EXIMIOS COMPOSITORES Y MÚSICOS BOLIVIANOS
EXIMIOS COMPOSITORES Y MÚSICOS BOLIVIANOS
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Son artistas de renombre nacional y que el lector logrará reconocer por la interpretación del charango, el piano, la guitarra, la concertina o ser solista, parte de un trío o un conjunto musical de renombre en el país y que cada uno nos relata sus experiencias de vida en el ámbito musical.
Constantino Rojas Burgos
5 de mayo de 2024
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“Ojo al Charque”: MÚSICOS COMPARTEN SUS HISTORIAS DE VIDA ARTÍSTICA

Del programa “Memorias que Perduran”, recuperamos para la Revista TEMAScbba, en esta ocasión, a personajes del ámbito nacional que han dedicado su tiempo, su trabajo con pasión y esmerada dedicación, a la interpretación y composición de la música nacional, que a lo largo de los años han logrado posicionarse en el público de todo el país, que sigue la producción musical y que alegran su actividad cotidiana, escuchando, bailando, tarareando, cantando  o solo deleitándose con los diferentes ritmos que nos entregan a lo largo de los años y que constituyen parte del acervo nacional y que no puede estar al margen del gusto musical de los bolivianos.

Recuerdan cómo surgen, la trayectoria que tienen de participar en festivales folclóricos, de amenizar fiestas, de contribuir con la formación de músicos, en fin, una serie de historias de vida que comparto en la Revista TEMAScbba, para valorar y reconocer su aporte a lo largo de su vida.

 LUIS RICO

Testimonios con guitarra y canto de protesta

Sus canciones de crítica social tienen su origen en el año 1967 cuando vivía en Potosí, estudiando la Carrera de Economía en la Universidad Mayor Tomás Frías y tiene relación con la Masacre de San Juan, un hecho ocurrido en el distrito minero de Siglo XX en el Norte de Potosí, bajo la presidencia del general René Barrientos Ortuño, que tuvo especial altercado con los mineros que apoyaban la iniciativa de la Guerrilla de Ernesto Che Guevara. Diríamos que, a partir de este suceso para adelante, Luis Rico empezó a mirar con atención, diferentes hechos ocurridos en el país, para “contarle y cantarle” al público a través de sus canciones, para tomar conciencia de las injusticias y desigualdades que cometía la dictadura militar en función de poder a lo largo de más de dos décadas.

Luis Alberto Rico Arancibia nació en Tupiza el 15 de mayo de 1946, este año cumplirá 78 años de vida, una trayectoria de vida dedicada a recuperar la historia, la cultura, las tradiciones y los sinsabores de la gente de las minas, del altiplano, de los valles y del trópico, donde logró realizar diferentes presentaciones artísticas, además de componer sus canciones fruto de la vivencia y de la interacción con la gente, que constituyen un factor de inspiración, cuyas historias hechas canciones, aportan valores y sentimientos de respeto a la madre naturaleza, a los derechos humanos, a la dignidad de la personas y a la misma democracia avasallada por intereses mezquinos de grupos de poder enraizados en la política boliviana.

Pucha Caray, Coplas de la Sequía, Coraje, el Funeral del rio, el Ultimo Tinku en Paris, Bienvenido General, Juan Cutipa, los Mineros volveremos, Palomitay, Armas de casa, Palliri, el Tío de la Mina, Canción para un continente, Cuando tenga la Tierra, son algunos de los títulos de sus canciones, de una amplia producción musical de más de cincuenta años donde Luis Rico aporta contenidos difundidos en conciertos, en la Peña Naira, en presentaciones artísticas en todo el país.

Rico recuerda la mina de Chorolque, en la provincia Nor Chichas en el departamento de Potosí, donde tuvieron que actuar en el teatro del campamento en pleno invierno, repleto de gente que al principio aplaudía y pedía repetir una y otra canción, tras cuatro horas de concierto, resulta que la gente se quedaba dormida y que no podía regresar a su casa por el intenso frío que incluso desafiaba a la muerte. Luis Rico es el artista que tuvo que salir al exilio del país, acompañada de su esposa Cecilia y sus cuatro hijos. “Con boleto de regreso” aclara en su libro “Luís Rico TESTIMONIOS CON GUITARRA”.

La primera en el Gobierno del coronel Hugo Banzer Suarez con destino a Francia, la segunda en la dictadura militar de Luis García Meza con destino a México, conocer artistas latinoamericanos como Mercedes Sosa, Violeta Parra, Silvio Rodríguez, entre otros y actuar junto a ellos cautivando al público europeo. Es el artista que logró participar de festivales y conciertos de música en países de Europa, Estados Unidos, Centro América, principalmente Nicaragua y Cuba, para después volver a Bolivia, radicar en la ciudad de La Paz y seguir produciendo música de crítica social como aporte a las organizaciones de base del país.

De Luis Rico destacaría también su relación de cercanía y afecto a sacerdotes como el padre Julio Tumiri, Luís Espinal, asesinado por la dictadura militar, el padre Gregorio Iriarte a quien le dedica una canción, a Xavier Albo, músicos como Matilde Casasola, Humberto Leyton, Willy Alfaro, Nilo Soruco de los Montoneros de Méndez, conocer a Domitila Chungara en la Plaza San Francisco con motivo de la Marcha por la Vida, interactuar con dirigentes sindicales como Juan Lechín, Filemón Escobar, Simón Reyes, Víctor López, Edgar Ramírez, dirigentes legendarios de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia y de la Central Obrera Boliviana.

En el final de la entrevista en “Memorias que Perduran”, Luis Rico levantó su guitarra, mientras conversaba, templó sus cuerdas para interpretarnos una canción que decía “No dejes que me vaya de Bolivia”, una estampa de todas las regiones del país y sus características sociales, demográficas y culturales, que deberían ser motivo para querer a nuestra patria que lo tiene todo.

VIVEN EN LA MEMORIA

BETZABE ITURRALDE

La Reina de la Canción Boliviana

Cuando Betzabé Iturralde Barrancos empezó a incursionar en la vida artística pensaron que era orureña, empezó su actividad artística entre los 12 a 13 años en el Colegio Pantaleón Dalence de Oruro donde sus hermanas mayores la inscribieron en el nivel secundario. Además de estar presente en programas radiales en Radio Emisoras Bolivia, fue precisamente el Dr. Alfredo Lujan Marañón —radialista y periodista orureño— quien motivó su participación en el Festival de la Canción Boliviana Lauro en la ciudad de Cochabamba el año 1971, y que podríamos considerar como el inicio de su carrera artística a nivel competitivo y que le daría la alternativa de grabar discos en Lauro, Heriba, Líder. Discos Sol y que cuenta con 40 producciones musicales y que muchas de ellas lograron un éxito inesperado.

Betzabé Iturralde —quién diría— nació en Ocurí el 30 de mayo de 1960, en la provincia Chayanta en el Norte del Departamento de Potosí, se siente orgullosa de haber nacido en Ocurí. Estudio en la Escuela Daniel Salamanca, recuerda que en su curso eran apenas siete alumnos a los que nunca más volvió a verlos en el futuro. Iturralde rememora que en la escuela fue la Reina y que siempre le gustaba participar de las horas cívicas declamando y cantando música del acervo nacional. Comenta que volvió a su pueblo natal hace dos años atrás y que vio con sorpresa el progreso del pueblo, cuenta con un hospital, campos deportivos, la escuela donde estudio aún mantiene la estructura antigua, pero que se logró construir una nueva y amplia escuela, Iturralde siente que hay mejor desarrollo.

De Ocurí su pueblo natal, Betsabé Iturralde recuerda a su padre don Eusebio Iturralde y doña Valeriana Barrancos de Iturralde. Su padre un industrial minero que permitió que sus hijos se fueran a la ciudad de Oruro para estudiar en el Colegio Secundario. En el caso de Betzabé se fue concluido el ciclo primario, porque en Ocurí no existía otra alternativa de continuar sus estudios. De Ocurí recuerda las fiestas de Carnaval, de Todos los Santos, la Navidad y el Año Nuevo, pero destaca además la tradición de la elaboración del chuño, de hecho, Ocurí estaba considerada como “La Capital del Chuño”, el mejor chuño de Bolivia asegura Iturralde.

Recuerda también los juegos infantiles como la Tuncuna, el jugar a cocinar, los chuwis, “una infancia muy sana”, destaca nuestra entrevistada. El año 2021 Betzabé Iturralde cumplió sus Bodas de Oro, es decir, 50 años de actividad artística que le deparó una serie de reconocimientos, medallas, pergaminos, diplomas principalmente por el éxito logrado en la interpretación de canciones que gustaron en el público boliviano.

El año 1972 en Cochabamba, en el Festival de la Canción Boliviana Lauro fue elegida como la Ñusta del Folklore, el año 73 recibió el Disco de Plata por el récord de ventas de sus primeros discos en Lauro y Cia, el 74 recibió la Pantalla de Oro de TV boliviana por ser la artista más destacada del año, el 76 el disco de Plata otorgado por la disquera Heriba, el 80 el Disco de Oro por el récord de ventas del huayño Candadito en discos Heriba.

En su vida artística recibió el Disco de Oro en el Perú, la disquera Lauro le confirió una Placa de Plata y un Diploma de Honor por sus grabaciones exitosas en la empresa, recibió el Pututu de Oro de la Prefectura de La Paz, el Misti de Oro en Arequipa, el Micrófono de Plata, el Illimani de Plata, el Disco de Platino, en fin, premios de reconocimiento de una artista que además logró visitar diferentes centros mineros del país, en el Norte de Potosí, Siglo XX, Catavi, Uncía, Llallagua, el Consejo Central Sud en el Departamento de Potosí, Quechisla, Telamayu, Santa Ana, Siete Suyos, Animas, Chorolque, pero también por Las minas de La Paz, Tipuani, Chojlla, Corocoro, Matilde, Bolsa Negra, Milluni, haciendo gustar de las canciones como Clavelito, El Minero, Antawuara, Uchu luru ñawisiti, Cañita Cañaveral entre muchos otros.

Desde el año 2006 radica en Madrid – España, se fue del país para encontrar nuevos espacios de difusión de la música nacional, tuvo la oportunidad de realizar giras artísticas por Europa, recorrió Alemania, Bélgica, Portugal, Roma – Italia, paseo su música también por Estados Unidos y en los últimos años logró realizar presentaciones artísticas también en Arequipa, Cuzco. Puno, Tacna en la República del Perú. Betzabé Iturralde es una artista consagrada, una Reina de la canción boliviana.

BOLIVIA HONRA A SUS MÚSICOS

ROLANDO ENCINAS CALDERON

El Maestro de Música de Maestros

Fundador y director de la orquesta criolla, que ahora tiene 40 años de vida. Investigador y recopilador de la música de antaño, interpretado por la estudiantina desde el año 1985. Es además músico y compositor, paceño de nacimiento, nació en La Hoyada, ahora Ciudad Maravilla el 10 de junio de 1958, cuenta con 66 años, dedicado a la producción musical para un público selecto que gusta de la Música de Maestros, “No es un público masivo” aclara el director.

Zacarias Rolando Encinas Calderón se inició en la interpretación de la música desde muy niño, recuerda que su abuelo, —músico de tradición— marcó en camino del nieto que asumió la decisión de ser músico. Recuerda que su abuelo vestía camisa blanca, pantalón, chaleco, sombrero y zapatos negros, vestimenta que ahora recupera Música de Maestros en sus diferentes presentaciones artísticas. La afición de Rolando por la música se inició en el Colegio Don Bosco en La Paz, posteriormente ingresó al Conservatorio de Música Nacional en La Paz, asimismo, formó parte del Ballet Folclórico dirigido por doña Chela Urquidi.

Se inició como intérprete de la quena, porque Ernesto Cavour, músico de Los Jairas le obsequió una quena que le permitió incursionar en la interpretación de este instrumento nativo y que también ahora, es parte de los instrumentos que prevalecen en Música de Maestros, además de la guitarra, el violín, la concertina y otros, que le dan un estilo particular y original a la orquesta criolla. En su trayectoria de músico fue integrante del grupo Folclore 2000, Los Payas, Los Yuras, Kollamarca, Wara, Bolivian Jazz. Taypi Kala, grupos folclóricos musicales que le dieron una habilidad y la maestría para después encarar la fundación de la Orquesta Criolla un 10 de junio de 1985, junto a Yolanda Mazuelos, de quien Rolando Encinas guarda gratos recuerdos.

Música de Maestros tiene 40 años de carrera musical en el país, cuenta con 21 discos editados, dos discos grabados con la empresa discográfica Discolandia y que son conocidos y difundidos por Radio Panamericana, entre ellos Boquerón Abandonado y los otros 19 discos producidos a cargo de Música de Maestros, según Encinas tiene una difusión muy selectiva y llega a un público que conoce de la interpretación de la música de antaño y que gusta y sigue la producción artística de este grupo musical especializado en la estudiantina.

