TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN EL MUNDO ACADÉMICO (Ver 2.0)
TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN EL MUNDO ACADÉMICO (Ver 2.0)
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LA IMPORTANCIA TRASCENDENTAL Y MUNDIAL DEL ACCESO A LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS.- EL GRAN NEGOCIO DE LAS PUBLICACIONES CIENTÍFICAS
Max Morales Escobar
11 de noviembre de 2018
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TRANSFORMACIÓN DIGITAL EN EL MUNDO ACADÉMICO (Ver 2.0)

La transformación digital en el mundo académico está determinada directamente con el acceso amplio y libre a la información científica tecnológica que es el producto resultante más valioso de los sustanciales procesos de Investigación y Desarrollo (I+D), que generan los investigadores, por supuesto es también el recurso más importante para la innovación (i) tecnológica; pero lo más importante, es el recurso vital para la educación en los diferentes niveles educativos de los sistemas de educación; éstos Investigadores y docentes son los que harán aportes sustanciales para el progreso social y la comprensión de los problemas que aquejan a los pueblos; así pues el desarrollo de nuestros pueblos se determina con las competencias del saber científico tecnológico y su aprovechamiento pertinente.

En este sentido, y con justa razón, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNESCO establece que “El Acceso Abierto está en el corazón del esfuerzo general de la Organización para construir paz en las mentes de hombres y mujeres. Mediante el Acceso Abierto, los investigadores y estudiantes de todo el mundo alcanzan cada vez más acceso al conocimiento, las publicaciones obtienen mayor visibilidad y número de lectores, y el impacto potencial de la investigación es fortalecido. El incremento en el acceso y el uso compartido del conocimiento, facilitan las oportunidades para el desarrollo económico y social equitativo, el diálogo intercultural, y tienen el potencial de estimular la innovación. La estrategia de Acceso Abierto de la UNESCO, aprobada por el Buró Ejecutivo en su 187ª sesión y después adoptada por la 36 Conferencia General, identificó una recomendación de política oficial para los Estados Miembros en el campo del Acceso Abierto como un área de prioridad principal entre otras”.

Por si fuera poco, la UNESCO reafirma que “En el mundo moderno, la información científica y tecnológica reviste una importancia capital para todos los países. Es un elemento crucial del auge y del progreso de todas las ciencias. Hoy día se estima que la información científica y tecnológica es esencial para el progreso social y para la comprensión de los problemas que afectan a la vida de las naciones. Sin ella, el desarrollo es en extremo difícil, porque el progreso de una sociedad depende de que sepa dominar el saber científico y técnico y explotarlo plenamente”.

Sin embargo pese a lo anteriormente tratado, o quizás precisamente por ello, desde más o menos 5 décadas, especialmente los 90s con el advenimiento de las publicaciones digitales en Internet, la publicación de artículos científicos se ha ido concentrando progresivamente en cinco (5) editoriales multinacionales: Elsevier (RELX), Wiley-Blackwell, Springer, Taylor & Francis y Sage Publications. De manera mucho más específica y contundente, Investigadores de las Universidades de Quebec y Montreal de Canadá han elaborado recientemente un trabajo denominado “The oligopoly of academic publishers in the digital era”. que analiza esta problemática, en la cual afirman que “Sobre la base de 45 millones de papers indexados en la Web of Science y publicados durante el periodo 1973 – 2013, los autores muestran que en las ciencias naturales y médicas y las ciencias sociales y humanidades, las seis mayores editoriales de trabajos de investigación del mundo, American Chemical Society (ACS), Reed-Elsevier, Springer, Wiley- Blackwell, Taylor & Francis, y Sage, han tomado el control de las publicaciones mundiales de artículos académicos desde la década de 1970. De las seis mencionadas salvo ACS que pertenece a una asociación científica sin fines de lucro, el resto son empresas privadas. En 1973, las seis editoriales mencionadas controlaban apenas el 20% de las publicaciones. En 1996, con el advenimiento de la era digital, alcanzaron el 30% y continuaron incrementando su participación al punto tal que desde 2013 absorben más del 50% de todas las publicaciones científicas.”

El negocio de las publicaciones científicas es un negocio redondo pues también convoca a la necesidad de los Investigadores por publicar sus trabajos y las más de las veces deben hacerlo en los términos y condiciones que estas grandes empresas y las “burocracias” relacionadas les ponen unilateralmente y sin derecho a reclamos. La editora Viviana Martinovich, que dirige “Salud Colectiva”, una de las revistas argentinas con mayor factor de impacto (índice que calcula el éxito de un artículo en base a la cantidad de veces que fue citado), analiza el mapa editorial de la ciencia internacional en un artículo denominado “El negocio de las revistas científicas”, afirma que “En la actualidad, gigantes industriales como Thompson Reuters y RELX Group realizan prácticas abusivas y monopolizan la distribución de productos editoriales, confeccionados con propósitos simbólicos (porque generan significados y símbolos son bienes culturales) pero sobre todo económicos (porque persiguen el lucro). En esta cartografía con acento mercantil, el acceso de los científicos a investigaciones ajenas así como sus posibilidades reales de publicar avances propios, están parcialmente vedadas. Son tantas las barreras –tecnológicas y económicas– a sortear que lograr el consabido –impacto- se convierte en una auténtica epopeya. El esquema es perverso: los científicos pagan entre 3 y 5 mil dólares para publicar sus descubrimientos en revistas como Science, Cell o Nature. Si sus trabajos responden a los requisitos del mercado –más allá de la calidad de sus intervenciones–, luego acuerdan un contrato que los compromete a ceder sus derechos y les impide compartir el contenido por intermedio de cualquier otro canal”.

De manera más radical, ante esta nueva gran asimetría que pasa por las dificultades del avance de la I+D+i y dice del futuro mismo de nuestros pueblos, en un país de Europa del Este, se ha desarrollado la manera de acceder gratuitamente a publicaciones científicas que por lo regular tiene un costo de veinte (20) euros por cada artículo, esta manera se llama “Sci-Hub”, un sitio web cuyo responsable es Alexandra Elbakyan, una investigadora kazaja perseguida actualmente por la justicia estadounidense como la pirata de las publicaciones científicas. “En 2011, cuando Alexandra Elbakyan creó Sci-Hub, una biblioteca científica clandestina en línea, solo quería acceder a la costosa literatura científica para poder trabajar. La Universidad de Astaná, Kazajstán, donde estudia neurociencia, no disponía de los medios para proporcionarle acceso a todos los artículos científicos que necesitaba para desarrollar, como cualquier investigador, una bibliografía que describa el estado del arte de su problemática. La joven estudiante luego inventa una forma de descargarse muy rápido artículos científicos sin pagarlos. Hoy, miles de usuarios de Internet, en su mayoría investigadores, lo utilizan a diario.” Algunos estudiantes de doctorado con acceso a muy pocos artículos encontraron este “sistema de supervivencia”. Pero desde entonces, Sci-Hub se ha vuelto popular en la comunidad científica. A principios de 2016, se cargaron 164,000 artículos por día: afirma la revista de ciencias The Sound of Science.

