¡¡JALLALLA!! DOMITILA CHUNGARA: SU PALABRA SIGUE PRESENTE
¡¡JALLALLA!! DOMITILA CHUNGARA: SU PALABRA SIGUE PRESENTE
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Moema Viezzer, recoge testimonios de Domitila Chugara a partir de l975, cuando por primera vez escuchó su discurso en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, en México, donde estaba exiliada al igual que muchos luchadores bolivianos.
Simón Alberto Figueroa Reynaga
6 de diciembre de 2018
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¡¡JALLALLA!! DOMITILA CHUNGARA: SU PALABRA SIGUE PRESENTE

Con un ¡¡Jallalla!! -Por la Vida- que retumbó en el auditorio de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor de San Simón, se rindió homenaje a Domitila Chungara, el pasado viernes 30 de noviembre durante la conferencia que brindó la escritora brasileña Moema Viezzer, reconocida activista de los movimientos feministas en el mundo, autora del libro “Si me permiten hablar”, testimonio de la mujer minera que encabezó la histórica huelga de hambre a fines de 1977 en La Paz junto a cuatro de sus compañeras de Siglo XX que fue el detonante para la caída posterior del régimen dictatorial del Gral. Hugo Banzer Suárez.

“Domitila nos sigue hablando”, dijo en el acto la Dra. Vivian Tatiana Camacho Hinojosa, Coordinadora Salud por los Pueblos-Bolivia. Nos recuerda que debemos seguir luchando por una mayor participación política y profundizar nuestra democracia en paridad, agregó. “Domitila nos enseñó a perder el miedo” y merece todo reconocimiento por ser ejemplo de “luchadora contra las dictaduras” y que las nuevas generaciones deben tener presente: por esta admiración que sentimos: “¡¡Jallalla Domitila!!” “¡¡Jallalla!!”, respondió el público. En la misma oportunidad rindió homenaje la Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Lic. María Katia Cladera Portugal, quien recordó que el mural que engalana el frontis del auditorio con retórica revolucionaria fue retirado y escondido por un grupo de trabajadores de la Facultad y devuelto cuando se recuperó la democracia, ponderó que 75% de los estudiantes sean mujeres y destacó el funcionamiento de la Dirección Intercultural y Bilingüe. A su turno, la Directora Académica, Lic. Elena Ferrufino Coqueugniot, Ph.D. esbozó una semblanza de la escritora Moema Viezzer y reconoció su gran aporte a la investigación sobre educación popular y medio ambiente.

Viezzer, recoge testimonios de Domitila Chugara a partir de l975, cuando por primera vez escuchó su discurso en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, en México, donde estaba exiliada al igual que luchadores bolivianos como Marcelo Quiroga Santa Cruz, Jorge Mancilla Torres (Coco Manto) y muchos otros. “Me impresionó tanto su discurso”, que me hice la promesa de “seguirla”, recordó la escritora ante un centenar de personas entre los que figuraban investigadores, docentes, periodistas y estudiantes que participaron de su conferencia magistral. Precisamente Coco Manto, amigo de Moema, fue el coordinador de este importante encuentro que representó ser una lección didáctica sobre la lucha del pueblo boliviano calificada de “heroica” para recuperar la democracia, la soberanía la libertad y dignidad en la que tuvo destacada participación Domitila Chungara, desde su puesto de presidenta del Comité de Amas de Casa de Siglo XX. Cautivante y emocionante fue el auditorio al recordar que Domitila incluso fue candidata vicepresidencial junto a Casiano Amurrio, un líder campesino del Valle Alto de Cochabamba, en 1978.

Viezzer estuvo en el país con motivo de presenciar la segunda edición nacional de su libro “Si me permiten hablar”, publicada esta vez por la Biblioteca del Bicentenario. La primera edición fue realizada en México en 1977, después que la socióloga realizó numerosas entrevistas a Domitila Chungara. Viezzer estuvo en Siglo XX, para comprobar si la luchadora minera se identificaba con el libro. Así fue. El testimonio de Domitila fue editada por primera vez en Bolivia en 2016. Paradójicamente desde su primera edición el libro se tradujo a una docena de idiomas.

Domitila tuvo un último encuentro con Moema en abril de 2010 en la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya Cochabamba, dos años antes de su fallecimiento. Entonces le había dicho que el poder debe ser fiscalizado para mantener la democracia. Sin duda, se refería al gobierno de Evo Morales que transitaba los primeros cinco años aplicando el modelo socialista comunitario productivo después de vencer trágicos episodios sangrientos que provocaron las fuerzas políticas opositoras.