De sus presentaciones artísticas Encinas destaca principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro donde tienen un público que conoce y aprecia el estilo de Música de Maestros, pero también Rolando Encinas refiere a sus presentaciones en el Japón y Europa donde lograron visitas desde hace 30 años atrás., logrando que el público extranjero guste de la música nacional interpretada por la orquesta criolla, viajes que implican inversión de dinero en pasajes, estadía, alimentación de un grupo de artistas que no sobrepasaba de 12 a 15, de más o menos 35 integrantes del grupo musical, pero podrían intercambiar para permitir que todos los artistas puedan tener la experiencia de actuar para un público extranjero.

Rolando Encinas diríamos que en el país es uno de los pocos artistas que interpreta la concertina, un instrumento que de a poco se va perdiendo y que Música de Maestros lo reivindica en cada una de sus presentaciones. Encinas se siente satisfecho por el apoyo que recibe de su familia que participan de todas las iniciativas, es más, muchos de sus familiares, hijos, primos, tíos son parte de la Orquesta Criolla.

La actividad musical de Rolando Encinas, director de la Orquesta criolla Música de Maestros fue galardonado por el Gobierno Autónomo Municipal de La paz en diciembre de 2020 con la Tea de la Libertad en el Grado de Gran Mérito a cinco décadas como eminente músico, compositor, arreglista de la Música Criolla Nacional. Definitivamente Orlando Encinas es el Embajador de la Música Nacional Criolla, es el “Maestro de Música de Maestros”

HUGO MONZON CARDOZO

Otro Montonero de Méndez en Tarija

Hablar de Los Montoneros de Méndez, un conjunto que interpreta la música folklórica Chapaca por más de 53 años, nos remite a uno de sus integrantes que ahora cuenta con 83 años de vida, el profesor Hugo Monzón Cardozo a quién tuvimos el privilegio de visitarle en su domicilio en la Avenida Panamericana en Tarija ubicado justo al ingreso del Mirador que recibió la visita del Papa Juan Pablo II. En plena esquina está la casa del consagrado artista y difusor de la música folklórica chapaca de Los Montoneros de Méndez, fundado el año 1967 junto a Luís Aldana, Vicente Mealla, Florinda Aparicio y Ciscar Gálvez, grupo al cual después se iría a incorporar el profesor Nilo Soruco siendo el director del grupo durante varios años.

Junto a mi colega periodista Abenor Alfaro, otro chapaco apasionado por su tierra, le visitamos para conversar y comprometerle a una entrevista en Memorias que perduran. Hugo Monzón nació el 1º de abril de 1941, es profesor rural jubilado, pero jubilado también de Los Montoneros de Méndez a la que dedicaron tiempo y pasión por la música chapaca, a través de una producción discográfica abundante y que hace referencia a las vivencias de aquella tierra bendita que inspira poesía, música y letra de compositores como Hugo Monzón y Nilo Soruco, a través de canciones como Chapaco Alzao, La Vidita San Lorenzo, Chapaco soy, Guadalquivir, la Cuesta de Sama, Agüita de Remanso Verde, El Moto Méndez, la Cueca pa’ Vargas, Norita, la Vida es linda, canciones que siguen sonando en las radios de Tarija y del resto del país.

Los Montoneros de Méndez fueron militantes del Partido Comunista de Bolivia y sus canciones de reivindicación social marcaron historia como la Masacre de San Juan en el distrito minero de Siglo XX en el gobierno de René Barrientos Ortuño. Una canción inolvidable y que les abriría el camino del éxito en la producción discográfica en el país es “Tantas idas y venidas”, ganadora en el Festival de la Canción Boliviana realizada en Oruro denominada ¡Aquí canta…Bolivia! donde el año 1969, Los Montoneros de Méndez de Tarija, ocuparon el primer lugar en la Categoría de Conjuntos, tonada que se impuso incluso en la difusión de los programas de las radios de la ciudad que le permitieron abrir horizontes para la presentación del grupo musical, principalmente en los centros mineros del sur y del norte de Potosí, Hugo Monzón recuerda haber actuado en Chorolque, Siete Suyos, Animas, Telamayu, Quechisla, irradiando la música chapaca por todos los confines del país, pero también lograron irradiar su música en Rusia, México, Argentina entre otros países.

Un dato para destacar es la pintura en la pared de la casa externa de Hugo Monzón donde aparece “un mural de construcción colectiva” de gente de pueblo interpretando instrumentos musicales típicos de la región de Tarija, pero además en plena Avenida Panamericana, frente a la casa de Monzón, la presencia del “Paseo de los Cantores” representada por una especie de monumentos de los instrumentos musicales como la caja, el erque, la guitarra, el violín y un el símbolo de un arpegio musical, en reconocimiento por los 50 años de vida de Los Montoneros de Méndez, instaurado por el Gobierno Municipal de Tarija en abril de 2017 en el año del Bicentenario de la Batalla de la Tablada.

El profesor Hugo Monzón señala que la canción de su composición que más le gusta es la cueca “morir cantado”, canción inspirada en su hermano mayor el profesor Nabal Monzón Cardozo, cuando en los últimos momentos de su vida repetía la idea de morir cantando al amanecer, hermano mayor también guitarrista. Cuenta que fueron ocho hermanos y que su padre, el profesor José Manuel Monzón fue músico e intérprete de la guitarra, el charango y el violín, prohibía que sus hijos aprendieran a tocar esos instrumentos, porque terminarían “borrachos”, de manera que los hermanos aprendieron a tocar los instrumentos musicales cuando su padre no estaba en la casa.

JUSTO PONCE CRUZ

Fundador de los Taquipayas en Uyuni

Nació en Uyuni, hijo de un trabajador ferroviario. Su niñez transcurrió en aquella tierra del altiplano potosino hasta que su papá fue transferido por diversos lugares del ramal del tren ferroviario, pero finalmente la ciudad de La Paz, la estación ferroviaria, que le acogió para establecerse en las viviendas que disponía la empresa para sus trabajadores y emprender una nueva forma de vida. Ese fue el espacio de vida y del surgimiento artístico de Justo Ponce Cruz, un adolescente de 16 años que empezó a tocar instrumentos musicales y dar surgimiento a un grupo musical folclórico al que denominaron como Los Taquipayas de Uyuni, junto a músicos también adolescentes que en sus inicios interpretaban música por afición y para satisfacer algunas necesidades propias de los jóvenes de la edad. Cantar y tocar sus instrumentos por dulces, refrescos y galletas.

Los Taquipayas bajo la iniciativa y la dirección de Justo Ponce Cruz surgió un 15 de agosto de 1971, es decir, semana antes del Golpe de Estado de Hugo Banzer Suarez. En sus inicios interpretaban música del norte y del sur de Potosí, pero que no gustaba al público paceño, tan indiferente y hasta hostil, pero que con el transcurso del tiempo lograron ser aceptados, porque además de cantar, lograron incorporar chistes que surgían principalmente del ámbito político, hasta que lograron satisfacer el gusto de los paceños que finalmente terminaron aceptando, asistiendo y aplaudiendo en los conciertos de Los Taquipayas.

Las radios paceñas como la de los Fabriles, denominada después como Radio Continental, Altiplano, Illimani, el Canal Siete Televisión Boliviana, entre otros, se hicieron eco del estilo y de la música interpretada por los Taquipayas. Ponce recuerda que participaban de las presentaciones artísticas acompañando grupos musicales de renombre de la época como los Iracundos, Los Golpes y que actuaban como “teloneros”, pero que no importaba mucho, porque lograron hacerse conocer y producir discos primero con Discolandia y después con Lauro y Cía. en Cochabamba, producción discográfica que en aquel tiempo les permitió estar en todas las radios del país.

Justo Ponce rememora haber conformado el grupo musical de Los Taquipayas en representación de Uyuni, su tierra de nacimiento, y que a lo largo del tiempo le dio la oportunidad de recibir una serie de reconocimientos de las instituciones públicas, privadas, del Senado Nacional, certificados, pergaminos, diplomas, medallas en gran cantidad, por su aporte a la cultura y al folclore boliviano. Lograron realizar presentaciones en todo el país, incluso Pando y Tarija donde Los Taquipayas lograron brillar y gustar del público por la interpretación de sus canciones. Ponce recuerda con mucho cariño los distritos mineros del Consejo Central Sud, la Empresa Minera Quechisla, señala conocer todos los campamentos mineros y de tener parientes dispersados en la empresa y que lleva gratos recuerdos de su estadía en las minas.

Ahora radica en la ciudad de La Paz y el pasado 15 de agosto Los Taquipayas cumplieron 53 años de vida y de aporte al folclore boliviano, con un estilo único e irrepetible en el país. Lástima que no pudieran hacer sus presentaciones de aniversario en el país por el problema de la pandemia del coronavirus, que también afectó a los artistas y que obligó acatar la cuarentena para preservar la salud de todos los bolivianos. Ha sido grato entrevistar a Justo Ponce Cruz, fundador y director de los Taquipayas, que, en el mes de agosto de 2021, cumplieron sus Bodas de Oro y que continúan con un grupo renovado de músicos, interpretando canciones de su propia creación, para satisfacer el gusto musical de un público que ya tiene tradición de seguir y de gustar del estilo de los Taquipayas.

SIEMPRE, DIÁLOGO CONSTRUCTIVO
ORGULLO DE BOLIVIA: POESIA, MÚSICA Y CANTO

ROBERTO SAHONERO GUTIERREZ

Orureño y devoto de la Virgen del Socavón

¿Cómo es posible cumplir cincuenta años de vida artística? Se le preguntó a Roberto Sahonero de los MASIS y entre risas y con mucha seguridad respondió: ¡Así, trabajando nomas!, para nosotros ha sido importante lograr retos y desafíos aclara, el primero, implementar una escuela de música, segundo, crear el Centro Cultural Masis y tercero, la Fundación Cultural con 3 brazos operativos: Centro Cultural como grupo de música, Centro Cultural dedicado a la formación musical y la conformación de la Diablada que participa en la entrada de la Virgen de Guadalupe.

Uno de los logros más importantes según Roberto Sahonero es haber cambiado la mentalidad de Sucre hacia la música andina, gracias a los Juch’uy Masis, chiquillos de 5 a 8 años que interpretando la zampoña han abierto espacios para la enseñanza en colegios fiscales y privados. Además de ser depositarios de tanto patrimonio cultural para difundir en el mundo, a través de conciertos y la enseñanza de instrumentos también en Alemania, Canadá y Estados Unidos.

Roberto Sahonero Gutiérrez es orureño de nacimiento, feliz de ser quirquincho, de madre aimara doña Octavina Gutiérrez Román y de padre Qhochalo don Guillermo Sahonero Rocha, el mejor lucifer de la Fraternidad Cultural de Diablada en Oruro, de quién aprendió desde los 3 años la destreza de la danza y después el canto y la música de personalidades como don Julio Rodríguez Berrios en sus programas de radio y sus maestros de música que le permitieron descubrir sus habilidades y destrezas para el canto. Recuerda que la secundaria estudió en el Colegio Angloamericano, recibiendo una formación sólida, que le permitió acceder a una Beca de Intercambio en Estados Unidos donde se graduó como Bachiller, donde aprendió a querer y valorar a su país desde la distancia.

Dice que siempre tiene presente su devoción a la Virgen del Socavón que marcó y dejó huella como filosofía de vida. De sus recuerdos afloran también su paso por el fútbol siendo parte del infanto juvenil en San José, el equipo minero a sus 10 años y que tuvo que dejar el fútbol por una lesión, pero después logró incursionar en el Basquetbol en Estados Unidos, contando con buenos directores técnicos. A su retorno a Bolivia, radicado en Sucre, fundaron un equipo en la Universidad San Francisco Xavier y lograron un campeonato en San Pablo (Brasil) representando al país. Es profesor de idiomas con dominio del inglés, francés, portugués y alemán, que le permitió comprender las diferentes culturas existentes a lo largo del mundo.

Actualmente, Roberto Sahonero vive en Sucre y la comunidad de Miska Mayu les ha permitido desarrollar toda una propuesta educativa bilingüe quechua – castellano, que incluso sirvió de base para la Reforma Educativa y que responde a una formación integral donde hay corazón, ajayu, espíritu y alma y que es posible desarrollar una institución estable que profundiza las verdaderas raíces de la comunidad. Los Masis de Sucre junto a Roberto Sahonero tienen para otros cincuenta a través de sus hijos, nietos y los niños que empezaron un nuevo proceso formando talentos que puedan dar continuidad a esta experiencia tan enriquecedora que tiene continuidad a través del fortalecimiento del trabajo desarrollado con tanta dedicación en la recuperación de la música para ponerla al servicio del país y del mundo.

BETZABE ITURRALDE

La Reina de la Canción Boliviana

Cuando Betzabé Iturralde Barrancos empezó a incursionar en la vida artística pensaron que era orureña, empezó su actividad artística entre los 12 a 13 años en el Colegio Pantaleón Dalence de Oruro donde sus hermanas mayores la inscribieron en el nivel secundario. Además de estar presente en programas radiales en Radio Emisoras Bolivia, fue precisamente el Dr. Alfredo Lujan Marañón —radialista y periodista orureño— quien motivó su participación en el Festival de la Canción Boliviana Lauro en la ciudad de Cochabamba el año 1971, y que podríamos considerar como el inicio de su carrera artística a nivel competitivo y que le daría la alternativa de grabar discos en Lauro, Heriba, Líder. Discos Sol y que cuenta con 40 producciones musicales y que muchas de ellas lograron un éxito inesperado.