“Sci-Hub, en el mundo de la información científica y técnica, es la disrupción total, llega al investigador desconocido y la plataforma da acceso a documentos mucho más rápido que las plataformas legales. Incluso algunos investigadores con acceso a plataformas legales a través de su biblioteca universitaria pasan por Sci-Hub, que es más fácil de acceder y más rápida. Y el sitio ahora almacena más del 95% de la bibliografía científica mundial. Pronto, otros investigadores comenzaron a usar su sistema. Y los grandes editores científicos no han dejado de reaccionar legalmente. Uno de ellos, Elsevier, ganó el verano pasado en la justicia de Estados Unidos un primer juicio contra Sci-Hub, Alexandra Elbakyan y otros proyectos similares.”

Este contexto nos permite afirmar que la transformación digital en el mundo académico y el desarrollo económico social en nuestros países, tiene que ver con el acceso libre a la producción científica, pues según estos mismos estudios “Las universidades en países pobres son las primeras en ser penalizadas. Incluso la prestigiosa universidad de Harvard declaraba en 2012, que ya no puede pagar ´los precios se vuelven exorbitantes”.

NEGOCIO DE PUBLICACIONES

En una mirada más integral, toda esta temática está muy vinculada a la filosofía, no solo al área, del Software Libre y el Código Abierto, mismas que ya tocaba anteriormente en un artículo denominado “El Software Libre es parte de un proceso de democratización del conocimiento”, pues desarrolla paralelamente la licencia de no propiedad “Copyleft” (GPL), la Free Documentatión License GNU para la documentación del software, manuales y guías; y que se complementan a su vez con esfuerzos como el de Lawrence Lessig, los bienes Comunes Creativos (Creative Commons) que desarrolla planes y proyectos tendientes a superar las barreras legales puestas a la creatividad a través de la articulación de leyes y normas abiertas apoyadas en recursos informáticos para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público; y que puedan ser incorporadas en la economía jurídica mundial. En esta misma perspectiva se encuentran esfuerzos como el “Science Commons”.

Complementariamente se han estructurado proyectos como la Public Library of Science Plos, así como también los Repositorios Institucionales de Acceso Abierto “Open Access”, y hasta la misma Coogle Books Library. Cerca del 60% de los artículos académicos publicados en el mundo están disponibles en acceso abierto, afirma el filósofo de la ciencia David Brooke Struck, autor del estudio “Disponibilidad de Acceso abierto a publicaciones científicas” de la empresa canadiense Science-Metrix (experta en análisis bibliométricos): “Fueron 18 meses de investigación para producir el informe, recolectando y procesando datos acerca de millares de trabajos publicados en los 30 países responsables de la mayor parte de la producción científica mundial”. En este estudio resalta el hecho que entre 2010 y 2013, alrededor del 75% de la producción académica brasileña ya era accesible gratuitamente para cualquier usuario con conexión a internet; parte de este logro se lo asienta en la creación y desarrollo de SciELO (Scientific Electronic Library Online), una iniciativa modelo de publicación electrónica para países en desarrollo, iniciada en 1998.

En esta misma línea, y en ratificación de lo antes afirmado, otra investigación, denominada “Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales”, asegura que América Latina se distingue de otras regiones del mundo por considerar la información científica como un bien común, y todas las iniciativas arriba mencionadas son financiadas con fondos públicos y gestionadas por la misma comunidad académica que publica las revistas científicas, a diferencia de Europa y Estados Unidos donde se han tercerizado y comercializado gran parte de las comunicaciones científicas, principalmente las revistas”.

Sin embargo, y he aquí las paradojas, señala también que hay que tener muy bien en cuenta que los criterios de “las agencias que están a cargo de fomentar la investigación entienden la calidad y el impacto de las publicaciones de la región...” pues “los criterios utilizados en los sistemas de incentivos es evidente porque fomentan el conflicto con el cual comenzamos este capítulo: por un lado promueven el acceso abierto al valorar el trabajo de las iniciativas regionales mientras que, al mismo tiempo, menosprecian el acceso abierto al premiar la publicación en revistas con un factor de impacto alto, las cuales son en gran parte de acceso cerrado”.

En el país se ha desarrollado una iniciativa impulsada por el Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología que en trabajo conjunto con universidades públicas y privadas así como otras instituciones de enseñanza e investigación han conformado un Consorcio Académico de Acceso y uso de recursos de Información para la investigación CAAURII-BOLIVIA; que desde sus inicios en 2013, contó con el decidido apoyo y financiamiento de ASDI; con el objetivo de “Fortalecer el uso y acceso a los Recursos de Información Científica en las universidades e instituciones miembros, de manera que apoyen a la labor académica y garanticen la excelencia del servicio, además de capacitar y actualizar el recurso humano en gestión, gerencia, diseño y manejo de los sistemas de información documental y de los servicios que se ofrecen en forma abierta, democrática, flexible promoviendo su intercambio con redes internacionales a fin de incluir a Bolivia en la frontera del conocimiento”. Este proyecto proporciona servicios a repositorios comerciales de INASP y EBSCO, entre otros, que les permite a todos los asociados con el pago de una cuota conjunta anual preferencial, el acceso a más de 200.000 revistas científicas en español.

Desde 1997, la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) ha publicado investigaciones sobre temas relevantes para el país y sus regiones, resultado de 54 convocatorias lanzadas y 331 proyectos ejecutados, en el campo de las ciencias sociales, humanas y medioambientales; y el área tecnológica y productiva. Con el objetivo democratizar el acceso al conocimiento, la Fundación PIEB pone a disposición de investigadores, instituciones y público interesado, los estudios publicados en su línea editorial, en formato digital, para libre descarga. La difusión de estos libros se realiza desde octubre de 2016, y por orden cronológico, a partir de la primera publicación: http//www.pieb.com.bo/biblioPIEB.php

La LIBREría: es un gran estante digital de libros que todos podemos leer libremente y sin ningún costo. En la LIBREría puedes buscar, leer y compartir libros que hayan sido publicados en licencias abiertas o se encuentren en el dominio público. La LIBREría tiene como objetivo difundir material bibliográfico de escritores bolivianos. La LIBREría pertenece a la comunidad. Su código es abierto y cualquiera puede editarlo. Sus libros son distribuidos con una licencia abierta y cualquiera puede compartirlos.