La escritora y activista femenina tiene 80 años, pero se muestra fuerte y con signos óptimos de salud. También estuvo en El Alto, donde en el Museo de COMIBOL, se presentó la segunda edición del libro y un socio drama sobre la vida de Domitila. Se entristeció cuando reflejó realidades de la lucha de las mujeres contra la violencia sexual, el racismo, la discriminación y las desigualdades salariales existentes en el mundo entre hombre y mujer. Hizo hincapié en las enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freyre afirmando que tuvieron positiva influencia en la reforma educativa emancipadora de muchos pueblos frente a los resabios del modelo colonial en América Latina y el Caribe.

VIEZZER Y DOMITILA

Viezzer contó que en 2002 regresó a Cochabamba después que la luchadora minera retornó de su exilio en Suecia. Partes del diálogo entre Moema y Domitila, ese año, fueron incorporados en la segunda edición del libro que se encuentra en la Biblioteca del Bicentenario. Elogió el valor, la decisión y la claridad de ideas de Domitila, igual recordó que de emblemática luchadora minera de las amas de casa de Siglo XX se había instalado en un barrio popular en “La Llajta” y se dedicaba a vender salteñas hablando un fluido lenguaje en quechua. En su conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS, la pedagoga reconoció que “admira a Bolivia” y le gustaría ganar más experiencia sobre la filosofía del “vivir bien” que sustenta como política el Estado Plurinacional de Bolivia presidido por Evo Morales.

“Bolivia debe ayudarnos a seguir la lucha por lograr más participación de las mujeres en la decisiones políticas, cuando en varios países de América Latina vuelve la amenaza de la extrema derecha”, respondió al periodista de la revista Temascbba.com cuando fue consultada sobre el próximo ascenso al poder de Jair Bolsonaro en Brasil que ya anunció sus intenciones regresivas y abierta campaña contra los movimientos feministas, la comunidad LGTB, los hombres y mujeres de color. Pero, dijo, está segura que será difícil desconocer o aniquilar las conquistas sociales y políticas alcanzadas por las mujeres en el Continente sobre la base de la justicia y la libertad mediante sacrificada lucha.

Moema Libera Viezzer, pedagoga, socióloga, escritora y feminista, nació en Caxias del Sur, Brasil en 1937. Desde muy joven se enroló a los movimientos de liberación femenina en su país, fruto de sus experiencias, escribió numerosos ensayos y libros sobre educación popular y la defensa del medio ambiente ante la depredación de la selva y los bosques. Su sólida formación de luchadora feminista, le aproximó a la dirigente minera Domitila Chungara, a quien hoy recuerda con cariño y admira su gran aporte a la lucha de la clase trabajadora minera y al pueblo en su conjunto por afianzar una democracia participativa. Muchas preguntas fueron respondidas con amplia explicación. Moema Viezzer mereció aplauso cerrado al finalizar su participación.

Moema con una amplia sonrisa confirmó que el título de su libro “Si me permiten hablar”, tiene autoría. En una reunión de exiliados en ciudad de México donde se encontraba el periodista Jorge Mancilla Torres –recordó- “expresaba mi emoción sobre la personalidad de Domitila y ensayaba el título que le daría a mi libro”. Compartíamos nuestras experiencias y Jorge destacaba porque era el hombre que más conocía a Domitila en el tiempo de la resistencia contra las dictaduras militares en Siglo XX, siendo trabajador de radio Pio XII. Coco está aquí –señaló con su mirada al fondo del auditorio donde se hallaba sentado el periodista Mancilla - él es el autor del título, él me dijo entonces, “está clarito el título”, solo tienes que tomar las primeras palabras de Domitila cuando dijo “Si me permiten hablar”, ante las miles de delegadas mujeres que se hallan presentes en la Cumbre Mundial de México.

Domitila fue ejemplo de consecuencia y fortaleza de lucha sindical. Una mujer intransigente frente a las injusticias, las desigualdades y dispuesta a todo sacrificio personal por recuperar la democracia en Bolivia. Ella y sus compañeras merecen permanente homenaje y fue una ocasión propicia para que las nuevas generaciones de luchadores sociales conozcan su realidad y la dramática insurgencia de la clase obrera de las minas.

