente del Comité Cívico de Cochabamba, David Torrelio, al periodista Cristian Angulo Andia cuando fue entrevistado en el programa “Mirada Profunda” de TVU la noche del 11 de junio. La gente se pregunta ¿Hay justicia? ¿La ley se cumple? El eslogan dice: “Todos somos iguales ante la ley”. Pero cuando la administración de justicia se politiza y la política se judicializa, la ley sufre distorsión, se desnaturaliza y todo se desinstitucionaliza.

Según el dirigente cívico, habrá justicia cuando la ley se cumpla y no sea violentada a capricho, Sería ideal que las instituciones que administran los intereses de Cochabamba dejen de lado su visión de antagonismo partidario.

David Torrelio, tiene legalidad y legitimidad. Fue elegido democráticamente en congreso y de acuerdo a Estatuto, por consiguiente está obligado a transigir en defensa de Cochabamba sin confrontación innecesaria. Diálogo abierto, franco y sin ambages con el Gobernador Iván Canelas y con la Alcaldesa en funciones Karen Suárez. La razón debe imperar para debatir y solucionar problemas de fondo, como el Pacto Fiscal o el Estatuto Autonómico. Precisamente ya auspició con éxito el Foro sobre el Pacto Fiscal y ahora organiza el Foro del Agua.

También es obligación coadyuvar a dinamizar el aparato productivo regional, el desarrollo tecnológico y científico; infraestructura básica sanitaria, dotación integral de agua potable, descontaminación, ordenamiento territorial de mercados y transporte público masivo. Igualmente coadyuvar al empresariado privado en su propósito de promover el “turismo deportivo”. Tenemos clima y altura sin competencias para generar deportes de alto rendimiento. Nuestros hospitales brindan medicina de excelencia para fomentar “turismo de salud” y somos capital gastronómica. La meta del CC deberá ser impulsar el desarrollo armónico entre campo y ciudad con unidad y tolerancia.

Ingratamente, desde el 11 de enero de 2007 Cochabamba aún respira confrontación silenciosa entre campo y ciudad, perversa en marcadas oportunidades y violenta en otras. La herida “del once” no cicatrizó y se visibiliza en la pugna partidaria de dos fuerzas que se disputan influencia sobre la ciudadanía hacia las elecciones presidenciales de 2019 y sub nacionales después. Poco importa hacer gestión; prevalece más la politiquería.

Dos alcaldes con notable popularidad en Cochabamba están alejados de sus cargos por denuncias de corrupción y es incierto su retorno por la complejidad del escenario político-judicial. El antagonismo es cruel por el fuego cruzado de oficialistas y opositores, mientras La línea partidaria sigue la misma dinámica; controlar organizaciones y dirigentes por canonjías económicas sin ética ni decencia: “el fin justifica los medios”. El fenómeno político tiende a dividir a la sociedad en dos grandes campos, derecha-izquierda. “Ellos o nosotros”, Sin embargo, creo que la democracia como sistema político sigue siendo el “bien mayor” y no debe desmoronarse por ambición de políticos fraudulentos que persiguen una derecha indolente o un socialismo utópico.

Aunque parece una ironía, Roger Revuelta, apostó en el pasado con los ex presidentes cívicos Oscar Bakir y Tito Vargas, que el rio Rocha seguiría igual dentro de 20 años y no se equivocó. Así como el rio urbano, otros problemas siguen latentes. Planteó durante su gestión construir un muro perimetral en torno a la Coronilla, hubo el Decreto Supremo, sin embargo hasta hoy nada se hizo.

UNIDAD PARA LOGRAR OBJETIVOS
PROTAGONISMOS PERSONALES
POLITICA, JUSTICIA Y LEYES

Por su lado, el destacado ex dirigente obrero Roger Revuelta Chávez, que encabezó numerosos paros cívicos siendo presidente del Comité Cívico, me dijo: “Estamos unidos y con esta unidad venceremos a cualquier gobierno”. Revuelta, impulsó la exploración de petróleo y gas natural, oleoducto Carrasco–Valle Hermoso, Complejo Hospitalario Viedma y Proyecto Múltiple Misicuni logrando primeros aportes económicos en una cuenta de la ex CORDECO. Tuvo el vital respaldo del empresariado privado, siendo su primer vicepresidente el empresario Alfredo Olmedo.