Bibliotecas digitales libres en español:

  • Proyecto Gutenberg: http://www.gutenberg.org/, Tiene una buena cantidad de documentos en español.
  • Europeana: http://www.europeana.eu/portal/, ofrece cantidad de documentos diferentes como mapas, pinturas, libros o películas.
  • Biblioteca Digital Mundial: http://www.wdl.org/es/, compuesta por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la UNESCO.
  • El Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/, permite el acceso libre y gratuito a cualquiera que esté interesado en consultar los documentos que recoge con imágenes digitalizadas de los Archivos Españoles.
  • La Biblioteca Nacional de España: http://www.bne.es/es/Inicio/index.html.
  • Y muchos otros más:
FILOSOFÍA DEL SOFTWARE LIBRE

El negocio de las publicaciones científicas es un negocio redondo pues también convoca a la necesidad de los Investigadores por publicar sus trabajos y las más de las veces deben hacerlo en los términos y condiciones que estas grandes empresas y las “burocracias” relacionadas les ponen unilateralmente y sin derecho a reclamos. La editora Viviana Martinovich, que dirige “Salud Colectiva”, una de las revistas argentinas con mayor factor de impacto (índice que calcula el éxito de un artículo en base a la cantidad de veces que fue citado), analiza el mapa editorial de la ciencia internacional en un artículo denominado “El negocio de las revistas científicas”, afirma que “En la actualidad, gigantes industriales como Thompson Reuters y RELX Group realizan prácticas abusivas y monopolizan la distribución de productos editoriales, confeccionados con propósitos simbólicos (porque generan significados y símbolos son bienes culturales) pero sobre todo económicos (porque persiguen el lucro). En esta cartografía con acento mercantil, el acceso de los científicos a investigaciones ajenas así como sus posibilidades reales de publicar avances propios, están parcialmente vedadas. Son tantas las barreras –tecnológicas y económicas– a sortear que lograr el consabido –impacto- se convierte en una auténtica epopeya. El esquema es perverso: los científicos pagan entre 3 y 5 mil dólares para publicar sus descubrimientos en revistas como Science, Cell o Nature. Si sus trabajos responden a los requisitos del mercado –más allá de la calidad de sus intervenciones–, luego acuerdan un contrato que los compromete a ceder sus derechos y les impide compartir el contenido por intermedio de cualquier otro canal”.

De manera más radical, ante esta nueva gran asimetría que pasa por las dificultades del avance de la I+D+i y dice del futuro mismo de nuestros pueblos, en un país de Europa del Este, se ha desarrollado la manera de acceder gratuitamente a publicaciones científicas que por lo regular tiene un costo de veinte (20) euros por cada artículo, esta manera se llama “Sci-Hub”, un sitio web cuyo responsable es Alexandra Elbakyan, una investigadora kazaja perseguida actualmente por la justicia estadounidense como la pirata de las publicaciones científicas. “En 2011, cuando Alexandra Elbakyan creó Sci-Hub, una biblioteca científica clandestina en línea, solo quería acceder a la costosa literatura científica para poder trabajar. La Universidad de Astaná, Kazajstán, donde estudia neurociencia, no disponía de los medios para proporcionarle acceso a todos los artículos científicos que necesitaba para desarrollar, como cualquier investigador, una bibliografía que describa el estado del arte de su problemática. La joven estudiante luego inventa una forma de descargarse muy rápido artículos científicos sin pagarlos. Hoy, miles de usuarios de Internet, en su mayoría investigadores, lo utilizan a diario.” Algunos estudiantes de doctorado con acceso a muy pocos artículos encontraron este “sistema de supervivencia”. Pero desde entonces, Sci-Hub se ha vuelto popular en la comunidad científica. A principios de 2016, se cargaron 164,000 artículos por día: afirma la revista de ciencias The Sound of Science.

“Sci-Hub, en el mundo de la información científica y técnica, es la disrupción total, llega al investigador desconocido y la plataforma da acceso a documentos mucho más rápido que las plataformas legales. Incluso algunos investigadores con acceso a plataformas legales a través de su biblioteca universitaria pasan por Sci-Hub, que es más fácil de acceder y más rápida. Y el sitio ahora almacena más del 95% de la bibliografía científica mundial. Pronto, otros investigadores comenzaron a usar su sistema. Y los grandes editores científicos no han dejado de reaccionar legalmente. Uno de ellos, Elsevier, ganó el verano pasado en la justicia de Estados Unidos un primer juicio contra Sci-Hub, Alexandra Elbakyan y otros proyectos similares.”

Este contexto nos permite afirmar que la transformación digital en el mundo académico y el desarrollo económico social en nuestros países, tiene que ver con el acceso libre a la producción científica, pues según estos mismos estudios “Las universidades en países pobres son las primeras en ser penalizadas. Incluso la prestigiosa universidad de Harvard declaraba en 2012, que ya no puede pagar ´los precios se vuelven exorbitantes”.

En una mirada más integral, toda esta temática está muy vinculada a la filosofía, no solo al área, del Software Libre y el Código Abierto, mismas que ya tocaba anteriormente en un artículo denominado “El Software Libre es parte de un proceso de democratización del conocimiento”, pues desarrolla paralelamente la licencia de no propiedad “Copyleft” (GPL), la Free Documentatión License GNU para la documentación del software, manuales y guías; y que se complementan a su vez con esfuerzos como el de Lawrence Lessig, los bienes Comunes Creativos (Creative Commons) que desarrolla planes y proyectos tendientes a superar las barreras legales puestas a la creatividad a través de la articulación de leyes y normas abiertas apoyadas en recursos informáticos para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público; y que puedan ser incorporadas en la economía jurídica mundial. En esta misma perspectiva se encuentran esfuerzos como el “Science Commons”.