Es grato recordar -y siempre lo será- que a fines 1977, sin importar que se acercaba la Fiesta de Navidad, Domitila y cuatro de sus compañeras del Comité de Amas de Casa de Siglo XX, instalaron en el Arzobispado de la Paz la histórica huelga de hambre contra la dictadura militar de Banzer para exigir la vigencia de las libertades democráticas y el retorno de los dirigentes políticos y sindicales exiliados y periodistas. La huelga de hambre se “masificó” y figuras prominentes como Luis Espinal, se sumaron a la medida. En Cochabamba se organizó el segundo piquete de huelga de hambre con integrantes de la clandestina Asamblea Permanente de los Derechos Humanos que comenzaba a organizarse con apoyo de la Iglesia Católica y una parte de la comunidad evangélica. El ayuno voluntario, se inició en el atrio de la Iglesia San Francisco con el dirigente de las juntas vecinales, Flaviano Unzueta Arispe, la abogada Julieta Montaño y el sacerdote Pastor Montero, en tanto, un equipo de periodistas comprometidos con esa lucha informaba cada momento el histórico acontecimiento que se materializó en todo el territorio nacional. La extrema medida después de muchos días logró vencer pacíficamente a la dictadura de Banzer. Domitila y sus compañeras fueron las primeras heroínas para el retorno a la democracia.

Por admiración y agradecimiento, Moema Viezzer, la escritora, socióloga y pedagoga brasileña, la mujer que sigue luchando en el mundo por los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, durante su última estadía en Cochabamba, visitó la tumba de Domitila Chungara en el Cementerio General y le rindió su mejor homenaje con un profundo silencio. Hoy es indiscutible la dimensión política de Domitila y su aporte a la recuperación de la democracia, ejemplo de valor y ética revolucionaria al que se suman millones de bolivianos que la conocieron en vida. Entonces es de rigor felicitar y agradecer el homenaje que le brindaron a la valiente mujer minera en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS. Muy cierto: Domitila vive en los corazones; “su palabra sigue presente”.

SEGUNDO ENCUENTRO

Viezzer estuvo en el país con motivo de presenciar la segunda edición nacional de su libro “Si me permiten hablar”, publicada esta vez por la Biblioteca del Bicentenario. La primera edición fue realizada en México en 1977, después que la socióloga realizó numerosas entrevistas a Domitila Chungara. Viezzer estuvo en Siglo XX, para comprobar si la luchadora minera se identificaba con el libro. Así fue. El testimonio de Domitila fue editada por primera vez en Bolivia en 2016. Paradójicamente desde su primera edición el libro se tradujo a una docena de idiomas.

Domitila tuvo un último encuentro con Moema en abril de 2010 en la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya Cochabamba, dos años antes de su fallecimiento. Entonces le había dicho que el poder debe ser fiscalizado para mantener la democracia. Sin duda, se refería al gobierno de Evo Morales que transitaba los primeros cinco años aplicando el modelo socialista comunitario productivo después de vencer trágicos episodios sangrientos que provocaron las fuerzas políticas opositoras.

La escritora y activista femenina tiene 80 años, pero se muestra fuerte y con signos óptimos de salud. También estuvo en El Alto, donde en el Museo de COMIBOL, se presentó la segunda edición del libro y un socio drama sobre la vida de Domitila. Se entristeció cuando reflejó realidades de la lucha de las mujeres contra la violencia sexual, el racismo, la discriminación y las desigualdades salariales existentes en el mundo entre hombre y mujer. Hizo hincapié en las enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freyre afirmando que tuvieron positiva influencia en la reforma educativa emancipadora de muchos pueblos frente a los resabios del modelo colonial en América Latina y el Caribe.

Viezzer contó que en 2002 regresó a Cochabamba después que la luchadora minera retornó de su exilio en Suecia. Partes del diálogo entre Moema y Domitila, ese año, fueron incorporados en la segunda edición del libro que se encuentra en la Biblioteca del Bicentenario. Elogió el valor, la decisión y la claridad de ideas de Domitila, igual recordó que de emblemática luchadora minera de las amas de casa de Siglo XX se había instalado en un barrio popular en “La Llajta” y se dedicaba a vender salteñas hablando un fluido lenguaje en quechua. En su conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS, la pedagoga reconoció que “admira a Bolivia” y le gustaría ganar más experiencia sobre la filosofía del “vivir bien” que sustenta como política el Estado Plurinacional de Bolivia presidido por Evo Morales.

“Bolivia debe ayudarnos a seguir la lucha por lograr más participación de las mujeres en la decisiones políticas, cuando en varios países de América Latina vuelve la amenaza de la extrema derecha”, respondió al periodista de la revista Temascbba.com cuando fue consultada sobre el próximo ascenso al poder de Jair Bolsonaro en Brasil que ya anunció sus intenciones regresivas y abierta campaña contra los movimientos feministas, la comunidad LGTB, los hombres y mujeres de color. Pero, dijo, está segura que será difícil desconocer o aniquilar las conquistas sociales y políticas alcanzadas por las mujeres en el Continente sobre la base de la justicia y la libertad mediante sacrificada lucha.

