“Hoy existe un pacto campesino-obrero en el poder. Yo veo muy difícil el retorno de los militares”, me dijo Casiano Amurrio Rocha, ex candidato presidencial del Frente Revolucionario de Izquierda, FRI, en las elecciones de 1978 cuando lo entrevisté en Arbieto, su pueblo natal. La pregunta era de rigor, pues él fue invitado en l964 para ser parte del primer pacto militar-campesino, inspirado por el Gral. René Barrientos Ortuño después del golpe de estado que depuso a Víctor Paz Estenssoro. Casiano recordó: “Cuando Barrientos me buscó en Arbieto me pidió que lo acompañe a diferentes concentraciones campesinas. Nunca acepté su invitación pese a que él era de Tarata, mi vecino. Mi pensamiento era diferente, después él me convirtió en su enemigo y fui preso por primera vez durante su gobierno”.
“Mi vida transcurrió desde entonces entre la clandestinidad, el destierro y la prisión”. Casiano ya era de izquierda y algunos narradores como Rodolfo Siñani lo recuerdan siendo muy joven en l948 cantado el himno nacional levantando en alto el puño izquierdo en su comunidad. Otro dato interesante es que Casiano organizó la primera Alcaldía Revolucionaria en Arbieto antes de la revolución del 52. Pasa el mayor tiempo en su casa escribiendo sus memorias y piensa publicar un libro que llevará por nombre “Kausaynin” (Mi vida) en quechua. Será su segundo libro, el primero fue un diagnóstico histórico y geográfico titulado “Municipio de Arbieto: Creación y Desarrollo”. Hoy tiene 87 años, sin embargo de su avanzada edad, se encuentra lúcido para rememorar su historia revolucionaria con algunos esporádicos olvidos de lugares y fechas. No tiene dificultades al caminar con ayuda de un bastón por una afección reumática en una de las rodillas.
Lo vi con buen semblante después de 40 años. Me recibió en su casa, ubicada en la calle Nicasio Amurrio Peñaloza (nombre de su padre) a media cuadra de la plaza principal 20 de Diciembre en una amplia y acogedora sala saturada en sus paredes por fotografías en negro y blanco que muestran a un vigoroso Casiano en diferentes instancias de su vida agrícola y sindical donde destaca una foto junto a la legendaria dirigente minera de Siglo XX, Domitila Chungara de Barrios, su compañera de fórmula y otras fotos a colores de los últimos años con emblemáticos folkloristas como Gonzalo Hermosa de los “Kjarkas”. El lado izquierdo de su sala está dividido por una mampara, un lugar donde descansa en una cama su esposa Marcelina delicada de salud.
Conocí a Casiano una noche de octubre en 1977 en una reunión de la primera directiva de la clandestina Asamblea Permanente de los Derechos Humanos de Cochabamba en la Parroquia “Nuestra Señora de Loreto”, en la zona sud de la ciudad. Un hombre alto de rostro amable y espeso bigote nos estrechó las manos saludándonos cordialmente: Era el principal dirigente de la clandestina Federación de Campesinos Independientes de Bolivia. Recuerdo que Casiano nos dijo más o menos “…estamos organizados, pueden contar con nosotros…”. Vi la alegría de los presentes, Flaviano Unzueta dirigente de las juntas vecinales, la abogada Julieta Montaño, la profesora Silvia Barrón Rendón, Romeo Martha, los sacerdotes Pastor Montero, Eduardo Fogarty, Gerardo Müller y Gustavo Loza, ahora pastor evangélico. A finales de 1977 surgió la APDHB presidida por el padre Julio Tumiri Javier y comenzó la histórica huelga de hambre de cinco mujeres mineras de Siglo XX que pondría el fin al régimen dictatorial de Hugo Banzer.
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