IGLESIAS Y EL ESTADO
IGLESIAS Y EL ESTADO
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Otro capítulo del libro “REBATO” (en revisión) redactado en género literario. Exhortación por la paz en Bolivia y jornadas de oración en 2019. (Foto difundida por la Casa de Oración de Santa Cruz).
Desiderio Paredes
30 de septiembre de 2023
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IGLESIAS Y EL ESTADO

Durante la crisis de Estado de octubre y noviembre de 2019, las iglesias católica y evangélica, por voluntad propia, se involucran en las protestas de las plataformas ciudadanas pidiendo respeto a los resultados del referendo popular del 21 de febrero de 2016 donde Evo Morales pierde su aspiración a un cuarto mandato presidencial. Pero la confrontación entre gobierno del MAS y la jerarquía eclesiástica, no es de ese entonces, se remonta a 2007, cuando se aprueba la nueva CPE declarando a Bolivia Estado laico.

“Los jerarcas de la Iglesia son de derecha”, dice habitualmente el presidente Morales en sus intervenciones públicas acusándoles de representar a las clases privilegiadas. Los obispos y sacerdotes se defienden y en la homilía dominical en cada iglesia católica invocan respeto a su misión pastoral, exigen serenidad y sensatez al Jefe de Estado por ser “injusto y soberbio”.

Evo recibe apoyo de su vicepresidente, Álvaro García Linera, quien aconseja a los obispos a cumplir su labor pastoral específica. “Su misión es rezar y salvar almas, no inmiscuirse en política”, afirma.

Así, a Iglesia Católica, asume posiciones cada vez más enconadas contra el presidente socialista en un intento por frenar el tono sarcástico y socarrón en sus alocuciones altisonantes subestimando símbolos cristianos como sucedió en la inauguración de obras de remodelación del Colegio “Jesús Salvador”, en La Paz. Evo, sugiere cambiar el nombre de Jesús Salvador por el de Túpac Katari, de quien dice, es el “verdadero salvador”.

La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) endurece su posición después del referendo del 21 de febrero de 2016 y llama a respetar el veredicto del pueblo rechazando todo intento de legalizar su repostulación a un cuarto mandato y grupos religiosos en su mayoría mujeres, organizan cadenas de oración a favor de la paz en numerosas rotondas del país donde simultáneamente con plataformas ciudadanas bloquean las mismas rotondas. Las cadenas de oración se convierten en núcleos para organizar movilizaciones con instrucciones precisas mediante dispositivos móviles en redes sociales.

El choque entre Estado e Iglesia Católica no es ajena ni deja de preocupar al papa Francisco en Roma y en medio de una fuerte polarización designa un nuevo cardenal para Bolivia en la persona del obispo emérito oriundo de Potosí, monseñor Toribio Ticona, conocido por su trabajo en parroquias más humildes cumpliendo misión sacerdotal junto a trabajadores mineros y campesinos. El Santo Padre, amigo personal del presidente Evo, quiere frenar con esta designación la recíproca colisión entre poderes, sin lograr ese objetivo, contrariamente, las grietas se profundizan.

La Conferencia Episcopal Boliviana se permite un exceso para sorpresa general. No reconoce al cardenal Ticona como máxima autoridad de la Iglesia Católica, a pesar de ello, tampoco cuestiona ni desobedece la designación hecha por el Sumo Pontífice y monseñor Ticona se reduce a desempeñar un rol más decorativo.

Las iglesias evangélicas, igual, asumen abierta oposición al gobierno y realizan jornadas de oración reclamando respeto al 21F. La rama neo pentecostal Asambleas de Dios, mantiene contacto permanente con su similar de Brasil, la Iglesia Evangélica más grande de ese país reconocido como determinante para el triunfo presidencial del político ultraconservador Jair Bolsonaro y su vicepresidente, un activo pastor evangélico.

Circunstancialmente unidas, las iglesias evangélicas y católicas están en las calles y piden respeto a la democracia y al 21F; exigen dejar sin efecto la Ley del Aborto y el Consejo Nacional Cristiano interpone un recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Libertad Religiosa. Sus movilizaciones logran la derogatoria de la nueva Ley de Procedimiento Penal, primera derrota infligida al presidente Evo en los tensos días de octubre. El CNC tiene “intervenciones públicas y políticas en 2019” para evitar cualquier forma de fiscalización de recursos económicos recaudados y rechaza cumplir obligaciones laborales.

Tras la caída de Evo, la aparente tranquilidad entre las corrientes cristianas y el MAS, durante el gobierno de la señora Áñez, vuelve a tensionarse cuando se convoca a elecciones presidenciales para el 20 de octubre de 2020, recrudeciendo ataques y consignas antes y después de los comicios nacionales. El 12 de octubre de 2020 en el muro digital del pastor Eloy Luján se lee: “Pastores evangélicos de la ciudad de Cochabamba de diferentes denominaciones se reunieron hoy dando su respaldo a la candidatura de Luis Fernando Camacho (presidente) Marco Antonio Pumari (vicepresidente) y al proyecto político CREEMOS. Por el derecho a la vida, la familia, la libertad individual y el respeto a la propiedad privada. Voto valiente, Camacho Presidente”.

Dos días después de las elecciones nacionales, donde gana el MAS con Luis Arce, el 22 de octubre de 2020, el líder y fundador del CNC expresa públicamente: “Estamos convocando a todo el pueblo boliviano, a las iglesias evangélicas, a la Iglesia Católica, a la desobediencia civil, a una resistencia civil, a una movilización permanente, hasta que este gobierno corrupto, fraudulento, salga”. (…)

Particularmente en Santa Cruz, se experimenta por primera vez la presencia de grupos religiosos mostrándose de rodillas y en oración permanente frente al cuartel de la II División de Ejército pidiendo su pronunciamiento para evitar el ascenso al poder del economista y militante del MAS Luis Arce a la Jefatura de Estado.

La Iglesia Católica, sobre todo esa iglesia, históricamente caracterizada por su constructiva mediación en conflictos de máxima tensión, desempeña por primera vez, un rol político motivador y movilizador de las protestas contra el régimen del MAS entre 2016 y 2019. Grupos confesionales se alejan de su dimensión apologética y toman partido; su predicamento religioso se convierte en mensaje político, factor coadyuvante en el esquema planificado por otras fuerzas políticas para derrocar al presidente Evo.

. Redacción:
Desiderio Paredes

Sociólogo, miembro de la Sociedad de Editores y Redactores SER Cochabamba

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