Moema Libera Viezzer, pedagoga, socióloga, escritora y feminista, nació en Caxias del Sur, Brasil en 1937. Desde muy joven se enroló a los movimientos de liberación femenina en su país, fruto de sus experiencias, escribió numerosos ensayos y libros sobre educación popular y la defensa del medio ambiente ante la depredación de la selva y los bosques. Su sólida formación de luchadora feminista, le aproximó a la dirigente minera Domitila Chungara, a quien hoy recuerda con cariño y admira su gran aporte a la lucha de la clase trabajadora minera y al pueblo en su conjunto por afianzar una democracia participativa. Muchas preguntas fueron respondidas con amplia explicación. Moema Viezzer mereció aplauso cerrado al finalizar su participación.

Moema con una amplia sonrisa confirmó que el título de su libro “Si me permiten hablar”, tiene autoría. En una reunión de exiliados en ciudad de México donde se encontraba el periodista Jorge Mancilla Torres –recordó- “expresaba mi emoción sobre la personalidad de Domitila y ensayaba el título que le daría a mi libro”. Compartíamos nuestras experiencias y Jorge destacaba porque era el hombre que más conocía a Domitila en el tiempo de la resistencia contra las dictaduras militares en Siglo XX, siendo trabajador de radio Pio XII. Coco está aquí –señaló con su mirada al fondo del auditorio donde se hallaba sentado el periodista Mancilla - él es el autor del título, él me dijo entonces, “está clarito el título”, solo tienes que tomar las primeras palabras de Domitila cuando dijo “Si me permiten hablar”, ante las miles de delegadas mujeres que se hallan presentes en la Cumbre Mundial de México.

Domitila fue ejemplo de consecuencia y fortaleza de lucha sindical. Una mujer intransigente frente a las injusticias, las desigualdades y dispuesta a todo sacrificio personal por recuperar la democracia en Bolivia. Ella y sus compañeras merecen permanente homenaje y fue una ocasión propicia para que las nuevas generaciones de luchadores sociales conozcan su realidad y la dramática insurgencia de la clase obrera de las minas.

Es grato recordar -y siempre lo será- que a fines 1977, sin importar que se acercaba la Fiesta de Navidad, Domitila y cuatro de sus compañeras del Comité de Amas de Casa de Siglo XX, instalaron en el Arzobispado de la Paz la histórica huelga de hambre contra la dictadura militar de Banzer para exigir la vigencia de las libertades democráticas y el retorno de los dirigentes políticos y sindicales exiliados y periodistas. La huelga de hambre se “masificó” y figuras prominentes como Luis Espinal, se sumaron a la medida. En Cochabamba se organizó el segundo piquete de huelga de hambre con integrantes de la clandestina Asamblea Permanente de los Derechos Humanos que comenzaba a organizarse con apoyo de la Iglesia Católica y una parte de la comunidad evangélica. El ayuno voluntario, se inició en el atrio de la Iglesia San Francisco con el dirigente de las juntas vecinales, Flaviano Unzueta Arispe, la abogada Julieta Montaño y el sacerdote Pastor Montero, en tanto, un equipo de periodistas comprometidos con esa lucha informaba cada momento el histórico acontecimiento que se materializó en todo el territorio nacional. La extrema medida después de muchos días logró vencer pacíficamente a la dictadura de Banzer. Domitila y sus compañeras fueron las primeras heroínas para el retorno a la democracia.

Por admiración y agradecimiento, Moema Viezzer, la escritora, socióloga y pedagoga brasileña, la mujer que sigue luchando en el mundo por los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, durante su última estadía en Cochabamba, visitó la tumba de Domitila Chungara en el Cementerio General y le rindió su mejor homenaje con un profundo silencio. Hoy es indiscutible la dimensión política de Domitila y su aporte a la recuperación de la democracia, ejemplo de valor y ética revolucionaria al que se suman millones de bolivianos que la conocieron en vida. Entonces es de rigor felicitar y agradecer el homenaje que le brindaron a la valiente mujer minera en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS. Muy cierto: Domitila vive en los corazones; “su palabra sigue presente”.

VIEZZER Y DOMITILA
SEGUNDO ENCUENTRO
COCO MANTO EN LA HISTORIA

Viezzer estuvo en el país con motivo de presenciar la segunda edición nacional de su libro “Si me permiten hablar”, publicada esta vez por la Biblioteca del Bicentenario. La primera edición fue realizada en México en 1977, después que la socióloga realizó numerosas entrevistas a Domitila Chungara. Viezzer estuvo en Siglo XX, para comprobar si la luchadora minera se identificaba con el libro. Así fue. El testimonio de Domitila fue editada por primera vez en Bolivia en 2016. Paradójicamente desde su primera edición el libro se tradujo a una docena de idiomas.