Moscoso, también, amplió la institucionalidad del CC organizando el Primer Encuentro de Comités Cívicos Provinciales en Tarata para diseñar la estrategia de desarrollo integral del Departamento y tenía un Consejo Consultivo con personalidades como el Dr. Jorge Rojas Tardío. Igualmente con influyentes ciudadanos bolivianos, promovió la postulación de Rigoberta Menchú al Premio Nobel de la Paz.

“Un Comité Cívico institucionalizado que respeta y representa los derechos fundamentales del ciudadano acumula por si sola fuerza, y unidad”, me dijo en breve contacto.

El otrora presidente cívico, Carlos Quiroga Blanco, a su vez expresó: “En todo momento hemos respetado la institucionalidad cívica, pero hoy ese principio no existe”. Recordó que la trayectoria del CC siempre marcó una línea institucional con independencia, dos factores para evitar el manoseo político.

UNIDAD PARA LOGRAR OBJETIVOS

Cuando consulté sobre la misión y visión del CC a Roger Revuelta, me contestó: “Partidizar la gestión cívica es deslegitimar y desprestigiar a la institución al extremo de hacerla perder todo respeto por parte de la ciudadanía” Toda acción personal política sin control institucional es peligrosa y destruye postulados y objetivos que están enmarcadas en el Estatuto Orgánico. También recordó que en el pasado, para ingresar a una Asamblea de la Cochabambinidad se exigía credencial de los verdaderos representantes, ahora en cambio, ingresan todos sin control, incluso militantes de partidos políticos que hablan lo que les interesa y denigran a sus enemigos.

También solicité su opinión al ex presidente cívico, Israel Mérida, quien me dijo: “Lamentablemente tenemos dos cabezas en el CC, creo que hay que pensar en refundar la institución de instituciones”. Lamentó la falta de unidad y la ausencia de presencia física. “Yo deje todas las deudas saldadas y una oficina en la plaza Colón, el que vino después se prestó oficinas en ambientes del ex aeropuerto del LAB y al final quedó solo porque lo abandonaron las instituciones” Mérida fue crítico con las anteriores gestiones cívicas. El señor Flores se aprovechó del cargo para hacer protagonismo político en busca de una nominación –quizá parlamentaria- o quién sabe, otros objetivos personales. “Tengo el derecho moral como ex presidente para censurar esa actitud”, afirmó.

El CC se fragilizó al calor de las demandas políticas contra el gobierno exigiendo respeto a la democracia y a la Constitución. El apoyo a esa causa comprometió a su principal dirigente (Juan Flores) quien se convirtió en altavoz político de la oposición digitada, comprometiendo la independencia de la institución.

Los ex presidentes coinciden en fortalecer la autoridad moral del CC, su capacidad de fiscalización, presión y lucha para conseguir soluciones a las demandas regionales apoyándose en el poder de la ciudadanía. Opinan que sería vital conformar un Comité Consultivo y readecuar su Estatuto Orgánico viendo la nueva realidad económica, social, cultural y deportiva de Cochabamba.

“En Cochabamba hay total desintitucionalidad”, respondió el actual presidente del Comité Cívico de Cochabamba, David Torrelio, al periodista Cristian Angulo Andia cuando fue entrevistado en el programa “Mirada Profunda” de TVU la noche del 11 de junio. La gente se pregunta ¿Hay justicia? ¿La ley se cumple? El eslogan dice: “Todos somos iguales ante la ley”. Pero cuando la administración de justicia se politiza y la política se judicializa, la ley sufre distorsión, se desnaturaliza y todo se desinstitucionaliza.

Según el dirigente cívico, habrá justicia cuando la ley se cumpla y no sea violentada a capricho, Sería ideal que las instituciones que administran los intereses de Cochabamba dejen de lado su visión de antagonismo partidario.

David Torrelio, tiene legalidad y legitimidad. Fue elegido democráticamente en congreso y de acuerdo a Estatuto, por consiguiente está obligado a transigir en defensa de Cochabamba sin confrontación innecesaria. Diálogo abierto, franco y sin ambages con el Gobernador Iván Canelas y con la Alcaldesa en funciones Karen Suárez. La razón debe imperar para debatir y solucionar problemas de fondo, como el Pacto Fiscal o el Estatuto Autonómico. Precisamente ya auspició con éxito el Foro sobre el Pacto Fiscal y ahora organiza el Foro del Agua.