Betzabé Iturralde —quién diría— nació en Ocurí el 30 de mayo de 1960, en la provincia Chayanta en el Norte del Departamento de Potosí, se siente orgullosa de haber nacido en Ocurí. Estudio en la Escuela Daniel Salamanca, recuerda que en su curso eran apenas siete alumnos a los que nunca más volvió a verlos en el futuro. Iturralde rememora que en la escuela fue la Reina y que siempre le gustaba participar de las horas cívicas declamando y cantando música del acervo nacional. Comenta que volvió a su pueblo natal hace dos años atrás y que vio con sorpresa el progreso del pueblo, cuenta con un hospital, campos deportivos, la escuela donde estudio aún mantiene la estructura antigua, pero que se logró construir una nueva y amplia escuela, Iturralde siente que hay mejor desarrollo.

De Ocurí su pueblo natal, Betsabé Iturralde recuerda a su padre don Eusebio Iturralde y doña Valeriana Barrancos de Iturralde. Su padre un industrial minero que permitió que sus hijos se fueran a la ciudad de Oruro para estudiar en el Colegio Secundario. En el caso de Betzabé se fue concluido el ciclo primario, porque en Ocurí no existía otra alternativa de continuar sus estudios. De Ocurí recuerda las fiestas de Carnaval, de Todos los Santos, la Navidad y el Año Nuevo, pero destaca además la tradición de la elaboración del chuño, de hecho, Ocurí estaba considerada como “La Capital del Chuño”, el mejor chuño de Bolivia asegura Iturralde.

Recuerda también los juegos infantiles como la Tuncuna, el jugar a cocinar, los chuwis, “una infancia muy sana”, destaca nuestra entrevistada. El año 2021 Betzabé Iturralde cumplió sus Bodas de Oro, es decir, 50 años de actividad artística que le deparó una serie de reconocimientos, medallas, pergaminos, diplomas principalmente por el éxito logrado en la interpretación de canciones que gustaron en el público boliviano.

El año 1972 en Cochabamba, en el Festival de la Canción Boliviana Lauro fue elegida como la Ñusta del Folklore, el año 73 recibió el Disco de Plata por el récord de ventas de sus primeros discos en Lauro y Cia, el 74 recibió la Pantalla de Oro de TV boliviana por ser la artista más destacada del año, el 76 el disco de Plata otorgado por la disquera Heriba, el 80 el Disco de Oro por el récord de ventas del huayño Candadito en discos Heriba.

En su vida artística recibió el Disco de Oro en el Perú, la disquera Lauro le confirió una Placa de Plata y un Diploma de Honor por sus grabaciones exitosas en la empresa, recibió el Pututu de Oro de la Prefectura de La Paz, el Misti de Oro en Arequipa, el Micrófono de Plata, el Illimani de Plata, el Disco de Platino, en fin, premios de reconocimiento de una artista que además logró visitar diferentes centros mineros del país, en el Norte de Potosí, Siglo XX, Catavi, Uncía, Llallagua, el Consejo Central Sud en el Departamento de Potosí, Quechisla, Telamayu, Santa Ana, Siete Suyos, Animas, Chorolque, pero también por Las minas de La Paz, Tipuani, Chojlla, Corocoro, Matilde, Bolsa Negra, Milluni, haciendo gustar de las canciones como Clavelito, El Minero, Antawuara, Uchu luru ñawisiti, Cañita Cañaveral entre muchos otros.

Desde el año 2006 radica en Madrid – España, se fue del país para encontrar nuevos espacios de difusión de la música nacional, tuvo la oportunidad de realizar giras artísticas por Europa, recorrió Alemania, Bélgica, Portugal, Roma – Italia, paseo su música también por Estados Unidos y en los últimos años logró realizar presentaciones artísticas también en Arequipa, Cuzco. Puno, Tacna en la República del Perú. Betzabé Iturralde es una artista consagrada, una Reina de la canción boliviana.

ROLANDO ENCINAS CALDERON

El Maestro de Música de Maestros

Fundador y director de la orquesta criolla, que ahora tiene 40 años de vida. Investigador y recopilador de la música de antaño, interpretado por la estudiantina desde el año 1985. Es además músico y compositor, paceño de nacimiento, nació en La Hoyada, ahora Ciudad Maravilla el 10 de junio de 1958, cuenta con 66 años, dedicado a la producción musical para un público selecto que gusta de la Música de Maestros, “No es un público masivo” aclara el director.

Zacarias Rolando Encinas Calderón se inició en la interpretación de la música desde muy niño, recuerda que su abuelo, —músico de tradición— marcó en camino del nieto que asumió la decisión de ser músico. Recuerda que su abuelo vestía camisa blanca, pantalón, chaleco, sombrero y zapatos negros, vestimenta que ahora recupera Música de Maestros en sus diferentes presentaciones artísticas. La afición de Rolando por la música se inició en el Colegio Don Bosco en La Paz, posteriormente ingresó al Conservatorio de Música Nacional en La Paz, asimismo, formó parte del Ballet Folclórico dirigido por doña Chela Urquidi.

Se inició como intérprete de la quena, porque Ernesto Cavour, músico de Los Jairas le obsequió una quena que le permitió incursionar en la interpretación de este instrumento nativo y que también ahora, es parte de los instrumentos que prevalecen en Música de Maestros, además de la guitarra, el violín, la concertina y otros, que le dan un estilo particular y original a la orquesta criolla. En su trayectoria de músico fue integrante del grupo Folclore 2000, Los Payas, Los Yuras, Kollamarca, Wara, Bolivian Jazz. Taypi Kala, grupos folclóricos musicales que le dieron una habilidad y la maestría para después encarar la fundación de la Orquesta Criolla un 10 de junio de 1985, junto a Yolanda Mazuelos, de quien Rolando Encinas guarda gratos recuerdos.

Música de Maestros tiene 40 años de carrera musical en el país, cuenta con 21 discos editados, dos discos grabados con la empresa discográfica Discolandia y que son conocidos y difundidos por Radio Panamericana, entre ellos Boquerón Abandonado y los otros 19 discos producidos a cargo de Música de Maestros, según Encinas tiene una difusión muy selectiva y llega a un público que conoce de la interpretación de la música de antaño y que gusta y sigue la producción artística de este grupo musical especializado en la estudiantina.

De sus presentaciones artísticas Encinas destaca principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro donde tienen un público que conoce y aprecia el estilo de Música de Maestros, pero también Rolando Encinas refiere a sus presentaciones en el Japón y Europa donde lograron visitas desde hace 30 años atrás., logrando que el público extranjero guste de la música nacional interpretada por la orquesta criolla, viajes que implican inversión de dinero en pasajes, estadía, alimentación de un grupo de artistas que no sobrepasaba de 12 a 15, de más o menos 35 integrantes del grupo musical, pero podrían intercambiar para permitir que todos los artistas puedan tener la experiencia de actuar para un público extranjero.

Rolando Encinas diríamos que en el país es uno de los pocos artistas que interpreta la concertina, un instrumento que de a poco se va perdiendo y que Música de Maestros lo reivindica en cada una de sus presentaciones. Encinas se siente satisfecho por el apoyo que recibe de su familia que participan de todas las iniciativas, es más, muchos de sus familiares, hijos, primos, tíos son parte de la Orquesta Criolla.

La actividad musical de Rolando Encinas, director de la Orquesta criolla Música de Maestros fue galardonado por el Gobierno Autónomo Municipal de La paz en diciembre de 2020 con la Tea de la Libertad en el Grado de Gran Mérito a cinco décadas como eminente músico, compositor, arreglista de la Música Criolla Nacional. Definitivamente Orlando Encinas es el Embajador de la Música Nacional Criolla, es el “Maestro de Música de Maestros”

HUGO MONZON CARDOZO

Otro Montonero de Méndez en Tarija

Hablar de Los Montoneros de Méndez, un conjunto que interpreta la música folklórica Chapaca por más de 53 años, nos remite a uno de sus integrantes que ahora cuenta con 83 años de vida, el profesor Hugo Monzón Cardozo a quién tuvimos el privilegio de visitarle en su domicilio en la Avenida Panamericana en Tarija ubicado justo al ingreso del Mirador que recibió la visita del Papa Juan Pablo II. En plena esquina está la casa del consagrado artista y difusor de la música folklórica chapaca de Los Montoneros de Méndez, fundado el año 1967 junto a Luís Aldana, Vicente Mealla, Florinda Aparicio y Ciscar Gálvez, grupo al cual después se iría a incorporar el profesor Nilo Soruco siendo el director del grupo durante varios años.

Junto a mi colega periodista Abenor Alfaro, otro chapaco apasionado por su tierra, le visitamos para conversar y comprometerle a una entrevista en Memorias que perduran. Hugo Monzón nació el 1º de abril de 1941, es profesor rural jubilado, pero jubilado también de Los Montoneros de Méndez a la que dedicaron tiempo y pasión por la música chapaca, a través de una producción discográfica abundante y que hace referencia a las vivencias de aquella tierra bendita que inspira poesía, música y letra de compositores como Hugo Monzón y Nilo Soruco, a través de canciones como Chapaco Alzao, La Vidita San Lorenzo, Chapaco soy, Guadalquivir, la Cuesta de Sama, Agüita de Remanso Verde, El Moto Méndez, la Cueca pa’ Vargas, Norita, la Vida es linda, canciones que siguen sonando en las radios de Tarija y del resto del país.

Los Montoneros de Méndez fueron militantes del Partido Comunista de Bolivia y sus canciones de reivindicación social marcaron historia como la Masacre de San Juan en el distrito minero de Siglo XX en el gobierno de René Barrientos Ortuño. Una canción inolvidable y que les abriría el camino del éxito en la producción discográfica en el país es “Tantas idas y venidas”, ganadora en el Festival de la Canción Boliviana realizada en Oruro denominada ¡Aquí canta…Bolivia! donde el año 1969, Los Montoneros de Méndez de Tarija, ocuparon el primer lugar en la Categoría de Conjuntos, tonada que se impuso incluso en la difusión de los programas de las radios de la ciudad que le permitieron abrir horizontes para la presentación del grupo musical, principalmente en los centros mineros del sur y del norte de Potosí, Hugo Monzón recuerda haber actuado en Chorolque, Siete Suyos, Animas, Telamayu, Quechisla, irradiando la música chapaca por todos los confines del país, pero también lograron irradiar su música en Rusia, México, Argentina entre otros países.

Un dato para destacar es la pintura en la pared de la casa externa de Hugo Monzón donde aparece “un mural de construcción colectiva” de gente de pueblo interpretando instrumentos musicales típicos de la región de Tarija, pero además en plena Avenida Panamericana, frente a la casa de Monzón, la presencia del “Paseo de los Cantores” representada por una especie de monumentos de los instrumentos musicales como la caja, el erque, la guitarra, el violín y un el símbolo de un arpegio musical, en reconocimiento por los 50 años de vida de Los Montoneros de Méndez, instaurado por el Gobierno Municipal de Tarija en abril de 2017 en el año del Bicentenario de la Batalla de la Tablada.

El profesor Hugo Monzón señala que la canción de su composición que más le gusta es la cueca “morir cantado”, canción inspirada en su hermano mayor el profesor Nabal Monzón Cardozo, cuando en los últimos momentos de su vida repetía la idea de morir cantando al amanecer, hermano mayor también guitarrista. Cuenta que fueron ocho hermanos y que su padre, el profesor José Manuel Monzón fue músico e intérprete de la guitarra, el charango y el violín, prohibía que sus hijos aprendieran a tocar esos instrumentos, porque terminarían “borrachos”, de manera que los hermanos aprendieron a tocar los instrumentos musicales cuando su padre no estaba en la casa.

BOLIVIA HONRA A SUS MÚSICOS

JUSTO PONCE CRUZ

Fundador de los Taquipayas en Uyuni

Nació en Uyuni, hijo de un trabajador ferroviario. Su niñez transcurrió en aquella tierra del altiplano potosino hasta que su papá fue transferido por diversos lugares del ramal del tren ferroviario, pero finalmente la ciudad de La Paz, la estación ferroviaria, que le acogió para establecerse en las viviendas que disponía la empresa para sus trabajadores y emprender una nueva forma de vida. Ese fue el espacio de vida y del surgimiento artístico de Justo Ponce Cruz, un adolescente de 16 años que empezó a tocar instrumentos musicales y dar surgimiento a un grupo musical folclórico al que denominaron como Los Taquipayas de Uyuni, junto a músicos también adolescentes que en sus inicios interpretaban música por afición y para satisfacer algunas necesidades propias de los jóvenes de la edad. Cantar y tocar sus instrumentos por dulces, refrescos y galletas.