Domitila tuvo un último encuentro con Moema en abril de 2010 en la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya Cochabamba, dos años antes de su fallecimiento. Entonces le había dicho que el poder debe ser fiscalizado para mantener la democracia. Sin duda, se refería al gobierno de Evo Morales que transitaba los primeros cinco años aplicando el modelo socialista comunitario productivo después de vencer trágicos episodios sangrientos que provocaron las fuerzas políticas opositoras.

La escritora y activista femenina tiene 80 años, pero se muestra fuerte y con signos óptimos de salud. También estuvo en El Alto, donde en el Museo de COMIBOL, se presentó la segunda edición del libro y un socio drama sobre la vida de Domitila. Se entristeció cuando reflejó realidades de la lucha de las mujeres contra la violencia sexual, el racismo, la discriminación y las desigualdades salariales existentes en el mundo entre hombre y mujer. Hizo hincapié en las enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freyre afirmando que tuvieron positiva influencia en la reforma educativa emancipadora de muchos pueblos frente a los resabios del modelo colonial en América Latina y el Caribe.

VIEZZER Y DOMITILA

Viezzer contó que en 2002 regresó a Cochabamba después que la luchadora minera retornó de su exilio en Suecia. Partes del diálogo entre Moema y Domitila, ese año, fueron incorporados en la segunda edición del libro que se encuentra en la Biblioteca del Bicentenario. Elogió el valor, la decisión y la claridad de ideas de Domitila, igual recordó que de emblemática luchadora minera de las amas de casa de Siglo XX se había instalado en un barrio popular en “La Llajta” y se dedicaba a vender salteñas hablando un fluido lenguaje en quechua. En su conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS, la pedagoga reconoció que “admira a Bolivia” y le gustaría ganar más experiencia sobre la filosofía del “vivir bien” que sustenta como política el Estado Plurinacional de Bolivia presidido por Evo Morales.

“Bolivia debe ayudarnos a seguir la lucha por lograr más participación de las mujeres en la decisiones políticas, cuando en varios países de América Latina vuelve la amenaza de la extrema derecha”, respondió al periodista de la revista Temascbba.com cuando fue consultada sobre el próximo ascenso al poder de Jair Bolsonaro en Brasil que ya anunció sus intenciones regresivas y abierta campaña contra los movimientos feministas, la comunidad LGTB, los hombres y mujeres de color. Pero, dijo, está segura que será difícil desconocer o aniquilar las conquistas sociales y políticas alcanzadas por las mujeres en el Continente sobre la base de la justicia y la libertad mediante sacrificada lucha.

Moema Libera Viezzer, pedagoga, socióloga, escritora y feminista, nació en Caxias del Sur, Brasil en 1937. Desde muy joven se enroló a los movimientos de liberación femenina en su país, fruto de sus experiencias, escribió numerosos ensayos y libros sobre educación popular y la defensa del medio ambiente ante la depredación de la selva y los bosques. Su sólida formación de luchadora feminista, le aproximó a la dirigente minera Domitila Chungara, a quien hoy recuerda con cariño y admira su gran aporte a la lucha de la clase trabajadora minera y al pueblo en su conjunto por afianzar una democracia participativa. Muchas preguntas fueron respondidas con amplia explicación. Moema Viezzer mereció aplauso cerrado al finalizar su participación.

Moema con una amplia sonrisa confirmó que el título de su libro “Si me permiten hablar”, tiene autoría. En una reunión de exiliados en ciudad de México donde se encontraba el periodista Jorge Mancilla Torres –recordó- “expresaba mi emoción sobre la personalidad de Domitila y ensayaba el título que le daría a mi libro”. Compartíamos nuestras experiencias y Jorge destacaba porque era el hombre que más conocía a Domitila en el tiempo de la resistencia contra las dictaduras militares en Siglo XX, siendo trabajador de radio Pio XII. Coco está aquí –señaló con su mirada al fondo del auditorio donde se hallaba sentado el periodista Mancilla - él es el autor del título, él me dijo entonces, “está clarito el título”, solo tienes que tomar las primeras palabras de Domitila cuando dijo “Si me permiten hablar”, ante las miles de delegadas mujeres que se hallan presentes en la Cumbre Mundial de México.