También es obligación coadyuvar a dinamizar el aparato productivo regional, el desarrollo tecnológico y científico; infraestructura básica sanitaria, dotación integral de agua potable, descontaminación, ordenamiento territorial de mercados y transporte público masivo. Igualmente coadyuvar al empresariado privado en su propósito de promover el “turismo deportivo”. Tenemos clima y altura sin competencias para generar deportes de alto rendimiento. Nuestros hospitales brindan medicina de excelencia para fomentar “turismo de salud” y somos capital gastronómica. La meta del CC deberá ser impulsar el desarrollo armónico entre campo y ciudad con unidad y tolerancia.

Ingratamente, desde el 11 de enero de 2007 Cochabamba aún respira confrontación silenciosa entre campo y ciudad, perversa en marcadas oportunidades y violenta en otras. La herida “del once” no cicatrizó y se visibiliza en la pugna partidaria de dos fuerzas que se disputan influencia sobre la ciudadanía hacia las elecciones presidenciales de 2019 y sub nacionales después. Poco importa hacer gestión; prevalece más la politiquería.

Dos alcaldes con notable popularidad en Cochabamba están alejados de sus cargos por denuncias de corrupción y es incierto su retorno por la complejidad del escenario político-judicial. El antagonismo es cruel por el fuego cruzado de oficialistas y opositores, mientras La línea partidaria sigue la misma dinámica; controlar organizaciones y dirigentes por canonjías económicas sin ética ni decencia: “el fin justifica los medios”. El fenómeno político tiende a dividir a la sociedad en dos grandes campos, derecha-izquierda. “Ellos o nosotros”, Sin embargo, creo que la democracia como sistema político sigue siendo el “bien mayor” y no debe desmoronarse por ambición de políticos fraudulentos que persiguen una derecha indolente o un socialismo utópico.

Aunque parece una ironía, Roger Revuelta, apostó en el pasado con los ex presidentes cívicos Oscar Bakir y Tito Vargas, que el rio Rocha seguiría igual dentro de 20 años y no se equivocó. Así como el rio urbano, otros problemas siguen latentes. Planteó durante su gestión construir un muro perimetral en torno a la Coronilla, hubo el Decreto Supremo, sin embargo hasta hoy nada se hizo.

PROTAGONISMOS PERSONALES
UNIDAD PARA LOGRAR OBJETIVOS

Por su lado, el destacado ex dirigente obrero Roger Revuelta Chávez, que encabezó numerosos paros cívicos siendo presidente del Comité Cívico, me dijo: “Estamos unidos y con esta unidad venceremos a cualquier gobierno”. Revuelta, impulsó la exploración de petróleo y gas natural, oleoducto Carrasco–Valle Hermoso, Complejo Hospitalario Viedma y Proyecto Múltiple Misicuni logrando primeros aportes económicos en una cuenta de la ex CORDECO. Tuvo el vital respaldo del empresariado privado, siendo su primer vicepresidente el empresario Alfredo Olmedo.

Moscoso, también, amplió la institucionalidad del CC organizando el Primer Encuentro de Comités Cívicos Provinciales en Tarata para diseñar la estrategia de desarrollo integral del Departamento y tenía un Consejo Consultivo con personalidades como el Dr. Jorge Rojas Tardío. Igualmente con influyentes ciudadanos bolivianos, promovió la postulación de Rigoberta Menchú al Premio Nobel de la Paz.

“Un Comité Cívico institucionalizado que respeta y representa los derechos fundamentales del ciudadano acumula por si sola fuerza, y unidad”, me dijo en breve contacto.

El otrora presidente cívico, Carlos Quiroga Blanco, a su vez expresó: “En todo momento hemos respetado la institucionalidad cívica, pero hoy ese principio no existe”. Recordó que la trayectoria del CC siempre marcó una línea institucional con independencia, dos factores para evitar el manoseo político.

PROTAGONISMOS PERSONALES

Cuando consulté sobre la misión y visión del CC a Roger Revuelta, me contestó: “Partidizar la gestión cívica es deslegitimar y desprestigiar a la institución al extremo de hacerla perder todo respeto por parte de la ciudadanía” Toda acción personal política sin control institucional es peligrosa y destruye postulados y objetivos que están enmarcadas en el Estatuto Orgánico. También recordó que en el pasado, para ingresar a una Asamblea de la Cochabambinidad se exigía credencial de los verdaderos representantes, ahora en cambio, ingresan todos sin control, incluso militantes de partidos políticos que hablan lo que les interesa y denigran a sus enemigos.