Los Taquipayas bajo la iniciativa y la dirección de Justo Ponce Cruz surgió un 15 de agosto de 1971, es decir, semana antes del Golpe de Estado de Hugo Banzer Suarez. En sus inicios interpretaban música del norte y del sur de Potosí, pero que no gustaba al público paceño, tan indiferente y hasta hostil, pero que con el transcurso del tiempo lograron ser aceptados, porque además de cantar, lograron incorporar chistes que surgían principalmente del ámbito político, hasta que lograron satisfacer el gusto de los paceños que finalmente terminaron aceptando, asistiendo y aplaudiendo en los conciertos de Los Taquipayas.

Las radios paceñas como la de los Fabriles, denominada después como Radio Continental, Altiplano, Illimani, el Canal Siete Televisión Boliviana, entre otros, se hicieron eco del estilo y de la música interpretada por los Taquipayas. Ponce recuerda que participaban de las presentaciones artísticas acompañando grupos musicales de renombre de la época como los Iracundos, Los Golpes y que actuaban como “teloneros”, pero que no importaba mucho, porque lograron hacerse conocer y producir discos primero con Discolandia y después con Lauro y Cía. en Cochabamba, producción discográfica que en aquel tiempo les permitió estar en todas las radios del país.

Justo Ponce rememora haber conformado el grupo musical de Los Taquipayas en representación de Uyuni, su tierra de nacimiento, y que a lo largo del tiempo le dio la oportunidad de recibir una serie de reconocimientos de las instituciones públicas, privadas, del Senado Nacional, certificados, pergaminos, diplomas, medallas en gran cantidad, por su aporte a la cultura y al folclore boliviano. Lograron realizar presentaciones en todo el país, incluso Pando y Tarija donde Los Taquipayas lograron brillar y gustar del público por la interpretación de sus canciones. Ponce recuerda con mucho cariño los distritos mineros del Consejo Central Sud, la Empresa Minera Quechisla, señala conocer todos los campamentos mineros y de tener parientes dispersados en la empresa y que lleva gratos recuerdos de su estadía en las minas.

Ahora radica en la ciudad de La Paz y el pasado 15 de agosto Los Taquipayas cumplieron 53 años de vida y de aporte al folclore boliviano, con un estilo único e irrepetible en el país. Lástima que no pudieran hacer sus presentaciones de aniversario en el país por el problema de la pandemia del coronavirus, que también afectó a los artistas y que obligó acatar la cuarentena para preservar la salud de todos los bolivianos. Ha sido grato entrevistar a Justo Ponce Cruz, fundador y director de los Taquipayas, que, en el mes de agosto de 2021, cumplieron sus Bodas de Oro y que continúan con un grupo renovado de músicos, interpretando canciones de su propia creación, para satisfacer el gusto musical de un público que ya tiene tradición de seguir y de gustar del estilo de los Taquipayas.

ROBERTO SAHONERO GUTIERREZ

Orureño y devoto de la Virgen del Socavón

¿Cómo es posible cumplir cincuenta años de vida artística? Se le preguntó a Roberto Sahonero de los MASIS y entre risas y con mucha seguridad respondió: ¡Así, trabajando nomas!, para nosotros ha sido importante lograr retos y desafíos aclara, el primero, implementar una escuela de música, segundo, crear el Centro Cultural Masis y tercero, la Fundación Cultural con 3 brazos operativos: Centro Cultural como grupo de música, Centro Cultural dedicado a la formación musical y la conformación de la Diablada que participa en la entrada de la Virgen de Guadalupe.

Uno de los logros más importantes según Roberto Sahonero es haber cambiado la mentalidad de Sucre hacia la música andina, gracias a los Juch’uy Masis, chiquillos de 5 a 8 años que interpretando la zampoña han abierto espacios para la enseñanza en colegios fiscales y privados. Además de ser depositarios de tanto patrimonio cultural para difundir en el mundo, a través de conciertos y la enseñanza de instrumentos también en Alemania, Canadá y Estados Unidos.

Roberto Sahonero Gutiérrez es orureño de nacimiento, feliz de ser quirquincho, de madre aimara doña Octavina Gutiérrez Román y de padre Qhochalo don Guillermo Sahonero Rocha, el mejor lucifer de la Fraternidad Cultural de Diablada en Oruro, de quién aprendió desde los 3 años la destreza de la danza y después el canto y la música de personalidades como don Julio Rodríguez Berrios en sus programas de radio y sus maestros de música que le permitieron descubrir sus habilidades y destrezas para el canto. Recuerda que la secundaria estudió en el Colegio Angloamericano, recibiendo una formación sólida, que le permitió acceder a una Beca de Intercambio en Estados Unidos donde se graduó como Bachiller, donde aprendió a querer y valorar a su país desde la distancia.

Dice que siempre tiene presente su devoción a la Virgen del Socavón que marcó y dejó huella como filosofía de vida. De sus recuerdos afloran también su paso por el fútbol siendo parte del infanto juvenil en San José, el equipo minero a sus 10 años y que tuvo que dejar el fútbol por una lesión, pero después logró incursionar en el Basquetbol en Estados Unidos, contando con buenos directores técnicos. A su retorno a Bolivia, radicado en Sucre, fundaron un equipo en la Universidad San Francisco Xavier y lograron un campeonato en San Pablo (Brasil) representando al país. Es profesor de idiomas con dominio del inglés, francés, portugués y alemán, que le permitió comprender las diferentes culturas existentes a lo largo del mundo.

Actualmente, Roberto Sahonero vive en Sucre y la comunidad de Miska Mayu les ha permitido desarrollar toda una propuesta educativa bilingüe quechua – castellano, que incluso sirvió de base para la Reforma Educativa y que responde a una formación integral donde hay corazón, ajayu, espíritu y alma y que es posible desarrollar una institución estable que profundiza las verdaderas raíces de la comunidad. Los Masis de Sucre junto a Roberto Sahonero tienen para otros cincuenta a través de sus hijos, nietos y los niños que empezaron un nuevo proceso formando talentos que puedan dar continuidad a esta experiencia tan enriquecedora que tiene continuidad a través del fortalecimiento del trabajo desarrollado con tanta dedicación en la recuperación de la música para ponerla al servicio del país y del mundo.

JAIME JUNARO (QEPD)

Un cantor por la libertad y la esperanza

“En este país hace falta mano dura, todo el mundo hace lo que quiere” señala Jaime Jenaro, canta autor que ha tomado muy en serio esa pasión por cantar a la libertad, a la esperanza por una vida mejor, a la pobreza. Aclaró, asimismo, que “hay un gobierno que maneja todas las instancias a su favor, sus partidarios aprovechan eso, encarcelan inocentes y dejan libres a los culpables”, Junaro asegura que, en este tiempo, su música cobra vigencia porque le cantan a la injusticia, a la falta de educación, al amor nuevo, a las ganas de vivir”.

Considera que “el país se está muriendo, en vez de ir adelante vamos para atrás”. Jaime Junaro, orureño de nacimiento, asegura que vino a esta vida para cantar, que el canto vino junto a él, pero que desde niño recibió la influencia de la mamá y del papá. Recuerda que la mamá se pasaba la mayor parte del tiempo en la cocina, pelando papas, preparando la comida, canturreaba y él se ponía a los pies y escuchaba el canto de la mamá, empezó cantando en la casa, la escuela, la parroquia y siempre soñó con ser un buen cantante y comprometido con la música que acompaña la vida cotidiana de la gente.

De su papá recuerda que vendía vitrolas acompañado de discos de cantantes como Gladys Moreno, Arturo Sobenes, las hermanas Arteaga, el dúo Larrea - Terán y que tenía que dar cuerda a la vitrola, escuchar y gustar de la canción “Pan de arroz” de Sobenes y que no existe una versión como la que escuchaba, pero también Gladys Moreno le dejo huella por la calidad y la exigencia de la música que interpretaba en aquellos tiempos. Recuerda también que su papá en sus años mozos era cantante de tango y que en una ocasión llegaron a Oruro Alberto Castillo y el argentino Ledezma, grandes exponentes del tango argentino y que al mismo tiempo en una tienda vendían aparatos de marca Telefunken.

Con esos ejemplos y la condición natural se ha permitido buscar nuevas expresiones, adaptar el lenguaje y el momento que se vive para incorporar esos temas en la composición de sus canciones. Empezó cantando como solista, pero su influencia llegó también a sus hermanos César y Emma Junaro. Con su hermano César y Carlos López conformaron Savia Nueva y le dieron un estilo diferente cantando canciones del folclore Latinoamericano, pero también composiciones del grupo como “Paloma”, “Los mineros volveremos”, “Yo te nombro libertad”, “Mientras estás ausente” entre muchos otros que marcaron éxito, pero además interpretación de canciones de Víctor Heredia como “deja la vida volar”, “sobreviviendo”.

Recuerda que también Savia Nueva en una época estuvo con formada por Willy Claure y Yalo Cuellar. Junaro considera que Savia Nueva en la dictadura militar eran considerados como “voceros peligrosos”, García Meza provocó un Golpe Militar muy bien organizado que persiguió incluso a los artistas y tuvieron que salir al exilio a Perú y después vivir durante 4 Años en Ecuador, donde impusieron su música viajando por todo el Ecuador. A su retorno a Bolivia, recuerda que llenaron conciertos y el público volvió a gustar de su música. Jaime Junaro radicado en la ciudad de Cochabamba, vivía en la Casa de Reposo La Colonia, donde tuvimos el gusto de visitarle y rememorar una semblanza llena de emociones y de recuerdos.

DELFIN SEJAS

El mago del teclado

Los tarateños y huanuneños se disputan el nacimiento de don Delfín Sejas Zurita, pianista, compositor, profesor de música y reconocido como el Mago del Teclado a nivel nacional. Nació un 24 de diciembre de 1934 en Tarata, a sus 5 años sus padres por razones de trabajo se fueron a vivir a Huanuni, provincia Pantaleón Dalence, Oruro donde permaneció por espacio de dos décadas. En Huanuni fue a la escuela fiscal Eduardo Abaroa, al colegio secundario Víctor Paz Estenssoro.

Trabajó en la empresa Minera Huanuni desde su adolescencia siendo Encargado de Almacenes, Planillero, Auxiliar de Contabilidad, Jefe de Sueldos y Jornales. Renunció a su trabajo por la aplicación del Plan Triangular y la rebaja de salarios a los mineros, en la presidencia de René Barrientos Ortuño el año 1966. Ese mismo año hasta 1968 se incorpora como Profesor en la misma localidad de Huanuni, para después retornar a Cochabamba y empezar su trabajo como profesor de música en el Colegio José Quintín Mendoza, habiendo posteriormente accedido al título de profesor en la Normal “Oscar Unzaga de la Vega” por exigencias del Ministerio de Educación que pedía que los profesores interinos logren una formación académica superior.

Delfín Sejas pianista autodidacta, señala que su afición por el piano surgió precisamente a los 5 años con un piano que disponía Radio Nacional de Huanuni, donde aprendió a tocar de manera espontánea y sin intervención de alguien que oriente su cualidad artística innata. Su carrera artística se inició precisamente en Radio Nacional de Huanuni en el programa “Lluvia de melodías” donde interpretaba el piano con una serie de canciones del folklore nacional e internacional que le abrieron la puerta al éxito.

En la habitación donde tiene el piano don Delfín Sejas se encuentra una serie de distinciones que recibió a lo largo de su vida artística, condecoraciones, plaqueta con el Condor de los Andes, Plaqueta al Piano Tradicional, Pergamino al Mérito Musical de nuestra Patria, Reconocimiento de un Lingote de Estaño, Medalla de Oro por el Festival de Música Latina a Nivel Internacional, entre otros, además de Ordenanzas Municipales de Tarata y Huanuni que le declaran como “Hijo Predilecto” reconociendo su labor artística a nivel nacional.

Delfín Sejas participó en Conciertos y Recitales, realizó conciertos en todos los departamentos del país, cuenta con 34 volúmenes (discos de vinilo) que han sido convertidos a sistema digital. Asimismo, participó en Conciertos y Recitales en la Argentina, Perú, Chile, España, Francia y Estados Unidos. Interpreta música folklórica nacional en todos sus ritmos, boleros, bossa-nova, cumbias, zambas, con mucho éxito.

VIVEN EN LA MEMORIA
ORGULLO DE BOLIVIA: POESIA, MÚSICA Y CANTO

BONNY ALBERTO TERAN

Su vocación por el charango y la docencia

Bonifacio Alberto Terán es un afamado charanguista norte potosino. Nació en Caripuyo, provincia Alonso de Ibáñez en el sudeste del departamento de Potosí, un pueblo dedicado a la agricultura, donde no existe un solo caripuyeño que no interprete el charango, instrumento musical que caracteriza la región con sus huayños, kaluyos y cuecas con un estilo propio e incomparable con las de otros pueblos del mismo Norte de Potosí.

Además de ser un popular interprete del charango, Bonny Alberto Terán es profesor. Estudió en la Norma de Paracaya, pero terminó la profesión en la Normal de Chayanta donde trabajó como docente y al poco tiempo recibió el nombramiento de Rector. Asimismo, en Tarija asistió al Instituto Superior de Educación Rural (ISER) para continuar su formación académica.