Domitila fue ejemplo de consecuencia y fortaleza de lucha sindical. Una mujer intransigente frente a las injusticias, las desigualdades y dispuesta a todo sacrificio personal por recuperar la democracia en Bolivia. Ella y sus compañeras merecen permanente homenaje y fue una ocasión propicia para que las nuevas generaciones de luchadores sociales conozcan su realidad y la dramática insurgencia de la clase obrera de las minas.

Es grato recordar -y siempre lo será- que a fines 1977, sin importar que se acercaba la Fiesta de Navidad, Domitila y cuatro de sus compañeras del Comité de Amas de Casa de Siglo XX, instalaron en el Arzobispado de la Paz la histórica huelga de hambre contra la dictadura militar de Banzer para exigir la vigencia de las libertades democráticas y el retorno de los dirigentes políticos y sindicales exiliados y periodistas. La huelga de hambre se “masificó” y figuras prominentes como Luis Espinal, se sumaron a la medida. En Cochabamba se organizó el segundo piquete de huelga de hambre con integrantes de la clandestina Asamblea Permanente de los Derechos Humanos que comenzaba a organizarse con apoyo de la Iglesia Católica y una parte de la comunidad evangélica. El ayuno voluntario, se inició en el atrio de la Iglesia San Francisco con el dirigente de las juntas vecinales, Flaviano Unzueta Arispe, la abogada Julieta Montaño y el sacerdote Pastor Montero, en tanto, un equipo de periodistas comprometidos con esa lucha informaba cada momento el histórico acontecimiento que se materializó en todo el territorio nacional. La extrema medida después de muchos días logró vencer pacíficamente a la dictadura de Banzer. Domitila y sus compañeras fueron las primeras heroínas para el retorno a la democracia.

Por admiración y agradecimiento, Moema Viezzer, la escritora, socióloga y pedagoga brasileña, la mujer que sigue luchando en el mundo por los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, durante su última estadía en Cochabamba, visitó la tumba de Domitila Chungara en el Cementerio General y le rindió su mejor homenaje con un profundo silencio. Hoy es indiscutible la dimensión política de Domitila y su aporte a la recuperación de la democracia, ejemplo de valor y ética revolucionaria al que se suman millones de bolivianos que la conocieron en vida. Entonces es de rigor felicitar y agradecer el homenaje que le brindaron a la valiente mujer minera en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS. Muy cierto: Domitila vive en los corazones; “su palabra sigue presente”.

SEGUNDO ENCUENTRO
VIEZZER Y DOMITILA

Viezzer estuvo en el país con motivo de presenciar la segunda edición nacional de su libro “Si me permiten hablar”, publicada esta vez por la Biblioteca del Bicentenario. La primera edición fue realizada en México en 1977, después que la socióloga realizó numerosas entrevistas a Domitila Chungara. Viezzer estuvo en Siglo XX, para comprobar si la luchadora minera se identificaba con el libro. Así fue. El testimonio de Domitila fue editada por primera vez en Bolivia en 2016. Paradójicamente desde su primera edición el libro se tradujo a una docena de idiomas.

Domitila tuvo un último encuentro con Moema en abril de 2010 en la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya Cochabamba, dos años antes de su fallecimiento. Entonces le había dicho que el poder debe ser fiscalizado para mantener la democracia. Sin duda, se refería al gobierno de Evo Morales que transitaba los primeros cinco años aplicando el modelo socialista comunitario productivo después de vencer trágicos episodios sangrientos que provocaron las fuerzas políticas opositoras.

La escritora y activista femenina tiene 80 años, pero se muestra fuerte y con signos óptimos de salud. También estuvo en El Alto, donde en el Museo de COMIBOL, se presentó la segunda edición del libro y un socio drama sobre la vida de Domitila. Se entristeció cuando reflejó realidades de la lucha de las mujeres contra la violencia sexual, el racismo, la discriminación y las desigualdades salariales existentes en el mundo entre hombre y mujer. Hizo hincapié en las enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freyre afirmando que tuvieron positiva influencia en la reforma educativa emancipadora de muchos pueblos frente a los resabios del modelo colonial en América Latina y el Caribe.

SEGUNDO ENCUENTRO

Viezzer contó que en 2002 regresó a Cochabamba después que la luchadora minera retornó de su exilio en Suecia. Partes del diálogo entre Moema y Domitila, ese año, fueron incorporados en la segunda edición del libro que se encuentra en la Biblioteca del Bicentenario. Elogió el valor, la decisión y la claridad de ideas de Domitila, igual recordó que de emblemática luchadora minera de las amas de casa de Siglo XX se había instalado en un barrio popular en “La Llajta” y se dedicaba a vender salteñas hablando un fluido lenguaje en quechua. En su conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS, la pedagoga reconoció que “admira a Bolivia” y le gustaría ganar más experiencia sobre la filosofía del “vivir bien” que sustenta como política el Estado Plurinacional de Bolivia presidido por Evo Morales.