Complementariamente se han estructurado proyectos como la Public Library of Science Plos, así como también los Repositorios Institucionales de Acceso Abierto “Open Access”, y hasta la misma Coogle Books Library. Cerca del 60% de los artículos académicos publicados en el mundo están disponibles en acceso abierto, afirma el filósofo de la ciencia David Brooke Struck, autor del estudio “Disponibilidad de Acceso abierto a publicaciones científicas” de la empresa canadiense Science-Metrix (experta en análisis bibliométricos): “Fueron 18 meses de investigación para producir el informe, recolectando y procesando datos acerca de millares de trabajos publicados en los 30 países responsables de la mayor parte de la producción científica mundial”. En este estudio resalta el hecho que entre 2010 y 2013, alrededor del 75% de la producción académica brasileña ya era accesible gratuitamente para cualquier usuario con conexión a internet; parte de este logro se lo asienta en la creación y desarrollo de SciELO (Scientific Electronic Library Online), una iniciativa modelo de publicación electrónica para países en desarrollo, iniciada en 1998.

En esta misma línea, y en ratificación de lo antes afirmado, otra investigación, denominada “Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales”, asegura que América Latina se distingue de otras regiones del mundo por considerar la información científica como un bien común, y todas las iniciativas arriba mencionadas son financiadas con fondos públicos y gestionadas por la misma comunidad académica que publica las revistas científicas, a diferencia de Europa y Estados Unidos donde se han tercerizado y comercializado gran parte de las comunicaciones científicas, principalmente las revistas”.

Sin embargo, y he aquí las paradojas, señala también que hay que tener muy bien en cuenta que los criterios de “las agencias que están a cargo de fomentar la investigación entienden la calidad y el impacto de las publicaciones de la región...” pues “los criterios utilizados en los sistemas de incentivos es evidente porque fomentan el conflicto con el cual comenzamos este capítulo: por un lado promueven el acceso abierto al valorar el trabajo de las iniciativas regionales mientras que, al mismo tiempo, menosprecian el acceso abierto al premiar la publicación en revistas con un factor de impacto alto, las cuales son en gran parte de acceso cerrado”.

En el país se ha desarrollado una iniciativa impulsada por el Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología que en trabajo conjunto con universidades públicas y privadas así como otras instituciones de enseñanza e investigación han conformado un Consorcio Académico de Acceso y uso de recursos de Información para la investigación CAAURII-BOLIVIA; que desde sus inicios en 2013, contó con el decidido apoyo y financiamiento de ASDI; con el objetivo de “Fortalecer el uso y acceso a los Recursos de Información Científica en las universidades e instituciones miembros, de manera que apoyen a la labor académica y garanticen la excelencia del servicio, además de capacitar y actualizar el recurso humano en gestión, gerencia, diseño y manejo de los sistemas de información documental y de los servicios que se ofrecen en forma abierta, democrática, flexible promoviendo su intercambio con redes internacionales a fin de incluir a Bolivia en la frontera del conocimiento”. Este proyecto proporciona servicios a repositorios comerciales de INASP y EBSCO, entre otros, que les permite a todos los asociados con el pago de una cuota conjunta anual preferencial, el acceso a más de 200.000 revistas científicas en español.

Desde 1997, la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) ha publicado investigaciones sobre temas relevantes para el país y sus regiones, resultado de 54 convocatorias lanzadas y 331 proyectos ejecutados, en el campo de las ciencias sociales, humanas y medioambientales; y el área tecnológica y productiva. Con el objetivo democratizar el acceso al conocimiento, la Fundación PIEB pone a disposición de investigadores, instituciones y público interesado, los estudios publicados en su línea editorial, en formato digital, para libre descarga. La difusión de estos libros se realiza desde octubre de 2016, y por orden cronológico, a partir de la primera publicación: http//www.pieb.com.bo/biblioPIEB.php

La LIBREría: es un gran estante digital de libros que todos podemos leer libremente y sin ningún costo. En la LIBREría puedes buscar, leer y compartir libros que hayan sido publicados en licencias abiertas o se encuentren en el dominio público. La LIBREría tiene como objetivo difundir material bibliográfico de escritores bolivianos. La LIBREría pertenece a la comunidad. Su código es abierto y cualquiera puede editarlo. Sus libros son distribuidos con una licencia abierta y cualquiera puede compartirlos.

Bibliotecas digitales libres en español:

  • Proyecto Gutenberg: http://www.gutenberg.org/, Tiene una buena cantidad de documentos en español.
  • Europeana: http://www.europeana.eu/portal/, ofrece cantidad de documentos diferentes como mapas, pinturas, libros o películas.
  • Biblioteca Digital Mundial: http://www.wdl.org/es/, compuesta por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la UNESCO.
  • El Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/, permite el acceso libre y gratuito a cualquiera que esté interesado en consultar los documentos que recoge con imágenes digitalizadas de los Archivos Españoles.
  • La Biblioteca Nacional de España: http://www.bne.es/es/Inicio/index.html.
  • Y muchos otros más:
NEGOCIO DE PUBLICACIONES
FILOSOFÍA DEL SOFTWARE LIBRE
LA EXPERIENCIA CAAURII-BOLIVIA

El negocio de las publicaciones científicas es un negocio redondo pues también convoca a la necesidad de los Investigadores por publicar sus trabajos y las más de las veces deben hacerlo en los términos y condiciones que estas grandes empresas y las “burocracias” relacionadas les ponen unilateralmente y sin derecho a reclamos. La editora Viviana Martinovich, que dirige “Salud Colectiva”, una de las revistas argentinas con mayor factor de impacto (índice que calcula el éxito de un artículo en base a la cantidad de veces que fue citado), analiza el mapa editorial de la ciencia internacional en un artículo denominado “El negocio de las revistas científicas”, afirma que “En la actualidad, gigantes industriales como Thompson Reuters y RELX Group realizan prácticas abusivas y monopolizan la distribución de productos editoriales, confeccionados con propósitos simbólicos (porque generan significados y símbolos son bienes culturales) pero sobre todo económicos (porque persiguen el lucro). En esta cartografía con acento mercantil, el acceso de los científicos a investigaciones ajenas así como sus posibilidades reales de publicar avances propios, están parcialmente vedadas. Son tantas las barreras –tecnológicas y económicas– a sortear que lograr el consabido –impacto- se convierte en una auténtica epopeya. El esquema es perverso: los científicos pagan entre 3 y 5 mil dólares para publicar sus descubrimientos en revistas como Science, Cell o Nature. Si sus trabajos responden a los requisitos del mercado –más allá de la calidad de sus intervenciones–, luego acuerdan un contrato que los compromete a ceder sus derechos y les impide compartir el contenido por intermedio de cualquier otro canal”.