Incursiona en el ámbito artístico en los finales de la década de los ’60 con Lauro y Cía. Se inicia grabando un disco de vinilo de 4 canciones de corta duración, gracias a su persistencia con el responsable de la producción, don Panchito Sosa quien además le sugirió adoptar el nombre de Bonny por cuestiones del mercado, no así el nombre de Bonifacio con el que fue bautizado por sus padres. Pasada la prueba y la aceptación del gerente, don Laureano Rojas empezaría una trayectoria artística, incorporando los ritmos del Norte de Potosí en el acervo nacional.

Bonny recuerda que el año 1985, año en que se aplicó el modelo neoliberal, tuvo que migrar hacia la Argentina para quedarse un año, al final transcurrió diez años en la Argentina donde puso su talento musical al servicio de los migrantes bolivianos, con actuación en teatros y acontecimientos sociales que le dieron estabilidad laboral, cantando sus huayños inolvidables como Basta corazón, Donata, Delincuente, Abierto mi corazón, Celosa, Caripuyo torrecita, Papel de plata entre otros.

Luego el año 1997 decidió volver al país por presión de sus hijos, con la alternativa de radicar en Caripuyo, —su pueblo natal—, después migrar a Llallagua, Oruro, finalmente el destino fue Cochabamba, el Barrio Minero Kami donde radica actualmente y recibe a los artistas en su estudio lleno de condecoraciones, medallas, certificados, premios de su participación en festivales de la canción folclórica boliviana, fotografías, discos de vinilo de su producción, además de una colección de charangos que interpreta según la ocasión.

Jubilado del magisterio, dice disponer de cierta libertad para viajar por el país a ofrecer conciertos de charango y amenizar fiestas que le permiten generar recursos económicos para vivir con dignidad, como merece un artista de la talla de Bonny Alberto Terán, un charanguista de categoría en el país.

SIEMPRE, DIÁLOGO CONSTRUCTIVO
MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

ALFREDO COCA ANTEZANA

La maestría y su pasión por el charango

Arquitecto de profesión, maestro con el charango su pasión. Fue cultivando el gusto por este instrumento de cuerdas desde los 14 años, por influencia de la familia, principalmente su padre y su tío Gíldaro Antezana, un eminente pintor fallecido en accidente de bus, a quienes recuerda con especial cariño y aprecio, porque aprendió a ejecutar el charango de manera autodidacta, pero siempre con el acompañamiento familiar que le permitió adquirir habilidades y destrezas para convertirse en un charanguista reconocido y valorado a nivel nacional.

A la fecha, Alfredo Coca lleva un promedio de cuarenta y cuatro años interpretando su charango, recuperando e investigando la música del acervo nacional en todos sus ritmos. Se inició como solista, pero a lo largo de su trayectoria logró participar de diferentes grupos musicales, entre ellos Yerba Buena, Quipus, Kollasuyu Ñan, Proyección, Amaru, Savia Andina, Grupo Sacambaya, pero también participó acompañando a Zulma Yugar en presentaciones y conciertos a nivel nacional. Los diez últimos años interpreta su charango otra vez como solista. Dispone de una colección de CDs de cuecas, kaluyos, taquiraris, cuecas, chobenas, huayños, pasacalles, tonadas donde se puede apreciar la maestría y la pasión con que ejecuta su charango.

Em su condición de presidente de la Sociedad Boliviana del Charango, (2003 – 2009) logró la aprobación de un Proyecto de Ley para que en las escuelas del país se enseñe a ejecutar el charango como parte de la formación integral de niños y niñas en edad escolar. Asimismo, en la ciudad de Potosí organizó un concierto con la orquesta de los mil charangos con participación de charanguistas de todo el país y que fueron convocados por correo electrónico y teléfono fijo, tal que ese concierto se encuentra registrado en el libro Guinness de récords.

BETZABE ITURRALDE

La Reina de la Canción Boliviana

Cuando Betzabé Iturralde Barrancos empezó a incursionar en la vida artística pensaron que era orureña, empezó su actividad artística entre los 12 a 13 años en el Colegio Pantaleón Dalence de Oruro donde sus hermanas mayores la inscribieron en el nivel secundario. Además de estar presente en programas radiales en Radio Emisoras Bolivia, fue precisamente el Dr. Alfredo Lujan Marañón —radialista y periodista orureño— quien motivó su participación en el Festival de la Canción Boliviana Lauro en la ciudad de Cochabamba el año 1971, y que podríamos considerar como el inicio de su carrera artística a nivel competitivo y que le daría la alternativa de grabar discos en Lauro, Heriba, Líder. Discos Sol y que cuenta con 40 producciones musicales y que muchas de ellas lograron un éxito inesperado.

Betzabé Iturralde —quién diría— nació en Ocurí el 30 de mayo de 1960, en la provincia Chayanta en el Norte del Departamento de Potosí, se siente orgullosa de haber nacido en Ocurí. Estudio en la Escuela Daniel Salamanca, recuerda que en su curso eran apenas siete alumnos a los que nunca más volvió a verlos en el futuro. Iturralde rememora que en la escuela fue la Reina y que siempre le gustaba participar de las horas cívicas declamando y cantando música del acervo nacional. Comenta que volvió a su pueblo natal hace dos años atrás y que vio con sorpresa el progreso del pueblo, cuenta con un hospital, campos deportivos, la escuela donde estudio aún mantiene la estructura antigua, pero que se logró construir una nueva y amplia escuela, Iturralde siente que hay mejor desarrollo.

De Ocurí su pueblo natal, Betsabé Iturralde recuerda a su padre don Eusebio Iturralde y doña Valeriana Barrancos de Iturralde. Su padre un industrial minero que permitió que sus hijos se fueran a la ciudad de Oruro para estudiar en el Colegio Secundario. En el caso de Betzabé se fue concluido el ciclo primario, porque en Ocurí no existía otra alternativa de continuar sus estudios. De Ocurí recuerda las fiestas de Carnaval, de Todos los Santos, la Navidad y el Año Nuevo, pero destaca además la tradición de la elaboración del chuño, de hecho, Ocurí estaba considerada como “La Capital del Chuño”, el mejor chuño de Bolivia asegura Iturralde.

Recuerda también los juegos infantiles como la Tuncuna, el jugar a cocinar, los chuwis, “una infancia muy sana”, destaca nuestra entrevistada. El año 2021 Betzabé Iturralde cumplió sus Bodas de Oro, es decir, 50 años de actividad artística que le deparó una serie de reconocimientos, medallas, pergaminos, diplomas principalmente por el éxito logrado en la interpretación de canciones que gustaron en el público boliviano.

El año 1972 en Cochabamba, en el Festival de la Canción Boliviana Lauro fue elegida como la Ñusta del Folklore, el año 73 recibió el Disco de Plata por el récord de ventas de sus primeros discos en Lauro y Cia, el 74 recibió la Pantalla de Oro de TV boliviana por ser la artista más destacada del año, el 76 el disco de Plata otorgado por la disquera Heriba, el 80 el Disco de Oro por el récord de ventas del huayño Candadito en discos Heriba.

En su vida artística recibió el Disco de Oro en el Perú, la disquera Lauro le confirió una Placa de Plata y un Diploma de Honor por sus grabaciones exitosas en la empresa, recibió el Pututu de Oro de la Prefectura de La Paz, el Misti de Oro en Arequipa, el Micrófono de Plata, el Illimani de Plata, el Disco de Platino, en fin, premios de reconocimiento de una artista que además logró visitar diferentes centros mineros del país, en el Norte de Potosí, Siglo XX, Catavi, Uncía, Llallagua, el Consejo Central Sud en el Departamento de Potosí, Quechisla, Telamayu, Santa Ana, Siete Suyos, Animas, Chorolque, pero también por Las minas de La Paz, Tipuani, Chojlla, Corocoro, Matilde, Bolsa Negra, Milluni, haciendo gustar de las canciones como Clavelito, El Minero, Antawuara, Uchu luru ñawisiti, Cañita Cañaveral entre muchos otros.

Desde el año 2006 radica en Madrid – España, se fue del país para encontrar nuevos espacios de difusión de la música nacional, tuvo la oportunidad de realizar giras artísticas por Europa, recorrió Alemania, Bélgica, Portugal, Roma – Italia, paseo su música también por Estados Unidos y en los últimos años logró realizar presentaciones artísticas también en Arequipa, Cuzco. Puno, Tacna en la República del Perú. Betzabé Iturralde es una artista consagrada, una Reina de la canción boliviana.

BOLIVIA HONRA A SUS MÚSICOS
VIVEN EN LA MEMORIA

ROLANDO ENCINAS CALDERON

El Maestro de Música de Maestros

Fundador y director de la orquesta criolla, que ahora tiene 40 años de vida. Investigador y recopilador de la música de antaño, interpretado por la estudiantina desde el año 1985. Es además músico y compositor, paceño de nacimiento, nació en La Hoyada, ahora Ciudad Maravilla el 10 de junio de 1958, cuenta con 66 años, dedicado a la producción musical para un público selecto que gusta de la Música de Maestros, “No es un público masivo” aclara el director.

Zacarias Rolando Encinas Calderón se inició en la interpretación de la música desde muy niño, recuerda que su abuelo, —músico de tradición— marcó en camino del nieto que asumió la decisión de ser músico. Recuerda que su abuelo vestía camisa blanca, pantalón, chaleco, sombrero y zapatos negros, vestimenta que ahora recupera Música de Maestros en sus diferentes presentaciones artísticas. La afición de Rolando por la música se inició en el Colegio Don Bosco en La Paz, posteriormente ingresó al Conservatorio de Música Nacional en La Paz, asimismo, formó parte del Ballet Folclórico dirigido por doña Chela Urquidi.

Se inició como intérprete de la quena, porque Ernesto Cavour, músico de Los Jairas le obsequió una quena que le permitió incursionar en la interpretación de este instrumento nativo y que también ahora, es parte de los instrumentos que prevalecen en Música de Maestros, además de la guitarra, el violín, la concertina y otros, que le dan un estilo particular y original a la orquesta criolla. En su trayectoria de músico fue integrante del grupo Folclore 2000, Los Payas, Los Yuras, Kollamarca, Wara, Bolivian Jazz. Taypi Kala, grupos folclóricos musicales que le dieron una habilidad y la maestría para después encarar la fundación de la Orquesta Criolla un 10 de junio de 1985, junto a Yolanda Mazuelos, de quien Rolando Encinas guarda gratos recuerdos.

Música de Maestros tiene 40 años de carrera musical en el país, cuenta con 21 discos editados, dos discos grabados con la empresa discográfica Discolandia y que son conocidos y difundidos por Radio Panamericana, entre ellos Boquerón Abandonado y los otros 19 discos producidos a cargo de Música de Maestros, según Encinas tiene una difusión muy selectiva y llega a un público que conoce de la interpretación de la música de antaño y que gusta y sigue la producción artística de este grupo musical especializado en la estudiantina.

De sus presentaciones artísticas Encinas destaca principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro donde tienen un público que conoce y aprecia el estilo de Música de Maestros, pero también Rolando Encinas refiere a sus presentaciones en el Japón y Europa donde lograron visitas desde hace 30 años atrás., logrando que el público extranjero guste de la música nacional interpretada por la orquesta criolla, viajes que implican inversión de dinero en pasajes, estadía, alimentación de un grupo de artistas que no sobrepasaba de 12 a 15, de más o menos 35 integrantes del grupo musical, pero podrían intercambiar para permitir que todos los artistas puedan tener la experiencia de actuar para un público extranjero.

Rolando Encinas diríamos que en el país es uno de los pocos artistas que interpreta la concertina, un instrumento que de a poco se va perdiendo y que Música de Maestros lo reivindica en cada una de sus presentaciones. Encinas se siente satisfecho por el apoyo que recibe de su familia que participan de todas las iniciativas, es más, muchos de sus familiares, hijos, primos, tíos son parte de la Orquesta Criolla.

La actividad musical de Rolando Encinas, director de la Orquesta criolla Música de Maestros fue galardonado por el Gobierno Autónomo Municipal de La paz en diciembre de 2020 con la Tea de la Libertad en el Grado de Gran Mérito a cinco décadas como eminente músico, compositor, arreglista de la Música Criolla Nacional. Definitivamente Orlando Encinas es el Embajador de la Música Nacional Criolla, es el “Maestro de Música de Maestros”

HUGO MONZON CARDOZO

Otro Montonero de Méndez en Tarija

Hablar de Los Montoneros de Méndez, un conjunto que interpreta la música folklórica Chapaca por más de 53 años, nos remite a uno de sus integrantes que ahora cuenta con 83 años de vida, el profesor Hugo Monzón Cardozo a quién tuvimos el privilegio de visitarle en su domicilio en la Avenida Panamericana en Tarija ubicado justo al ingreso del Mirador que recibió la visita del Papa Juan Pablo II. En plena esquina está la casa del consagrado artista y difusor de la música folklórica chapaca de Los Montoneros de Méndez, fundado el año 1967 junto a Luís Aldana, Vicente Mealla, Florinda Aparicio y Ciscar Gálvez, grupo al cual después se iría a incorporar el profesor Nilo Soruco siendo el director del grupo durante varios años.