“Bolivia debe ayudarnos a seguir la lucha por lograr más participación de las mujeres en la decisiones políticas, cuando en varios países de América Latina vuelve la amenaza de la extrema derecha”, respondió al periodista de la revista Temascbba.com cuando fue consultada sobre el próximo ascenso al poder de Jair Bolsonaro en Brasil que ya anunció sus intenciones regresivas y abierta campaña contra los movimientos feministas, la comunidad LGTB, los hombres y mujeres de color. Pero, dijo, está segura que será difícil desconocer o aniquilar las conquistas sociales y políticas alcanzadas por las mujeres en el Continente sobre la base de la justicia y la libertad mediante sacrificada lucha.

Moema Libera Viezzer, pedagoga, socióloga, escritora y feminista, nació en Caxias del Sur, Brasil en 1937. Desde muy joven se enroló a los movimientos de liberación femenina en su país, fruto de sus experiencias, escribió numerosos ensayos y libros sobre educación popular y la defensa del medio ambiente ante la depredación de la selva y los bosques. Su sólida formación de luchadora feminista, le aproximó a la dirigente minera Domitila Chungara, a quien hoy recuerda con cariño y admira su gran aporte a la lucha de la clase trabajadora minera y al pueblo en su conjunto por afianzar una democracia participativa. Muchas preguntas fueron respondidas con amplia explicación. Moema Viezzer mereció aplauso cerrado al finalizar su participación.

COCO MANTO EN LA HISTORIA

Moema con una amplia sonrisa confirmó que el título de su libro “Si me permiten hablar”, tiene autoría. En una reunión de exiliados en ciudad de México donde se encontraba el periodista Jorge Mancilla Torres –recordó- “expresaba mi emoción sobre la personalidad de Domitila y ensayaba el título que le daría a mi libro”. Compartíamos nuestras experiencias y Jorge destacaba porque era el hombre que más conocía a Domitila en el tiempo de la resistencia contra las dictaduras militares en Siglo XX, siendo trabajador de radio Pio XII. Coco está aquí –señaló con su mirada al fondo del auditorio donde se hallaba sentado el periodista Mancilla - él es el autor del título, él me dijo entonces, “está clarito el título”, solo tienes que tomar las primeras palabras de Domitila cuando dijo “Si me permiten hablar”, ante las miles de delegadas mujeres que se hallan presentes en la Cumbre Mundial de México.

Domitila fue ejemplo de consecuencia y fortaleza de lucha sindical. Una mujer intransigente frente a las injusticias, las desigualdades y dispuesta a todo sacrificio personal por recuperar la democracia en Bolivia. Ella y sus compañeras merecen permanente homenaje y fue una ocasión propicia para que las nuevas generaciones de luchadores sociales conozcan su realidad y la dramática insurgencia de la clase obrera de las minas.

Es grato recordar -y siempre lo será- que a fines 1977, sin importar que se acercaba la Fiesta de Navidad, Domitila y cuatro de sus compañeras del Comité de Amas de Casa de Siglo XX, instalaron en el Arzobispado de la Paz la histórica huelga de hambre contra la dictadura militar de Banzer para exigir la vigencia de las libertades democráticas y el retorno de los dirigentes políticos y sindicales exiliados y periodistas. La huelga de hambre se “masificó” y figuras prominentes como Luis Espinal, se sumaron a la medida. En Cochabamba se organizó el segundo piquete de huelga de hambre con integrantes de la clandestina Asamblea Permanente de los Derechos Humanos que comenzaba a organizarse con apoyo de la Iglesia Católica y una parte de la comunidad evangélica. El ayuno voluntario, se inició en el atrio de la Iglesia San Francisco con el dirigente de las juntas vecinales, Flaviano Unzueta Arispe, la abogada Julieta Montaño y el sacerdote Pastor Montero, en tanto, un equipo de periodistas comprometidos con esa lucha informaba cada momento el histórico acontecimiento que se materializó en todo el territorio nacional. La extrema medida después de muchos días logró vencer pacíficamente a la dictadura de Banzer. Domitila y sus compañeras fueron las primeras heroínas para el retorno a la democracia.