También solicité su opinión al ex presidente cívico, Israel Mérida, quien me dijo: “Lamentablemente tenemos dos cabezas en el CC, creo que hay que pensar en refundar la institución de instituciones”. Lamentó la falta de unidad y la ausencia de presencia física. “Yo deje todas las deudas saldadas y una oficina en la plaza Colón, el que vino después se prestó oficinas en ambientes del ex aeropuerto del LAB y al final quedó solo porque lo abandonaron las instituciones” Mérida fue crítico con las anteriores gestiones cívicas. El señor Flores se aprovechó del cargo para hacer protagonismo político en busca de una nominación –quizá parlamentaria- o quién sabe, otros objetivos personales. “Tengo el derecho moral como ex presidente para censurar esa actitud”, afirmó.

El CC se fragilizó al calor de las demandas políticas contra el gobierno exigiendo respeto a la democracia y a la Constitución. El apoyo a esa causa comprometió a su principal dirigente (Juan Flores) quien se convirtió en altavoz político de la oposición digitada, comprometiendo la independencia de la institución.

Los ex presidentes coinciden en fortalecer la autoridad moral del CC, su capacidad de fiscalización, presión y lucha para conseguir soluciones a las demandas regionales apoyándose en el poder de la ciudadanía. Opinan que sería vital conformar un Comité Consultivo y readecuar su Estatuto Orgánico viendo la nueva realidad económica, social, cultural y deportiva de Cochabamba.

POLITICA, JUSTICIA Y LEYES

“En Cochabamba hay total desintitucionalidad”, respondió el actual presidente del Comité Cívico de Cochabamba, David Torrelio, al periodista Cristian Angulo Andia cuando fue entrevistado en el programa “Mirada Profunda” de TVU la noche del 11 de junio. La gente se pregunta ¿Hay justicia? ¿La ley se cumple? El eslogan dice: “Todos somos iguales ante la ley”. Pero cuando la administración de justicia se politiza y la política se judicializa, la ley sufre distorsión, se desnaturaliza y todo se desinstitucionaliza.

Según el dirigente cívico, habrá justicia cuando la ley se cumpla y no sea violentada a capricho, Sería ideal que las instituciones que administran los intereses de Cochabamba dejen de lado su visión de antagonismo partidario.

David Torrelio, tiene legalidad y legitimidad. Fue elegido democráticamente en congreso y de acuerdo a Estatuto, por consiguiente está obligado a transigir en defensa de Cochabamba sin confrontación innecesaria. Diálogo abierto, franco y sin ambages con el Gobernador Iván Canelas y con la Alcaldesa en funciones Karen Suárez. La razón debe imperar para debatir y solucionar problemas de fondo, como el Pacto Fiscal o el Estatuto Autonómico. Precisamente ya auspició con éxito el Foro sobre el Pacto Fiscal y ahora organiza el Foro del Agua.

También es obligación coadyuvar a dinamizar el aparato productivo regional, el desarrollo tecnológico y científico; infraestructura básica sanitaria, dotación integral de agua potable, descontaminación, ordenamiento territorial de mercados y transporte público masivo. Igualmente coadyuvar al empresariado privado en su propósito de promover el “turismo deportivo”. Tenemos clima y altura sin competencias para generar deportes de alto rendimiento. Nuestros hospitales brindan medicina de excelencia para fomentar “turismo de salud” y somos capital gastronómica. La meta del CC deberá ser impulsar el desarrollo armónico entre campo y ciudad con unidad y tolerancia.

Ingratamente, desde el 11 de enero de 2007 Cochabamba aún respira confrontación silenciosa entre campo y ciudad, perversa en marcadas oportunidades y violenta en otras. La herida “del once” no cicatrizó y se visibiliza en la pugna partidaria de dos fuerzas que se disputan influencia sobre la ciudadanía hacia las elecciones presidenciales de 2019 y sub nacionales después. Poco importa hacer gestión; prevalece más la politiquería.

Dos alcaldes con notable popularidad en Cochabamba están alejados de sus cargos por denuncias de corrupción y es incierto su retorno por la complejidad del escenario político-judicial. El antagonismo es cruel por el fuego cruzado de oficialistas y opositores, mientras La línea partidaria sigue la misma dinámica; controlar organizaciones y dirigentes por canonjías económicas sin ética ni decencia: “el fin justifica los medios”. El fenómeno político tiende a dividir a la sociedad en dos grandes campos, derecha-izquierda. “Ellos o nosotros”, Sin embargo, creo que la democracia como sistema político sigue siendo el “bien mayor” y no debe desmoronarse por ambición de políticos fraudulentos que persiguen una derecha indolente o un socialismo utópico.

