Las tecnologías de la Información y Comunicación TICs, en especial Internet han transformado el mundo desde su aparición, en algunas regiones más rápidamente que en otras pero ha sido fundamental para articular un mundo globalizado, que ha hecho que las personas puedan estar comunicadas entre sí de manera fácil, sencilla y barata. Este proceso se llama hipercomunicación y ha hecho que podamos tener un contacto instantáneo con personas lo más afines a nuestros gustos en amistades y amigos, en desmedro de que a veces ni conocemos al vecino del edificio o del barrio en que vivimos.
Su efecto ha sido muy alto e importante, especialmente en los flujos económicos que son los que mueven el mundo, por ejemplo las bolsas de valores, la deslocalización de las empresas, las empresas 3.0 y 4.0 como Benetton (empresa de ropas que no tiene en esencia una planta de fabricación, sino asigna sus socios en diferentes lugares del mundo los pedidos que le llegan y hace un seguimiento diario a la venta de sus productos) o Cisco System que solo tiene una pequeña planta en EEUU pero a través de otras empresas subcontratistas, es capaz de atender al mundo entero y tener una presencia en el mercado global de más del 50%.
Las TICs, el Internet y sus productos/servicios como las redes sociales que estructuraron una nueva sociedad y, una nueva cultura tan intrusiva (si no se tiene cuidado) que han influido y manipulado la “voluntad” de cierto grupo de ciudadanos norteamericanos en las elecciones que eligieron a Donald Trump (realmente ya fueron utilizadas en la reelección de Obama) lo cual muestra su extraordinario e insospechado poderío.
A esto hay que añadir como permite unas nuevas redes de trata y tráfico que comercializan fácil y anónimamente por Internet niños, niñas, jóvenes, mujeres y órganos humanos, generando y potenciando el negocio más productivo que el de las drogas y estupefacientes.
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