De manera más radical, ante esta nueva gran asimetría que pasa por las dificultades del avance de la I+D+i y dice del futuro mismo de nuestros pueblos, en un país de Europa del Este, se ha desarrollado la manera de acceder gratuitamente a publicaciones científicas que por lo regular tiene un costo de veinte (20) euros por cada artículo, esta manera se llama “Sci-Hub”, un sitio web cuyo responsable es Alexandra Elbakyan, una investigadora kazaja perseguida actualmente por la justicia estadounidense como la pirata de las publicaciones científicas. “En 2011, cuando Alexandra Elbakyan creó Sci-Hub, una biblioteca científica clandestina en línea, solo quería acceder a la costosa literatura científica para poder trabajar. La Universidad de Astaná, Kazajstán, donde estudia neurociencia, no disponía de los medios para proporcionarle acceso a todos los artículos científicos que necesitaba para desarrollar, como cualquier investigador, una bibliografía que describa el estado del arte de su problemática. La joven estudiante luego inventa una forma de descargarse muy rápido artículos científicos sin pagarlos. Hoy, miles de usuarios de Internet, en su mayoría investigadores, lo utilizan a diario.” Algunos estudiantes de doctorado con acceso a muy pocos artículos encontraron este “sistema de supervivencia”. Pero desde entonces, Sci-Hub se ha vuelto popular en la comunidad científica. A principios de 2016, se cargaron 164,000 artículos por día: afirma la revista de ciencias The Sound of Science.

“Sci-Hub, en el mundo de la información científica y técnica, es la disrupción total, llega al investigador desconocido y la plataforma da acceso a documentos mucho más rápido que las plataformas legales. Incluso algunos investigadores con acceso a plataformas legales a través de su biblioteca universitaria pasan por Sci-Hub, que es más fácil de acceder y más rápida. Y el sitio ahora almacena más del 95% de la bibliografía científica mundial. Pronto, otros investigadores comenzaron a usar su sistema. Y los grandes editores científicos no han dejado de reaccionar legalmente. Uno de ellos, Elsevier, ganó el verano pasado en la justicia de Estados Unidos un primer juicio contra Sci-Hub, Alexandra Elbakyan y otros proyectos similares.”

Este contexto nos permite afirmar que la transformación digital en el mundo académico y el desarrollo económico social en nuestros países, tiene que ver con el acceso libre a la producción científica, pues según estos mismos estudios “Las universidades en países pobres son las primeras en ser penalizadas. Incluso la prestigiosa universidad de Harvard declaraba en 2012, que ya no puede pagar ´los precios se vuelven exorbitantes”.

NEGOCIO DE PUBLICACIONES

En una mirada más integral, toda esta temática está muy vinculada a la filosofía, no solo al área, del Software Libre y el Código Abierto, mismas que ya tocaba anteriormente en un artículo denominado “El Software Libre es parte de un proceso de democratización del conocimiento”, pues desarrolla paralelamente la licencia de no propiedad “Copyleft” (GPL), la Free Documentatión License GNU para la documentación del software, manuales y guías; y que se complementan a su vez con esfuerzos como el de Lawrence Lessig, los bienes Comunes Creativos (Creative Commons) que desarrolla planes y proyectos tendientes a superar las barreras legales puestas a la creatividad a través de la articulación de leyes y normas abiertas apoyadas en recursos informáticos para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público; y que puedan ser incorporadas en la economía jurídica mundial. En esta misma perspectiva se encuentran esfuerzos como el “Science Commons”.

Complementariamente se han estructurado proyectos como la Public Library of Science Plos, así como también los Repositorios Institucionales de Acceso Abierto “Open Access”, y hasta la misma Coogle Books Library. Cerca del 60% de los artículos académicos publicados en el mundo están disponibles en acceso abierto, afirma el filósofo de la ciencia David Brooke Struck, autor del estudio “Disponibilidad de Acceso abierto a publicaciones científicas” de la empresa canadiense Science-Metrix (experta en análisis bibliométricos): “Fueron 18 meses de investigación para producir el informe, recolectando y procesando datos acerca de millares de trabajos publicados en los 30 países responsables de la mayor parte de la producción científica mundial”. En este estudio resalta el hecho que entre 2010 y 2013, alrededor del 75% de la producción académica brasileña ya era accesible gratuitamente para cualquier usuario con conexión a internet; parte de este logro se lo asienta en la creación y desarrollo de SciELO (Scientific Electronic Library Online), una iniciativa modelo de publicación electrónica para países en desarrollo, iniciada en 1998.

En esta misma línea, y en ratificación de lo antes afirmado, otra investigación, denominada “Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales”, asegura que América Latina se distingue de otras regiones del mundo por considerar la información científica como un bien común, y todas las iniciativas arriba mencionadas son financiadas con fondos públicos y gestionadas por la misma comunidad académica que publica las revistas científicas, a diferencia de Europa y Estados Unidos donde se han tercerizado y comercializado gran parte de las comunicaciones científicas, principalmente las revistas”.

Sin embargo, y he aquí las paradojas, señala también que hay que tener muy bien en cuenta que los criterios de “las agencias que están a cargo de fomentar la investigación entienden la calidad y el impacto de las publicaciones de la región...” pues “los criterios utilizados en los sistemas de incentivos es evidente porque fomentan el conflicto con el cual comenzamos este capítulo: por un lado promueven el acceso abierto al valorar el trabajo de las iniciativas regionales mientras que, al mismo tiempo, menosprecian el acceso abierto al premiar la publicación en revistas con un factor de impacto alto, las cuales son en gran parte de acceso cerrado”.

En el país se ha desarrollado una iniciativa impulsada por el Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología que en trabajo conjunto con universidades públicas y privadas así como otras instituciones de enseñanza e investigación han conformado un Consorcio Académico de Acceso y uso de recursos de Información para la investigación CAAURII-BOLIVIA; que desde sus inicios en 2013, contó con el decidido apoyo y financiamiento de ASDI; con el objetivo de “Fortalecer el uso y acceso a los Recursos de Información Científica en las universidades e instituciones miembros, de manera que apoyen a la labor académica y garanticen la excelencia del servicio, además de capacitar y actualizar el recurso humano en gestión, gerencia, diseño y manejo de los sistemas de información documental y de los servicios que se ofrecen en forma abierta, democrática, flexible promoviendo su intercambio con redes internacionales a fin de incluir a Bolivia en la frontera del conocimiento”. Este proyecto proporciona servicios a repositorios comerciales de INASP y EBSCO, entre otros, que les permite a todos los asociados con el pago de una cuota conjunta anual preferencial, el acceso a más de 200.000 revistas científicas en español.