Junto a mi colega periodista Abenor Alfaro, otro chapaco apasionado por su tierra, le visitamos para conversar y comprometerle a una entrevista en Memorias que perduran. Hugo Monzón nació el 1º de abril de 1941, es profesor rural jubilado, pero jubilado también de Los Montoneros de Méndez a la que dedicaron tiempo y pasión por la música chapaca, a través de una producción discográfica abundante y que hace referencia a las vivencias de aquella tierra bendita que inspira poesía, música y letra de compositores como Hugo Monzón y Nilo Soruco, a través de canciones como Chapaco Alzao, La Vidita San Lorenzo, Chapaco soy, Guadalquivir, la Cuesta de Sama, Agüita de Remanso Verde, El Moto Méndez, la Cueca pa’ Vargas, Norita, la Vida es linda, canciones que siguen sonando en las radios de Tarija y del resto del país.

Los Montoneros de Méndez fueron militantes del Partido Comunista de Bolivia y sus canciones de reivindicación social marcaron historia como la Masacre de San Juan en el distrito minero de Siglo XX en el gobierno de René Barrientos Ortuño. Una canción inolvidable y que les abriría el camino del éxito en la producción discográfica en el país es “Tantas idas y venidas”, ganadora en el Festival de la Canción Boliviana realizada en Oruro denominada ¡Aquí canta…Bolivia! donde el año 1969, Los Montoneros de Méndez de Tarija, ocuparon el primer lugar en la Categoría de Conjuntos, tonada que se impuso incluso en la difusión de los programas de las radios de la ciudad que le permitieron abrir horizontes para la presentación del grupo musical, principalmente en los centros mineros del sur y del norte de Potosí, Hugo Monzón recuerda haber actuado en Chorolque, Siete Suyos, Animas, Telamayu, Quechisla, irradiando la música chapaca por todos los confines del país, pero también lograron irradiar su música en Rusia, México, Argentina entre otros países.

Un dato para destacar es la pintura en la pared de la casa externa de Hugo Monzón donde aparece “un mural de construcción colectiva” de gente de pueblo interpretando instrumentos musicales típicos de la región de Tarija, pero además en plena Avenida Panamericana, frente a la casa de Monzón, la presencia del “Paseo de los Cantores” representada por una especie de monumentos de los instrumentos musicales como la caja, el erque, la guitarra, el violín y un el símbolo de un arpegio musical, en reconocimiento por los 50 años de vida de Los Montoneros de Méndez, instaurado por el Gobierno Municipal de Tarija en abril de 2017 en el año del Bicentenario de la Batalla de la Tablada.

El profesor Hugo Monzón señala que la canción de su composición que más le gusta es la cueca “morir cantado”, canción inspirada en su hermano mayor el profesor Nabal Monzón Cardozo, cuando en los últimos momentos de su vida repetía la idea de morir cantando al amanecer, hermano mayor también guitarrista. Cuenta que fueron ocho hermanos y que su padre, el profesor José Manuel Monzón fue músico e intérprete de la guitarra, el charango y el violín, prohibía que sus hijos aprendieran a tocar esos instrumentos, porque terminarían “borrachos”, de manera que los hermanos aprendieron a tocar los instrumentos musicales cuando su padre no estaba en la casa.

JUSTO PONCE CRUZ

Fundador de los Taquipayas en Uyuni

Nació en Uyuni, hijo de un trabajador ferroviario. Su niñez transcurrió en aquella tierra del altiplano potosino hasta que su papá fue transferido por diversos lugares del ramal del tren ferroviario, pero finalmente la ciudad de La Paz, la estación ferroviaria, que le acogió para establecerse en las viviendas que disponía la empresa para sus trabajadores y emprender una nueva forma de vida. Ese fue el espacio de vida y del surgimiento artístico de Justo Ponce Cruz, un adolescente de 16 años que empezó a tocar instrumentos musicales y dar surgimiento a un grupo musical folclórico al que denominaron como Los Taquipayas de Uyuni, junto a músicos también adolescentes que en sus inicios interpretaban música por afición y para satisfacer algunas necesidades propias de los jóvenes de la edad. Cantar y tocar sus instrumentos por dulces, refrescos y galletas.

Los Taquipayas bajo la iniciativa y la dirección de Justo Ponce Cruz surgió un 15 de agosto de 1971, es decir, semana antes del Golpe de Estado de Hugo Banzer Suarez. En sus inicios interpretaban música del norte y del sur de Potosí, pero que no gustaba al público paceño, tan indiferente y hasta hostil, pero que con el transcurso del tiempo lograron ser aceptados, porque además de cantar, lograron incorporar chistes que surgían principalmente del ámbito político, hasta que lograron satisfacer el gusto de los paceños que finalmente terminaron aceptando, asistiendo y aplaudiendo en los conciertos de Los Taquipayas.

Las radios paceñas como la de los Fabriles, denominada después como Radio Continental, Altiplano, Illimani, el Canal Siete Televisión Boliviana, entre otros, se hicieron eco del estilo y de la música interpretada por los Taquipayas. Ponce recuerda que participaban de las presentaciones artísticas acompañando grupos musicales de renombre de la época como los Iracundos, Los Golpes y que actuaban como “teloneros”, pero que no importaba mucho, porque lograron hacerse conocer y producir discos primero con Discolandia y después con Lauro y Cía. en Cochabamba, producción discográfica que en aquel tiempo les permitió estar en todas las radios del país.

Justo Ponce rememora haber conformado el grupo musical de Los Taquipayas en representación de Uyuni, su tierra de nacimiento, y que a lo largo del tiempo le dio la oportunidad de recibir una serie de reconocimientos de las instituciones públicas, privadas, del Senado Nacional, certificados, pergaminos, diplomas, medallas en gran cantidad, por su aporte a la cultura y al folclore boliviano. Lograron realizar presentaciones en todo el país, incluso Pando y Tarija donde Los Taquipayas lograron brillar y gustar del público por la interpretación de sus canciones. Ponce recuerda con mucho cariño los distritos mineros del Consejo Central Sud, la Empresa Minera Quechisla, señala conocer todos los campamentos mineros y de tener parientes dispersados en la empresa y que lleva gratos recuerdos de su estadía en las minas.

Ahora radica en la ciudad de La Paz y el pasado 15 de agosto Los Taquipayas cumplieron 53 años de vida y de aporte al folclore boliviano, con un estilo único e irrepetible en el país. Lástima que no pudieran hacer sus presentaciones de aniversario en el país por el problema de la pandemia del coronavirus, que también afectó a los artistas y que obligó acatar la cuarentena para preservar la salud de todos los bolivianos. Ha sido grato entrevistar a Justo Ponce Cruz, fundador y director de los Taquipayas, que, en el mes de agosto de 2021, cumplieron sus Bodas de Oro y que continúan con un grupo renovado de músicos, interpretando canciones de su propia creación, para satisfacer el gusto musical de un público que ya tiene tradición de seguir y de gustar del estilo de los Taquipayas.

ROBERTO SAHONERO GUTIERREZ

Orureño y devoto de la Virgen del Socavón

¿Cómo es posible cumplir cincuenta años de vida artística? Se le preguntó a Roberto Sahonero de los MASIS y entre risas y con mucha seguridad respondió: ¡Así, trabajando nomas!, para nosotros ha sido importante lograr retos y desafíos aclara, el primero, implementar una escuela de música, segundo, crear el Centro Cultural Masis y tercero, la Fundación Cultural con 3 brazos operativos: Centro Cultural como grupo de música, Centro Cultural dedicado a la formación musical y la conformación de la Diablada que participa en la entrada de la Virgen de Guadalupe.

Uno de los logros más importantes según Roberto Sahonero es haber cambiado la mentalidad de Sucre hacia la música andina, gracias a los Juch’uy Masis, chiquillos de 5 a 8 años que interpretando la zampoña han abierto espacios para la enseñanza en colegios fiscales y privados. Además de ser depositarios de tanto patrimonio cultural para difundir en el mundo, a través de conciertos y la enseñanza de instrumentos también en Alemania, Canadá y Estados Unidos.

Roberto Sahonero Gutiérrez es orureño de nacimiento, feliz de ser quirquincho, de madre aimara doña Octavina Gutiérrez Román y de padre Qhochalo don Guillermo Sahonero Rocha, el mejor lucifer de la Fraternidad Cultural de Diablada en Oruro, de quién aprendió desde los 3 años la destreza de la danza y después el canto y la música de personalidades como don Julio Rodríguez Berrios en sus programas de radio y sus maestros de música que le permitieron descubrir sus habilidades y destrezas para el canto. Recuerda que la secundaria estudió en el Colegio Angloamericano, recibiendo una formación sólida, que le permitió acceder a una Beca de Intercambio en Estados Unidos donde se graduó como Bachiller, donde aprendió a querer y valorar a su país desde la distancia.

Dice que siempre tiene presente su devoción a la Virgen del Socavón que marcó y dejó huella como filosofía de vida. De sus recuerdos afloran también su paso por el fútbol siendo parte del infanto juvenil en San José, el equipo minero a sus 10 años y que tuvo que dejar el fútbol por una lesión, pero después logró incursionar en el Basquetbol en Estados Unidos, contando con buenos directores técnicos. A su retorno a Bolivia, radicado en Sucre, fundaron un equipo en la Universidad San Francisco Xavier y lograron un campeonato en San Pablo (Brasil) representando al país. Es profesor de idiomas con dominio del inglés, francés, portugués y alemán, que le permitió comprender las diferentes culturas existentes a lo largo del mundo.

Actualmente, Roberto Sahonero vive en Sucre y la comunidad de Miska Mayu les ha permitido desarrollar toda una propuesta educativa bilingüe quechua – castellano, que incluso sirvió de base para la Reforma Educativa y que responde a una formación integral donde hay corazón, ajayu, espíritu y alma y que es posible desarrollar una institución estable que profundiza las verdaderas raíces de la comunidad. Los Masis de Sucre junto a Roberto Sahonero tienen para otros cincuenta a través de sus hijos, nietos y los niños que empezaron un nuevo proceso formando talentos que puedan dar continuidad a esta experiencia tan enriquecedora que tiene continuidad a través del fortalecimiento del trabajo desarrollado con tanta dedicación en la recuperación de la música para ponerla al servicio del país y del mundo.

ORGULLO DE BOLIVIA: POESIA, MÚSICA Y CANTO
SIEMPRE, DIÁLOGO CONSTRUCTIVO

JAIME JUNARO (QEPD)

Un cantor por la libertad y la esperanza

“En este país hace falta mano dura, todo el mundo hace lo que quiere” señala Jaime Jenaro, canta autor que ha tomado muy en serio esa pasión por cantar a la libertad, a la esperanza por una vida mejor, a la pobreza. Aclaró, asimismo, que “hay un gobierno que maneja todas las instancias a su favor, sus partidarios aprovechan eso, encarcelan inocentes y dejan libres a los culpables”, Junaro asegura que, en este tiempo, su música cobra vigencia porque le cantan a la injusticia, a la falta de educación, al amor nuevo, a las ganas de vivir”.

Considera que “el país se está muriendo, en vez de ir adelante vamos para atrás”. Jaime Junaro, orureño de nacimiento, asegura que vino a esta vida para cantar, que el canto vino junto a él, pero que desde niño recibió la influencia de la mamá y del papá. Recuerda que la mamá se pasaba la mayor parte del tiempo en la cocina, pelando papas, preparando la comida, canturreaba y él se ponía a los pies y escuchaba el canto de la mamá, empezó cantando en la casa, la escuela, la parroquia y siempre soñó con ser un buen cantante y comprometido con la música que acompaña la vida cotidiana de la gente.

De su papá recuerda que vendía vitrolas acompañado de discos de cantantes como Gladys Moreno, Arturo Sobenes, las hermanas Arteaga, el dúo Larrea - Terán y que tenía que dar cuerda a la vitrola, escuchar y gustar de la canción “Pan de arroz” de Sobenes y que no existe una versión como la que escuchaba, pero también Gladys Moreno le dejo huella por la calidad y la exigencia de la música que interpretaba en aquellos tiempos. Recuerda también que su papá en sus años mozos era cantante de tango y que en una ocasión llegaron a Oruro Alberto Castillo y el argentino Ledezma, grandes exponentes del tango argentino y que al mismo tiempo en una tienda vendían aparatos de marca Telefunken.

Con esos ejemplos y la condición natural se ha permitido buscar nuevas expresiones, adaptar el lenguaje y el momento que se vive para incorporar esos temas en la composición de sus canciones. Empezó cantando como solista, pero su influencia llegó también a sus hermanos César y Emma Junaro. Con su hermano César y Carlos López conformaron Savia Nueva y le dieron un estilo diferente cantando canciones del folclore Latinoamericano, pero también composiciones del grupo como “Paloma”, “Los mineros volveremos”, “Yo te nombro libertad”, “Mientras estás ausente” entre muchos otros que marcaron éxito, pero además interpretación de canciones de Víctor Heredia como “deja la vida volar”, “sobreviviendo”.