Por admiración y agradecimiento, Moema Viezzer, la escritora, socióloga y pedagoga brasileña, la mujer que sigue luchando en el mundo por los derechos humanos y la dignidad de las mujeres, durante su última estadía en Cochabamba, visitó la tumba de Domitila Chungara en el Cementerio General y le rindió su mejor homenaje con un profundo silencio. Hoy es indiscutible la dimensión política de Domitila y su aporte a la recuperación de la democracia, ejemplo de valor y ética revolucionaria al que se suman millones de bolivianos que la conocieron en vida. Entonces es de rigor felicitar y agradecer el homenaje que le brindaron a la valiente mujer minera en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS. Muy cierto: Domitila vive en los corazones; “su palabra sigue presente”.

VIEZZER Y DOMITILA

Viezzer estuvo en el país con motivo de presenciar la segunda edición nacional de su libro “Si me permiten hablar”, publicada esta vez por la Biblioteca del Bicentenario. La primera edición fue realizada en México en 1977, después que la socióloga realizó numerosas entrevistas a Domitila Chungara. Viezzer estuvo en Siglo XX, para comprobar si la luchadora minera se identificaba con el libro. Así fue. El testimonio de Domitila fue editada por primera vez en Bolivia en 2016. Paradójicamente desde su primera edición el libro se tradujo a una docena de idiomas.

Domitila tuvo un último encuentro con Moema en abril de 2010 en la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en Tiquipaya Cochabamba, dos años antes de su fallecimiento. Entonces le había dicho que el poder debe ser fiscalizado para mantener la democracia. Sin duda, se refería al gobierno de Evo Morales que transitaba los primeros cinco años aplicando el modelo socialista comunitario productivo después de vencer trágicos episodios sangrientos que provocaron las fuerzas políticas opositoras.

La escritora y activista femenina tiene 80 años, pero se muestra fuerte y con signos óptimos de salud. También estuvo en El Alto, donde en el Museo de COMIBOL, se presentó la segunda edición del libro y un socio drama sobre la vida de Domitila. Se entristeció cuando reflejó realidades de la lucha de las mujeres contra la violencia sexual, el racismo, la discriminación y las desigualdades salariales existentes en el mundo entre hombre y mujer. Hizo hincapié en las enseñanzas del pedagogo brasileño Paulo Freyre afirmando que tuvieron positiva influencia en la reforma educativa emancipadora de muchos pueblos frente a los resabios del modelo colonial en América Latina y el Caribe.

Viezzer contó que en 2002 regresó a Cochabamba después que la luchadora minera retornó de su exilio en Suecia. Partes del diálogo entre Moema y Domitila, ese año, fueron incorporados en la segunda edición del libro que se encuentra en la Biblioteca del Bicentenario. Elogió el valor, la decisión y la claridad de ideas de Domitila, igual recordó que de emblemática luchadora minera de las amas de casa de Siglo XX se había instalado en un barrio popular en “La Llajta” y se dedicaba a vender salteñas hablando un fluido lenguaje en quechua. En su conferencia en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UMSS, la pedagoga reconoció que “admira a Bolivia” y le gustaría ganar más experiencia sobre la filosofía del “vivir bien” que sustenta como política el Estado Plurinacional de Bolivia presidido por Evo Morales.

“Bolivia debe ayudarnos a seguir la lucha por lograr más participación de las mujeres en la decisiones políticas, cuando en varios países de América Latina vuelve la amenaza de la extrema derecha”, respondió al periodista de la revista Temascbba.com cuando fue consultada sobre el próximo ascenso al poder de Jair Bolsonaro en Brasil que ya anunció sus intenciones regresivas y abierta campaña contra los movimientos feministas, la comunidad LGTB, los hombres y mujeres de color. Pero, dijo, está segura que será difícil desconocer o aniquilar las conquistas sociales y políticas alcanzadas por las mujeres en el Continente sobre la base de la justicia y la libertad mediante sacrificada lucha.

Moema Libera Viezzer, pedagoga, socióloga, escritora y feminista, nació en Caxias del Sur, Brasil en 1937. Desde muy joven se enroló a los movimientos de liberación femenina en su país, fruto de sus experiencias, escribió numerosos ensayos y libros sobre educación popular y la defensa del medio ambiente ante la depredación de la selva y los bosques. Su sólida formación de luchadora feminista, le aproximó a la dirigente minera Domitila Chungara, a quien hoy recuerda con cariño y admira su gran aporte a la lucha de la clase trabajadora minera y al pueblo en su conjunto por afianzar una democracia participativa. Muchas preguntas fueron respondidas con amplia explicación. Moema Viezzer mereció aplauso cerrado al finalizar su participación.

. Redacción:
Simón Alberto Figueroa Reynaga

Periodista, Editor General de TEMAScbba, Miembro de la Sociedad de Editores y Redactores SER Cochabamba

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