Desde 1997, la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) ha publicado investigaciones sobre temas relevantes para el país y sus regiones, resultado de 54 convocatorias lanzadas y 331 proyectos ejecutados, en el campo de las ciencias sociales, humanas y medioambientales; y el área tecnológica y productiva. Con el objetivo democratizar el acceso al conocimiento, la Fundación PIEB pone a disposición de investigadores, instituciones y público interesado, los estudios publicados en su línea editorial, en formato digital, para libre descarga. La difusión de estos libros se realiza desde octubre de 2016, y por orden cronológico, a partir de la primera publicación: http//www.pieb.com.bo/biblioPIEB.php

La LIBREría: es un gran estante digital de libros que todos podemos leer libremente y sin ningún costo. En la LIBREría puedes buscar, leer y compartir libros que hayan sido publicados en licencias abiertas o se encuentren en el dominio público. La LIBREría tiene como objetivo difundir material bibliográfico de escritores bolivianos. La LIBREría pertenece a la comunidad. Su código es abierto y cualquiera puede editarlo. Sus libros son distribuidos con una licencia abierta y cualquiera puede compartirlos.

Bibliotecas digitales libres en español:

  • Proyecto Gutenberg: http://www.gutenberg.org/, Tiene una buena cantidad de documentos en español.
  • Europeana: http://www.europeana.eu/portal/, ofrece cantidad de documentos diferentes como mapas, pinturas, libros o películas.
  • Biblioteca Digital Mundial: http://www.wdl.org/es/, compuesta por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la UNESCO.
  • El Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/, permite el acceso libre y gratuito a cualquiera que esté interesado en consultar los documentos que recoge con imágenes digitalizadas de los Archivos Españoles.
  • La Biblioteca Nacional de España: http://www.bne.es/es/Inicio/index.html.
  • Y muchos otros más:
FILOSOFÍA DEL SOFTWARE LIBRE
NEGOCIO DE PUBLICACIONES

El negocio de las publicaciones científicas es un negocio redondo pues también convoca a la necesidad de los Investigadores por publicar sus trabajos y las más de las veces deben hacerlo en los términos y condiciones que estas grandes empresas y las “burocracias” relacionadas les ponen unilateralmente y sin derecho a reclamos. La editora Viviana Martinovich, que dirige “Salud Colectiva”, una de las revistas argentinas con mayor factor de impacto (índice que calcula el éxito de un artículo en base a la cantidad de veces que fue citado), analiza el mapa editorial de la ciencia internacional en un artículo denominado “El negocio de las revistas científicas”, afirma que “En la actualidad, gigantes industriales como Thompson Reuters y RELX Group realizan prácticas abusivas y monopolizan la distribución de productos editoriales, confeccionados con propósitos simbólicos (porque generan significados y símbolos son bienes culturales) pero sobre todo económicos (porque persiguen el lucro). En esta cartografía con acento mercantil, el acceso de los científicos a investigaciones ajenas así como sus posibilidades reales de publicar avances propios, están parcialmente vedadas. Son tantas las barreras –tecnológicas y económicas– a sortear que lograr el consabido –impacto- se convierte en una auténtica epopeya. El esquema es perverso: los científicos pagan entre 3 y 5 mil dólares para publicar sus descubrimientos en revistas como Science, Cell o Nature. Si sus trabajos responden a los requisitos del mercado –más allá de la calidad de sus intervenciones–, luego acuerdan un contrato que los compromete a ceder sus derechos y les impide compartir el contenido por intermedio de cualquier otro canal”.

De manera más radical, ante esta nueva gran asimetría que pasa por las dificultades del avance de la I+D+i y dice del futuro mismo de nuestros pueblos, en un país de Europa del Este, se ha desarrollado la manera de acceder gratuitamente a publicaciones científicas que por lo regular tiene un costo de veinte (20) euros por cada artículo, esta manera se llama “Sci-Hub”, un sitio web cuyo responsable es Alexandra Elbakyan, una investigadora kazaja perseguida actualmente por la justicia estadounidense como la pirata de las publicaciones científicas. “En 2011, cuando Alexandra Elbakyan creó Sci-Hub, una biblioteca científica clandestina en línea, solo quería acceder a la costosa literatura científica para poder trabajar. La Universidad de Astaná, Kazajstán, donde estudia neurociencia, no disponía de los medios para proporcionarle acceso a todos los artículos científicos que necesitaba para desarrollar, como cualquier investigador, una bibliografía que describa el estado del arte de su problemática. La joven estudiante luego inventa una forma de descargarse muy rápido artículos científicos sin pagarlos. Hoy, miles de usuarios de Internet, en su mayoría investigadores, lo utilizan a diario.” Algunos estudiantes de doctorado con acceso a muy pocos artículos encontraron este “sistema de supervivencia”. Pero desde entonces, Sci-Hub se ha vuelto popular en la comunidad científica. A principios de 2016, se cargaron 164,000 artículos por día: afirma la revista de ciencias The Sound of Science.

“Sci-Hub, en el mundo de la información científica y técnica, es la disrupción total, llega al investigador desconocido y la plataforma da acceso a documentos mucho más rápido que las plataformas legales. Incluso algunos investigadores con acceso a plataformas legales a través de su biblioteca universitaria pasan por Sci-Hub, que es más fácil de acceder y más rápida. Y el sitio ahora almacena más del 95% de la bibliografía científica mundial. Pronto, otros investigadores comenzaron a usar su sistema. Y los grandes editores científicos no han dejado de reaccionar legalmente. Uno de ellos, Elsevier, ganó el verano pasado en la justicia de Estados Unidos un primer juicio contra Sci-Hub, Alexandra Elbakyan y otros proyectos similares.”

Este contexto nos permite afirmar que la transformación digital en el mundo académico y el desarrollo económico social en nuestros países, tiene que ver con el acceso libre a la producción científica, pues según estos mismos estudios “Las universidades en países pobres son las primeras en ser penalizadas. Incluso la prestigiosa universidad de Harvard declaraba en 2012, que ya no puede pagar ´los precios se vuelven exorbitantes”.

FILOSOFÍA DEL SOFTWARE LIBRE

En una mirada más integral, toda esta temática está muy vinculada a la filosofía, no solo al área, del Software Libre y el Código Abierto, mismas que ya tocaba anteriormente en un artículo denominado “El Software Libre es parte de un proceso de democratización del conocimiento”, pues desarrolla paralelamente la licencia de no propiedad “Copyleft” (GPL), la Free Documentatión License GNU para la documentación del software, manuales y guías; y que se complementan a su vez con esfuerzos como el de Lawrence Lessig, los bienes Comunes Creativos (Creative Commons) que desarrolla planes y proyectos tendientes a superar las barreras legales puestas a la creatividad a través de la articulación de leyes y normas abiertas apoyadas en recursos informáticos para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público; y que puedan ser incorporadas en la economía jurídica mundial. En esta misma perspectiva se encuentran esfuerzos como el “Science Commons”.