Recuerda que también Savia Nueva en una época estuvo con formada por Willy Claure y Yalo Cuellar. Junaro considera que Savia Nueva en la dictadura militar eran considerados como “voceros peligrosos”, García Meza provocó un Golpe Militar muy bien organizado que persiguió incluso a los artistas y tuvieron que salir al exilio a Perú y después vivir durante 4 Años en Ecuador, donde impusieron su música viajando por todo el Ecuador. A su retorno a Bolivia, recuerda que llenaron conciertos y el público volvió a gustar de su música. Jaime Junaro radicado en la ciudad de Cochabamba, vivía en la Casa de Reposo La Colonia, donde tuvimos el gusto de visitarle y rememorar una semblanza llena de emociones y de recuerdos.

DELFIN SEJAS

El mago del teclado

Los tarateños y huanuneños se disputan el nacimiento de don Delfín Sejas Zurita, pianista, compositor, profesor de música y reconocido como el Mago del Teclado a nivel nacional. Nació un 24 de diciembre de 1934 en Tarata, a sus 5 años sus padres por razones de trabajo se fueron a vivir a Huanuni, provincia Pantaleón Dalence, Oruro donde permaneció por espacio de dos décadas. En Huanuni fue a la escuela fiscal Eduardo Abaroa, al colegio secundario Víctor Paz Estenssoro.

Trabajó en la empresa Minera Huanuni desde su adolescencia siendo Encargado de Almacenes, Planillero, Auxiliar de Contabilidad, Jefe de Sueldos y Jornales. Renunció a su trabajo por la aplicación del Plan Triangular y la rebaja de salarios a los mineros, en la presidencia de René Barrientos Ortuño el año 1966. Ese mismo año hasta 1968 se incorpora como Profesor en la misma localidad de Huanuni, para después retornar a Cochabamba y empezar su trabajo como profesor de música en el Colegio José Quintín Mendoza, habiendo posteriormente accedido al título de profesor en la Normal “Oscar Unzaga de la Vega” por exigencias del Ministerio de Educación que pedía que los profesores interinos logren una formación académica superior.

Delfín Sejas pianista autodidacta, señala que su afición por el piano surgió precisamente a los 5 años con un piano que disponía Radio Nacional de Huanuni, donde aprendió a tocar de manera espontánea y sin intervención de alguien que oriente su cualidad artística innata. Su carrera artística se inició precisamente en Radio Nacional de Huanuni en el programa “Lluvia de melodías” donde interpretaba el piano con una serie de canciones del folklore nacional e internacional que le abrieron la puerta al éxito.

En la habitación donde tiene el piano don Delfín Sejas se encuentra una serie de distinciones que recibió a lo largo de su vida artística, condecoraciones, plaqueta con el Condor de los Andes, Plaqueta al Piano Tradicional, Pergamino al Mérito Musical de nuestra Patria, Reconocimiento de un Lingote de Estaño, Medalla de Oro por el Festival de Música Latina a Nivel Internacional, entre otros, además de Ordenanzas Municipales de Tarata y Huanuni que le declaran como “Hijo Predilecto” reconociendo su labor artística a nivel nacional.

Delfín Sejas participó en Conciertos y Recitales, realizó conciertos en todos los departamentos del país, cuenta con 34 volúmenes (discos de vinilo) que han sido convertidos a sistema digital. Asimismo, participó en Conciertos y Recitales en la Argentina, Perú, Chile, España, Francia y Estados Unidos. Interpreta música folklórica nacional en todos sus ritmos, boleros, bossa-nova, cumbias, zambas, con mucho éxito.

VIVEN EN LA MEMORIA
BOLIVIA HONRA A SUS MÚSICOS

BETZABE ITURRALDE

La Reina de la Canción Boliviana

Cuando Betzabé Iturralde Barrancos empezó a incursionar en la vida artística pensaron que era orureña, empezó su actividad artística entre los 12 a 13 años en el Colegio Pantaleón Dalence de Oruro donde sus hermanas mayores la inscribieron en el nivel secundario. Además de estar presente en programas radiales en Radio Emisoras Bolivia, fue precisamente el Dr. Alfredo Lujan Marañón —radialista y periodista orureño— quien motivó su participación en el Festival de la Canción Boliviana Lauro en la ciudad de Cochabamba el año 1971, y que podríamos considerar como el inicio de su carrera artística a nivel competitivo y que le daría la alternativa de grabar discos en Lauro, Heriba, Líder. Discos Sol y que cuenta con 40 producciones musicales y que muchas de ellas lograron un éxito inesperado.

Betzabé Iturralde —quién diría— nació en Ocurí el 30 de mayo de 1960, en la provincia Chayanta en el Norte del Departamento de Potosí, se siente orgullosa de haber nacido en Ocurí. Estudio en la Escuela Daniel Salamanca, recuerda que en su curso eran apenas siete alumnos a los que nunca más volvió a verlos en el futuro. Iturralde rememora que en la escuela fue la Reina y que siempre le gustaba participar de las horas cívicas declamando y cantando música del acervo nacional. Comenta que volvió a su pueblo natal hace dos años atrás y que vio con sorpresa el progreso del pueblo, cuenta con un hospital, campos deportivos, la escuela donde estudio aún mantiene la estructura antigua, pero que se logró construir una nueva y amplia escuela, Iturralde siente que hay mejor desarrollo.

De Ocurí su pueblo natal, Betsabé Iturralde recuerda a su padre don Eusebio Iturralde y doña Valeriana Barrancos de Iturralde. Su padre un industrial minero que permitió que sus hijos se fueran a la ciudad de Oruro para estudiar en el Colegio Secundario. En el caso de Betzabé se fue concluido el ciclo primario, porque en Ocurí no existía otra alternativa de continuar sus estudios. De Ocurí recuerda las fiestas de Carnaval, de Todos los Santos, la Navidad y el Año Nuevo, pero destaca además la tradición de la elaboración del chuño, de hecho, Ocurí estaba considerada como “La Capital del Chuño”, el mejor chuño de Bolivia asegura Iturralde.

Recuerda también los juegos infantiles como la Tuncuna, el jugar a cocinar, los chuwis, “una infancia muy sana”, destaca nuestra entrevistada. El año 2021 Betzabé Iturralde cumplió sus Bodas de Oro, es decir, 50 años de actividad artística que le deparó una serie de reconocimientos, medallas, pergaminos, diplomas principalmente por el éxito logrado en la interpretación de canciones que gustaron en el público boliviano.

El año 1972 en Cochabamba, en el Festival de la Canción Boliviana Lauro fue elegida como la Ñusta del Folklore, el año 73 recibió el Disco de Plata por el récord de ventas de sus primeros discos en Lauro y Cia, el 74 recibió la Pantalla de Oro de TV boliviana por ser la artista más destacada del año, el 76 el disco de Plata otorgado por la disquera Heriba, el 80 el Disco de Oro por el récord de ventas del huayño Candadito en discos Heriba.

En su vida artística recibió el Disco de Oro en el Perú, la disquera Lauro le confirió una Placa de Plata y un Diploma de Honor por sus grabaciones exitosas en la empresa, recibió el Pututu de Oro de la Prefectura de La Paz, el Misti de Oro en Arequipa, el Micrófono de Plata, el Illimani de Plata, el Disco de Platino, en fin, premios de reconocimiento de una artista que además logró visitar diferentes centros mineros del país, en el Norte de Potosí, Siglo XX, Catavi, Uncía, Llallagua, el Consejo Central Sud en el Departamento de Potosí, Quechisla, Telamayu, Santa Ana, Siete Suyos, Animas, Chorolque, pero también por Las minas de La Paz, Tipuani, Chojlla, Corocoro, Matilde, Bolsa Negra, Milluni, haciendo gustar de las canciones como Clavelito, El Minero, Antawuara, Uchu luru ñawisiti, Cañita Cañaveral entre muchos otros.

Desde el año 2006 radica en Madrid – España, se fue del país para encontrar nuevos espacios de difusión de la música nacional, tuvo la oportunidad de realizar giras artísticas por Europa, recorrió Alemania, Bélgica, Portugal, Roma – Italia, paseo su música también por Estados Unidos y en los últimos años logró realizar presentaciones artísticas también en Arequipa, Cuzco. Puno, Tacna en la República del Perú. Betzabé Iturralde es una artista consagrada, una Reina de la canción boliviana.

ORGULLO DE BOLIVIA: POESIA, MÚSICA Y CANTO
SIEMPRE, DIÁLOGO CONSTRUCTIVO

ROLANDO ENCINAS CALDERON

El Maestro de Música de Maestros

Fundador y director de la orquesta criolla, que ahora tiene 40 años de vida. Investigador y recopilador de la música de antaño, interpretado por la estudiantina desde el año 1985. Es además músico y compositor, paceño de nacimiento, nació en La Hoyada, ahora Ciudad Maravilla el 10 de junio de 1958, cuenta con 66 años, dedicado a la producción musical para un público selecto que gusta de la Música de Maestros, “No es un público masivo” aclara el director.

Zacarias Rolando Encinas Calderón se inició en la interpretación de la música desde muy niño, recuerda que su abuelo, —músico de tradición— marcó en camino del nieto que asumió la decisión de ser músico. Recuerda que su abuelo vestía camisa blanca, pantalón, chaleco, sombrero y zapatos negros, vestimenta que ahora recupera Música de Maestros en sus diferentes presentaciones artísticas. La afición de Rolando por la música se inició en el Colegio Don Bosco en La Paz, posteriormente ingresó al Conservatorio de Música Nacional en La Paz, asimismo, formó parte del Ballet Folclórico dirigido por doña Chela Urquidi.

Se inició como intérprete de la quena, porque Ernesto Cavour, músico de Los Jairas le obsequió una quena que le permitió incursionar en la interpretación de este instrumento nativo y que también ahora, es parte de los instrumentos que prevalecen en Música de Maestros, además de la guitarra, el violín, la concertina y otros, que le dan un estilo particular y original a la orquesta criolla. En su trayectoria de músico fue integrante del grupo Folclore 2000, Los Payas, Los Yuras, Kollamarca, Wara, Bolivian Jazz. Taypi Kala, grupos folclóricos musicales que le dieron una habilidad y la maestría para después encarar la fundación de la Orquesta Criolla un 10 de junio de 1985, junto a Yolanda Mazuelos, de quien Rolando Encinas guarda gratos recuerdos.

Música de Maestros tiene 40 años de carrera musical en el país, cuenta con 21 discos editados, dos discos grabados con la empresa discográfica Discolandia y que son conocidos y difundidos por Radio Panamericana, entre ellos Boquerón Abandonado y los otros 19 discos producidos a cargo de Música de Maestros, según Encinas tiene una difusión muy selectiva y llega a un público que conoce de la interpretación de la música de antaño y que gusta y sigue la producción artística de este grupo musical especializado en la estudiantina.

De sus presentaciones artísticas Encinas destaca principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro donde tienen un público que conoce y aprecia el estilo de Música de Maestros, pero también Rolando Encinas refiere a sus presentaciones en el Japón y Europa donde lograron visitas desde hace 30 años atrás., logrando que el público extranjero guste de la música nacional interpretada por la orquesta criolla, viajes que implican inversión de dinero en pasajes, estadía, alimentación de un grupo de artistas que no sobrepasaba de 12 a 15, de más o menos 35 integrantes del grupo musical, pero podrían intercambiar para permitir que todos los artistas puedan tener la experiencia de actuar para un público extranjero.

Rolando Encinas diríamos que en el país es uno de los pocos artistas que interpreta la concertina, un instrumento que de a poco se va perdiendo y que Música de Maestros lo reivindica en cada una de sus presentaciones. Encinas se siente satisfecho por el apoyo que recibe de su familia que participan de todas las iniciativas, es más, muchos de sus familiares, hijos, primos, tíos son parte de la Orquesta Criolla.

La actividad musical de Rolando Encinas, director de la Orquesta criolla Música de Maestros fue galardonado por el Gobierno Autónomo Municipal de La paz en diciembre de 2020 con la Tea de la Libertad en el Grado de Gran Mérito a cinco décadas como eminente músico, compositor, arreglista de la Música Criolla Nacional. Definitivamente Orlando Encinas es el Embajador de la Música Nacional Criolla, es el “Maestro de Música de Maestros”

MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS

HUGO MONZON CARDOZO

Otro Montonero de Méndez en Tarija

Hablar de Los Montoneros de Méndez, un conjunto que interpreta la música folklórica Chapaca por más de 53 años, nos remite a uno de sus integrantes que ahora cuenta con 83 años de vida, el profesor Hugo Monzón Cardozo a quién tuvimos el privilegio de visitarle en su domicilio en la Avenida Panamericana en Tarija ubicado justo al ingreso del Mirador que recibió la visita del Papa Juan Pablo II. En plena esquina está la casa del consagrado artista y difusor de la música folklórica chapaca de Los Montoneros de Méndez, fundado el año 1967 junto a Luís Aldana, Vicente Mealla, Florinda Aparicio y Ciscar Gálvez, grupo al cual después se iría a incorporar el profesor Nilo Soruco siendo el director del grupo durante varios años.