Aunque parece una ironía, Roger Revuelta, apostó en el pasado con los ex presidentes cívicos Oscar Bakir y Tito Vargas, que el rio Rocha seguiría igual dentro de 20 años y no se equivocó. Así como el rio urbano, otros problemas siguen latentes. Planteó durante su gestión construir un muro perimetral en torno a la Coronilla, hubo el Decreto Supremo, sin embargo hasta hoy nada se hizo.

UNIDAD PARA LOGRAR OBJETIVOS

Por su lado, el destacado ex dirigente obrero Roger Revuelta Chávez, que encabezó numerosos paros cívicos siendo presidente del Comité Cívico, me dijo: “Estamos unidos y con esta unidad venceremos a cualquier gobierno”. Revuelta, impulsó la exploración de petróleo y gas natural, oleoducto Carrasco–Valle Hermoso, Complejo Hospitalario Viedma y Proyecto Múltiple Misicuni logrando primeros aportes económicos en una cuenta de la ex CORDECO. Tuvo el vital respaldo del empresariado privado, siendo su primer vicepresidente el empresario Alfredo Olmedo.

Moscoso, también, amplió la institucionalidad del CC organizando el Primer Encuentro de Comités Cívicos Provinciales en Tarata para diseñar la estrategia de desarrollo integral del Departamento y tenía un Consejo Consultivo con personalidades como el Dr. Jorge Rojas Tardío. Igualmente con influyentes ciudadanos bolivianos, promovió la postulación de Rigoberta Menchú al Premio Nobel de la Paz.

“Un Comité Cívico institucionalizado que respeta y representa los derechos fundamentales del ciudadano acumula por si sola fuerza, y unidad”, me dijo en breve contacto.

El otrora presidente cívico, Carlos Quiroga Blanco, a su vez expresó: “En todo momento hemos respetado la institucionalidad cívica, pero hoy ese principio no existe”. Recordó que la trayectoria del CC siempre marcó una línea institucional con independencia, dos factores para evitar el manoseo político.

Cuando consulté sobre la misión y visión del CC a Roger Revuelta, me contestó: “Partidizar la gestión cívica es deslegitimar y desprestigiar a la institución al extremo de hacerla perder todo respeto por parte de la ciudadanía” Toda acción personal política sin control institucional es peligrosa y destruye postulados y objetivos que están enmarcadas en el Estatuto Orgánico. También recordó que en el pasado, para ingresar a una Asamblea de la Cochabambinidad se exigía credencial de los verdaderos representantes, ahora en cambio, ingresan todos sin control, incluso militantes de partidos políticos que hablan lo que les interesa y denigran a sus enemigos.

También solicité su opinión al ex presidente cívico, Israel Mérida, quien me dijo: “Lamentablemente tenemos dos cabezas en el CC, creo que hay que pensar en refundar la institución de instituciones”. Lamentó la falta de unidad y la ausencia de presencia física. “Yo deje todas las deudas saldadas y una oficina en la plaza Colón, el que vino después se prestó oficinas en ambientes del ex aeropuerto del LAB y al final quedó solo porque lo abandonaron las instituciones” Mérida fue crítico con las anteriores gestiones cívicas. El señor Flores se aprovechó del cargo para hacer protagonismo político en busca de una nominación –quizá parlamentaria- o quién sabe, otros objetivos personales. “Tengo el derecho moral como ex presidente para censurar esa actitud”, afirmó.

El CC se fragilizó al calor de las demandas políticas contra el gobierno exigiendo respeto a la democracia y a la Constitución. El apoyo a esa causa comprometió a su principal dirigente (Juan Flores) quien se convirtió en altavoz político de la oposición digitada, comprometiendo la independencia de la institución.

Los ex presidentes coinciden en fortalecer la autoridad moral del CC, su capacidad de fiscalización, presión y lucha para conseguir soluciones a las demandas regionales apoyándose en el poder de la ciudadanía. Opinan que sería vital conformar un Comité Consultivo y readecuar su Estatuto Orgánico viendo la nueva realidad económica, social, cultural y deportiva de Cochabamba.

. Redacción:
Simón Alberto Figueroa Reynaga

Periodista, Editor General de TEMAScbba, Miembro de la Sociedad de Editores y Redactores SER Cochabamba

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