Complementariamente se han estructurado proyectos como la Public Library of Science Plos, así como también los Repositorios Institucionales de Acceso Abierto “Open Access”, y hasta la misma Coogle Books Library. Cerca del 60% de los artículos académicos publicados en el mundo están disponibles en acceso abierto, afirma el filósofo de la ciencia David Brooke Struck, autor del estudio “Disponibilidad de Acceso abierto a publicaciones científicas” de la empresa canadiense Science-Metrix (experta en análisis bibliométricos): “Fueron 18 meses de investigación para producir el informe, recolectando y procesando datos acerca de millares de trabajos publicados en los 30 países responsables de la mayor parte de la producción científica mundial”. En este estudio resalta el hecho que entre 2010 y 2013, alrededor del 75% de la producción académica brasileña ya era accesible gratuitamente para cualquier usuario con conexión a internet; parte de este logro se lo asienta en la creación y desarrollo de SciELO (Scientific Electronic Library Online), una iniciativa modelo de publicación electrónica para países en desarrollo, iniciada en 1998.

En esta misma línea, y en ratificación de lo antes afirmado, otra investigación, denominada “Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales”, asegura que América Latina se distingue de otras regiones del mundo por considerar la información científica como un bien común, y todas las iniciativas arriba mencionadas son financiadas con fondos públicos y gestionadas por la misma comunidad académica que publica las revistas científicas, a diferencia de Europa y Estados Unidos donde se han tercerizado y comercializado gran parte de las comunicaciones científicas, principalmente las revistas”.

Sin embargo, y he aquí las paradojas, señala también que hay que tener muy bien en cuenta que los criterios de “las agencias que están a cargo de fomentar la investigación entienden la calidad y el impacto de las publicaciones de la región...” pues “los criterios utilizados en los sistemas de incentivos es evidente porque fomentan el conflicto con el cual comenzamos este capítulo: por un lado promueven el acceso abierto al valorar el trabajo de las iniciativas regionales mientras que, al mismo tiempo, menosprecian el acceso abierto al premiar la publicación en revistas con un factor de impacto alto, las cuales son en gran parte de acceso cerrado”.

LA EXPERIENCIA CAAURII-BOLIVIA

En el país se ha desarrollado una iniciativa impulsada por el Vice Ministerio de Ciencia y Tecnología que en trabajo conjunto con universidades públicas y privadas así como otras instituciones de enseñanza e investigación han conformado un Consorcio Académico de Acceso y uso de recursos de Información para la investigación CAAURII-BOLIVIA; que desde sus inicios en 2013, contó con el decidido apoyo y financiamiento de ASDI; con el objetivo de “Fortalecer el uso y acceso a los Recursos de Información Científica en las universidades e instituciones miembros, de manera que apoyen a la labor académica y garanticen la excelencia del servicio, además de capacitar y actualizar el recurso humano en gestión, gerencia, diseño y manejo de los sistemas de información documental y de los servicios que se ofrecen en forma abierta, democrática, flexible promoviendo su intercambio con redes internacionales a fin de incluir a Bolivia en la frontera del conocimiento”. Este proyecto proporciona servicios a repositorios comerciales de INASP y EBSCO, entre otros, que les permite a todos los asociados con el pago de una cuota conjunta anual preferencial, el acceso a más de 200.000 revistas científicas en español.

Desde 1997, la Fundación para la Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) ha publicado investigaciones sobre temas relevantes para el país y sus regiones, resultado de 54 convocatorias lanzadas y 331 proyectos ejecutados, en el campo de las ciencias sociales, humanas y medioambientales; y el área tecnológica y productiva. Con el objetivo democratizar el acceso al conocimiento, la Fundación PIEB pone a disposición de investigadores, instituciones y público interesado, los estudios publicados en su línea editorial, en formato digital, para libre descarga. La difusión de estos libros se realiza desde octubre de 2016, y por orden cronológico, a partir de la primera publicación: http//www.pieb.com.bo/biblioPIEB.php

La LIBREría: es un gran estante digital de libros que todos podemos leer libremente y sin ningún costo. En la LIBREría puedes buscar, leer y compartir libros que hayan sido publicados en licencias abiertas o se encuentren en el dominio público. La LIBREría tiene como objetivo difundir material bibliográfico de escritores bolivianos. La LIBREría pertenece a la comunidad. Su código es abierto y cualquiera puede editarlo. Sus libros son distribuidos con una licencia abierta y cualquiera puede compartirlos.

Bibliotecas digitales libres en español:

  • Proyecto Gutenberg: http://www.gutenberg.org/, Tiene una buena cantidad de documentos en español.
  • Europeana: http://www.europeana.eu/portal/, ofrece cantidad de documentos diferentes como mapas, pinturas, libros o películas.
  • Biblioteca Digital Mundial: http://www.wdl.org/es/, compuesta por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y de la UNESCO.
  • El Portal de Archivos Españoles: http://pares.mcu.es/, permite el acceso libre y gratuito a cualquiera que esté interesado en consultar los documentos que recoge con imágenes digitalizadas de los Archivos Españoles.
  • La Biblioteca Nacional de España: http://www.bne.es/es/Inicio/index.html.
  • Y muchos otros más:
NEGOCIO DE PUBLICACIONES

El negocio de las publicaciones científicas es un negocio redondo pues también convoca a la necesidad de los Investigadores por publicar sus trabajos y las más de las veces deben hacerlo en los términos y condiciones que estas grandes empresas y las “burocracias” relacionadas les ponen unilateralmente y sin derecho a reclamos. La editora Viviana Martinovich, que dirige “Salud Colectiva”, una de las revistas argentinas con mayor factor de impacto (índice que calcula el éxito de un artículo en base a la cantidad de veces que fue citado), analiza el mapa editorial de la ciencia internacional en un artículo denominado “El negocio de las revistas científicas”, afirma que “En la actualidad, gigantes industriales como Thompson Reuters y RELX Group realizan prácticas abusivas y monopolizan la distribución de productos editoriales, confeccionados con propósitos simbólicos (porque generan significados y símbolos son bienes culturales) pero sobre todo económicos (porque persiguen el lucro). En esta cartografía con acento mercantil, el acceso de los científicos a investigaciones ajenas así como sus posibilidades reales de publicar avances propios, están parcialmente vedadas. Son tantas las barreras –tecnológicas y económicas– a sortear que lograr el consabido –impacto- se convierte en una auténtica epopeya. El esquema es perverso: los científicos pagan entre 3 y 5 mil dólares para publicar sus descubrimientos en revistas como Science, Cell o Nature. Si sus trabajos responden a los requisitos del mercado –más allá de la calidad de sus intervenciones–, luego acuerdan un contrato que los compromete a ceder sus derechos y les impide compartir el contenido por intermedio de cualquier otro canal”.