Junto a mi colega periodista Abenor Alfaro, otro chapaco apasionado por su tierra, le visitamos para conversar y comprometerle a una entrevista en Memorias que perduran. Hugo Monzón nació el 1º de abril de 1941, es profesor rural jubilado, pero jubilado también de Los Montoneros de Méndez a la que dedicaron tiempo y pasión por la música chapaca, a través de una producción discográfica abundante y que hace referencia a las vivencias de aquella tierra bendita que inspira poesía, música y letra de compositores como Hugo Monzón y Nilo Soruco, a través de canciones como Chapaco Alzao, La Vidita San Lorenzo, Chapaco soy, Guadalquivir, la Cuesta de Sama, Agüita de Remanso Verde, El Moto Méndez, la Cueca pa’ Vargas, Norita, la Vida es linda, canciones que siguen sonando en las radios de Tarija y del resto del país.

Los Montoneros de Méndez fueron militantes del Partido Comunista de Bolivia y sus canciones de reivindicación social marcaron historia como la Masacre de San Juan en el distrito minero de Siglo XX en el gobierno de René Barrientos Ortuño. Una canción inolvidable y que les abriría el camino del éxito en la producción discográfica en el país es “Tantas idas y venidas”, ganadora en el Festival de la Canción Boliviana realizada en Oruro denominada ¡Aquí canta…Bolivia! donde el año 1969, Los Montoneros de Méndez de Tarija, ocuparon el primer lugar en la Categoría de Conjuntos, tonada que se impuso incluso en la difusión de los programas de las radios de la ciudad que le permitieron abrir horizontes para la presentación del grupo musical, principalmente en los centros mineros del sur y del norte de Potosí, Hugo Monzón recuerda haber actuado en Chorolque, Siete Suyos, Animas, Telamayu, Quechisla, irradiando la música chapaca por todos los confines del país, pero también lograron irradiar su música en Rusia, México, Argentina entre otros países.

Un dato para destacar es la pintura en la pared de la casa externa de Hugo Monzón donde aparece “un mural de construcción colectiva” de gente de pueblo interpretando instrumentos musicales típicos de la región de Tarija, pero además en plena Avenida Panamericana, frente a la casa de Monzón, la presencia del “Paseo de los Cantores” representada por una especie de monumentos de los instrumentos musicales como la caja, el erque, la guitarra, el violín y un el símbolo de un arpegio musical, en reconocimiento por los 50 años de vida de Los Montoneros de Méndez, instaurado por el Gobierno Municipal de Tarija en abril de 2017 en el año del Bicentenario de la Batalla de la Tablada.

El profesor Hugo Monzón señala que la canción de su composición que más le gusta es la cueca “morir cantado”, canción inspirada en su hermano mayor el profesor Nabal Monzón Cardozo, cuando en los últimos momentos de su vida repetía la idea de morir cantando al amanecer, hermano mayor también guitarrista. Cuenta que fueron ocho hermanos y que su padre, el profesor José Manuel Monzón fue músico e intérprete de la guitarra, el charango y el violín, prohibía que sus hijos aprendieran a tocar esos instrumentos, porque terminarían “borrachos”, de manera que los hermanos aprendieron a tocar los instrumentos musicales cuando su padre no estaba en la casa.

VIVEN EN LA MEMORIA
SIEMPRE, DIÁLOGO CONSTRUCTIVO
BOLIVIA HONRA A SUS MÚSICOS
VIVEN EN LA MEMORIA

BETZABE ITURRALDE

La Reina de la Canción Boliviana

Cuando Betzabé Iturralde Barrancos empezó a incursionar en la vida artística pensaron que era orureña, empezó su actividad artística entre los 12 a 13 años en el Colegio Pantaleón Dalence de Oruro donde sus hermanas mayores la inscribieron en el nivel secundario. Además de estar presente en programas radiales en Radio Emisoras Bolivia, fue precisamente el Dr. Alfredo Lujan Marañón —radialista y periodista orureño— quien motivó su participación en el Festival de la Canción Boliviana Lauro en la ciudad de Cochabamba el año 1971, y que podríamos considerar como el inicio de su carrera artística a nivel competitivo y que le daría la alternativa de grabar discos en Lauro, Heriba, Líder. Discos Sol y que cuenta con 40 producciones musicales y que muchas de ellas lograron un éxito inesperado.

Betzabé Iturralde —quién diría— nació en Ocurí el 30 de mayo de 1960, en la provincia Chayanta en el Norte del Departamento de Potosí, se siente orgullosa de haber nacido en Ocurí. Estudio en la Escuela Daniel Salamanca, recuerda que en su curso eran apenas siete alumnos a los que nunca más volvió a verlos en el futuro. Iturralde rememora que en la escuela fue la Reina y que siempre le gustaba participar de las horas cívicas declamando y cantando música del acervo nacional. Comenta que volvió a su pueblo natal hace dos años atrás y que vio con sorpresa el progreso del pueblo, cuenta con un hospital, campos deportivos, la escuela donde estudio aún mantiene la estructura antigua, pero que se logró construir una nueva y amplia escuela, Iturralde siente que hay mejor desarrollo.

De Ocurí su pueblo natal, Betsabé Iturralde recuerda a su padre don Eusebio Iturralde y doña Valeriana Barrancos de Iturralde. Su padre un industrial minero que permitió que sus hijos se fueran a la ciudad de Oruro para estudiar en el Colegio Secundario. En el caso de Betzabé se fue concluido el ciclo primario, porque en Ocurí no existía otra alternativa de continuar sus estudios. De Ocurí recuerda las fiestas de Carnaval, de Todos los Santos, la Navidad y el Año Nuevo, pero destaca además la tradición de la elaboración del chuño, de hecho, Ocurí estaba considerada como “La Capital del Chuño”, el mejor chuño de Bolivia asegura Iturralde.

Recuerda también los juegos infantiles como la Tuncuna, el jugar a cocinar, los chuwis, “una infancia muy sana”, destaca nuestra entrevistada. El año 2021 Betzabé Iturralde cumplió sus Bodas de Oro, es decir, 50 años de actividad artística que le deparó una serie de reconocimientos, medallas, pergaminos, diplomas principalmente por el éxito logrado en la interpretación de canciones que gustaron en el público boliviano.

El año 1972 en Cochabamba, en el Festival de la Canción Boliviana Lauro fue elegida como la Ñusta del Folklore, el año 73 recibió el Disco de Plata por el récord de ventas de sus primeros discos en Lauro y Cia, el 74 recibió la Pantalla de Oro de TV boliviana por ser la artista más destacada del año, el 76 el disco de Plata otorgado por la disquera Heriba, el 80 el Disco de Oro por el récord de ventas del huayño Candadito en discos Heriba.

En su vida artística recibió el Disco de Oro en el Perú, la disquera Lauro le confirió una Placa de Plata y un Diploma de Honor por sus grabaciones exitosas en la empresa, recibió el Pututu de Oro de la Prefectura de La Paz, el Misti de Oro en Arequipa, el Micrófono de Plata, el Illimani de Plata, el Disco de Platino, en fin, premios de reconocimiento de una artista que además logró visitar diferentes centros mineros del país, en el Norte de Potosí, Siglo XX, Catavi, Uncía, Llallagua, el Consejo Central Sud en el Departamento de Potosí, Quechisla, Telamayu, Santa Ana, Siete Suyos, Animas, Chorolque, pero también por Las minas de La Paz, Tipuani, Chojlla, Corocoro, Matilde, Bolsa Negra, Milluni, haciendo gustar de las canciones como Clavelito, El Minero, Antawuara, Uchu luru ñawisiti, Cañita Cañaveral entre muchos otros.

Desde el año 2006 radica en Madrid – España, se fue del país para encontrar nuevos espacios de difusión de la música nacional, tuvo la oportunidad de realizar giras artísticas por Europa, recorrió Alemania, Bélgica, Portugal, Roma – Italia, paseo su música también por Estados Unidos y en los últimos años logró realizar presentaciones artísticas también en Arequipa, Cuzco. Puno, Tacna en la República del Perú. Betzabé Iturralde es una artista consagrada, una Reina de la canción boliviana.

ROLANDO ENCINAS CALDERON

El Maestro de Música de Maestros

Fundador y director de la orquesta criolla, que ahora tiene 40 años de vida. Investigador y recopilador de la música de antaño, interpretado por la estudiantina desde el año 1985. Es además músico y compositor, paceño de nacimiento, nació en La Hoyada, ahora Ciudad Maravilla el 10 de junio de 1958, cuenta con 66 años, dedicado a la producción musical para un público selecto que gusta de la Música de Maestros, “No es un público masivo” aclara el director.

Zacarias Rolando Encinas Calderón se inició en la interpretación de la música desde muy niño, recuerda que su abuelo, —músico de tradición— marcó en camino del nieto que asumió la decisión de ser músico. Recuerda que su abuelo vestía camisa blanca, pantalón, chaleco, sombrero y zapatos negros, vestimenta que ahora recupera Música de Maestros en sus diferentes presentaciones artísticas. La afición de Rolando por la música se inició en el Colegio Don Bosco en La Paz, posteriormente ingresó al Conservatorio de Música Nacional en La Paz, asimismo, formó parte del Ballet Folclórico dirigido por doña Chela Urquidi.

Se inició como intérprete de la quena, porque Ernesto Cavour, músico de Los Jairas le obsequió una quena que le permitió incursionar en la interpretación de este instrumento nativo y que también ahora, es parte de los instrumentos que prevalecen en Música de Maestros, además de la guitarra, el violín, la concertina y otros, que le dan un estilo particular y original a la orquesta criolla. En su trayectoria de músico fue integrante del grupo Folclore 2000, Los Payas, Los Yuras, Kollamarca, Wara, Bolivian Jazz. Taypi Kala, grupos folclóricos musicales que le dieron una habilidad y la maestría para después encarar la fundación de la Orquesta Criolla un 10 de junio de 1985, junto a Yolanda Mazuelos, de quien Rolando Encinas guarda gratos recuerdos.

Música de Maestros tiene 40 años de carrera musical en el país, cuenta con 21 discos editados, dos discos grabados con la empresa discográfica Discolandia y que son conocidos y difundidos por Radio Panamericana, entre ellos Boquerón Abandonado y los otros 19 discos producidos a cargo de Música de Maestros, según Encinas tiene una difusión muy selectiva y llega a un público que conoce de la interpretación de la música de antaño y que gusta y sigue la producción artística de este grupo musical especializado en la estudiantina.

De sus presentaciones artísticas Encinas destaca principalmente a La Paz, Cochabamba y Oruro donde tienen un público que conoce y aprecia el estilo de Música de Maestros, pero también Rolando Encinas refiere a sus presentaciones en el Japón y Europa donde lograron visitas desde hace 30 años atrás., logrando que el público extranjero guste de la música nacional interpretada por la orquesta criolla, viajes que implican inversión de dinero en pasajes, estadía, alimentación de un grupo de artistas que no sobrepasaba de 12 a 15, de más o menos 35 integrantes del grupo musical, pero podrían intercambiar para permitir que todos los artistas puedan tener la experiencia de actuar para un público extranjero.

Rolando Encinas diríamos que en el país es uno de los pocos artistas que interpreta la concertina, un instrumento que de a poco se va perdiendo y que Música de Maestros lo reivindica en cada una de sus presentaciones. Encinas se siente satisfecho por el apoyo que recibe de su familia que participan de todas las iniciativas, es más, muchos de sus familiares, hijos, primos, tíos son parte de la Orquesta Criolla.

La actividad musical de Rolando Encinas, director de la Orquesta criolla Música de Maestros fue galardonado por el Gobierno Autónomo Municipal de La paz en diciembre de 2020 con la Tea de la Libertad en el Grado de Gran Mérito a cinco décadas como eminente músico, compositor, arreglista de la Música Criolla Nacional. Definitivamente Orlando Encinas es el Embajador de la Música Nacional Criolla, es el “Maestro de Música de Maestros”

. Redacción:
Constantino Rojas Burgos

Periodista, Investigador y Docente Universitario, miembro de la Sociedad de Editores y Redactores l SER Cochabamba

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2 Comentarios

  1. Consuelo Montaño Sandovál

    Brillante redacción que destaca a los clásicos de la música nacional que trascendieron a otros países ĺlevando cosigo el tesoro musical y compartiendo con el mundo las delicias de un agtapi musical.
    Muchos crecimos con su música y escucharlos en nuestra vida adulta, nos transporta muchas veces, a momentos dolorosos en la historia de nuestro pais pero tambien a momentos de plena juventud, a ideales y sueños que se construyeron en compañía de un aparato de radio que hacia llegar a nuestros oídos esta música inolvidable de cada uno de ellos y muchos artistas, poetas, músicos, cantantes que perduran en nuestra memoria.
    Gracias por deleitarnos y compartir sus historias de vida.

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  2. Nelson Peñaranda Bach

    Felicidades Constantino, un gran aporte a la cultura de la historia boliviana.Eres una de las pocas personas que conozco que aprovecha bien.la inteligencia y el xdinamismo emprendedor que Dios te regala. Gracias nievamente.

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