De manera más radical, ante esta nueva gran asimetría que pasa por las dificultades del avance de la I+D+i y dice del futuro mismo de nuestros pueblos, en un país de Europa del Este, se ha desarrollado la manera de acceder gratuitamente a publicaciones científicas que por lo regular tiene un costo de veinte (20) euros por cada artículo, esta manera se llama “Sci-Hub”, un sitio web cuyo responsable es Alexandra Elbakyan, una investigadora kazaja perseguida actualmente por la justicia estadounidense como la pirata de las publicaciones científicas. “En 2011, cuando Alexandra Elbakyan creó Sci-Hub, una biblioteca científica clandestina en línea, solo quería acceder a la costosa literatura científica para poder trabajar. La Universidad de Astaná, Kazajstán, donde estudia neurociencia, no disponía de los medios para proporcionarle acceso a todos los artículos científicos que necesitaba para desarrollar, como cualquier investigador, una bibliografía que describa el estado del arte de su problemática. La joven estudiante luego inventa una forma de descargarse muy rápido artículos científicos sin pagarlos. Hoy, miles de usuarios de Internet, en su mayoría investigadores, lo utilizan a diario.” Algunos estudiantes de doctorado con acceso a muy pocos artículos encontraron este “sistema de supervivencia”. Pero desde entonces, Sci-Hub se ha vuelto popular en la comunidad científica. A principios de 2016, se cargaron 164,000 artículos por día: afirma la revista de ciencias The Sound of Science.

“Sci-Hub, en el mundo de la información científica y técnica, es la disrupción total, llega al investigador desconocido y la plataforma da acceso a documentos mucho más rápido que las plataformas legales. Incluso algunos investigadores con acceso a plataformas legales a través de su biblioteca universitaria pasan por Sci-Hub, que es más fácil de acceder y más rápida. Y el sitio ahora almacena más del 95% de la bibliografía científica mundial. Pronto, otros investigadores comenzaron a usar su sistema. Y los grandes editores científicos no han dejado de reaccionar legalmente. Uno de ellos, Elsevier, ganó el verano pasado en la justicia de Estados Unidos un primer juicio contra Sci-Hub, Alexandra Elbakyan y otros proyectos similares.”

Este contexto nos permite afirmar que la transformación digital en el mundo académico y el desarrollo económico social en nuestros países, tiene que ver con el acceso libre a la producción científica, pues según estos mismos estudios “Las universidades en países pobres son las primeras en ser penalizadas. Incluso la prestigiosa universidad de Harvard declaraba en 2012, que ya no puede pagar ´los precios se vuelven exorbitantes”.

En una mirada más integral, toda esta temática está muy vinculada a la filosofía, no solo al área, del Software Libre y el Código Abierto, mismas que ya tocaba anteriormente en un artículo denominado “El Software Libre es parte de un proceso de democratización del conocimiento”, pues desarrolla paralelamente la licencia de no propiedad “Copyleft” (GPL), la Free Documentatión License GNU para la documentación del software, manuales y guías; y que se complementan a su vez con esfuerzos como el de Lawrence Lessig, los bienes Comunes Creativos (Creative Commons) que desarrolla planes y proyectos tendientes a superar las barreras legales puestas a la creatividad a través de la articulación de leyes y normas abiertas apoyadas en recursos informáticos para así facilitar la distribución y el uso de contenidos para el dominio público; y que puedan ser incorporadas en la economía jurídica mundial. En esta misma perspectiva se encuentran esfuerzos como el “Science Commons”.

Complementariamente se han estructurado proyectos como la Public Library of Science Plos, así como también los Repositorios Institucionales de Acceso Abierto “Open Access”, y hasta la misma Coogle Books Library. Cerca del 60% de los artículos académicos publicados en el mundo están disponibles en acceso abierto, afirma el filósofo de la ciencia David Brooke Struck, autor del estudio “Disponibilidad de Acceso abierto a publicaciones científicas” de la empresa canadiense Science-Metrix (experta en análisis bibliométricos): “Fueron 18 meses de investigación para producir el informe, recolectando y procesando datos acerca de millares de trabajos publicados en los 30 países responsables de la mayor parte de la producción científica mundial”. En este estudio resalta el hecho que entre 2010 y 2013, alrededor del 75% de la producción académica brasileña ya era accesible gratuitamente para cualquier usuario con conexión a internet; parte de este logro se lo asienta en la creación y desarrollo de SciELO (Scientific Electronic Library Online), una iniciativa modelo de publicación electrónica para países en desarrollo, iniciada en 1998.

En esta misma línea, y en ratificación de lo antes afirmado, otra investigación, denominada “Hecho en Latinoamérica: acceso abierto, revistas académicas e innovaciones regionales”, asegura que América Latina se distingue de otras regiones del mundo por considerar la información científica como un bien común, y todas las iniciativas arriba mencionadas son financiadas con fondos públicos y gestionadas por la misma comunidad académica que publica las revistas científicas, a diferencia de Europa y Estados Unidos donde se han tercerizado y comercializado gran parte de las comunicaciones científicas, principalmente las revistas”.

Sin embargo, y he aquí las paradojas, señala también que hay que tener muy bien en cuenta que los criterios de “las agencias que están a cargo de fomentar la investigación entienden la calidad y el impacto de las publicaciones de la región...” pues “los criterios utilizados en los sistemas de incentivos es evidente porque fomentan el conflicto con el cual comenzamos este capítulo: por un lado promueven el acceso abierto al valorar el trabajo de las iniciativas regionales mientras que, al mismo tiempo, menosprecian el acceso abierto al premiar la publicación en revistas con un factor de impacto alto, las cuales son en gran parte de acceso cerrado”.

. Redacción:
Max Morales Escobar

Ingeniero en Investigación, Desarrollo e Innovación; Colaborador Invitado de la Revista TEMAS cbba

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