(Foto: El Periódico de Aragón)
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Sin claridad meridiana, sin norte definido, casi a tientas, los bolivianos volverán a las urnas el 3 de mayo.
Simón Alberto Figueroa Reynaga
2 de febrero de 2020
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¿CÓMO CONSTRUIR PODER POLÍTICO?

La decisión pública de la señora Jeanine Añez de ser candidata a la Presidencia del Estado anunciada la tarde del viernes 24 de enero, fue un golpe directo al estomago, abrió profundas grietas en la estructura partidaria tradicional, volteó el tablero de líderes emergentes y abrió un gigante interrogante sobre cómo construir poder sin medias tintas cuando está en marcha un proceso electoral sin retorno con un TSE competente que fijó plazos fatales que deben cumplirse de acuerdo a ley y que culminará el 3 de mayo próximo. Los bolivianos fueron sacudidos por un terremoto de enorme magnitud con fuertes replicas inmediatas.

El derecho de la Presidenta de ser candidata amparado en la Constitución Política del Estado, Art. 238, es legal pero no es justo ni ético, interpretando la declaración 0001/2020 del Tribunal Constitucional Plurinacional que le exhorta garantizar el proceso electoral y el sufragio sin dejar margen a una prórroga de mandato o ser candidata de un partido o alianza política estando cumpliendo la más alta función del Estado con carácter transitorio. Pero en Bolivia nunca se respetó las reglas del juego. En política, el cálculo y el ardid siempre fueron estratagemas para alcanzar el poder.

La credibilidad se funda en el principio ético, pilar fundamental que protege la dignidad de toda persona que se precia de proclamar la verdad y trasciende en ese ámbito. La Presidenta defraudó a millones de sus admiradores que confiaban en su valor de mujer honesta dispuesta a garantizar elecciones transparentes después de pacificar el país. Hoy es candidata de un partido político ultraconservador, Movimiento Demócrata Social en su condición de militante. Sus aliados importantes más destacados son Luis Revilla, Alcalde de la Paz y Adrian Oliva, Gobernador de Tarija, socios naturales de Carlos Mesa en Comunidad Ciudadana que lo abandonaron sin explicación alguna. Samuel Doria Medina es su vice presidenciable en la vieja lógica de unir oriente con occidente.

Añez cree ser predestinada y responde a sus adversarios circunstanciales que piden su renuncia calificándoles de “minoría machista” que no aceptan el liderazgo de las mujeres, dejando implícito que su poder desde la Presidencia no está en juego ni será transitorio. “La libertad, la paz y la democracia llegaron para quedarse”, suele afirmar en sus discursos. ¿Es traición a la revolución de las pititas como afirma la renunciante ministra de Comunicación Roxana Lizárraga? No parece cierta, cuando dirigentes de la llamada “Resistencia” y plataformas de mujeres que lucharon con sus pititas en las calles y rotondas en octubre y noviembre de 2019, ya le expresaron su respaldo.

(Foto: El País)

Pidió la renuncia de su gabinete para crear círculos concéntricos en torno a ella y alejó a los ministros que no responden a su línea política, ahora claramente definida. Ya lo hizo a los pocos días de ser Presidente, destituyendo a su más cercano colaborador, clave para superar la crisis de octubre: Jerjes Justiniano, Ministro de la Presidencia abogado y amigo íntimo de Luis Fernando Camacho. No le importó ninguna repercusión. No colisionó con nadie, simplemente fue su decisión. La Presidenta, parece dirigir un mensaje explícito que se entiende bien. Aquí no hay retórica.

El 10 de noviembre de 2019, en un hemiciclo sin quórum primero juró como Presidenta del Senado y en esa condición juró luego como Presidenta del Estado Plurinacional con la promesa de pacificar el país, convocar y garantizar elecciones transparentes. Designó su Vocal para el Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, un profesional honesto y competente acudiendo a la meritocracia. Desplegó notable inteligencia a la hora de lidiar, negociar y finalmente pactar con su archienemigo, el MAS, en la Asamblea Legislativa Plurinacional para devolver la normalidad al país ganando simpatía de una mayoría nacional desencantada con el legado del MAS.

El martes 28 de enero de 2020, en ocasión de ministrar posesión a su mismo gabinete, con excepción de tres nuevas figuras, dos políticas y una profesional, nuevamente ratificó su pensamiento y sentimiento respecto al lugar que hoy ocupa. “Seré presidente y candidata sin cometer ningún acto inconstitucional”, afirmó en medio de nutrido aplauso de los presentes. Ella vio como necesario aclarar las críticas en su contra afirmando que hizo todos los esfuerzos por construir un solo frente, pero nadie mostró grandeza. “Juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos”, dijo y agregó: “Haré campaña fuera de horario de trabajo, sábados y domingos”.

Un mensaje sin ambages que debe preocupar a los candidatos emergentes y a los llamados líderes de la partidocracia que ya se encuentran en carrera electoral. La Presidenta “no se bajará del carro”. Su derecho a ser candidata es legal y la dualidad que genera su cargo en funciones no le impedirá hacer campaña y con seguridad no llegará a lugares remotos ni en el avión presidencial tampoco en el helicóptero oficial. Será un reto para ella y de cumplir esa promesa ganará adeptos y será creíble. Jeanine Áñez puede ser revelación en el presente electoral y, en el futuro, formar parte del nuevo sistema de partidos políticos que necesita ser renovado. Bolivia requiere olvidar los tradicionales rostros de políticos que por más de 20 años intentaron alanzar la Presidencia sin lograr ese objetivo. Quizá algunos pueden hoy, pero como candidatos a la Vicepresidencia.

APLOMO Y DECISION PRESIDENCIAL

El constitucionalista José Luis Santistevan, dijo que su decisión “desnaturaliza, burla y viola el contenido de la declaración constitucional 0001/2020 y se ampara en artículos de la CPE para no renunciar”. Para él, “esto constituye otra ruptura del orden constitucional”. (El Deber, 26-1-20)

Williams Bascopé, otro abogado constitucionalista, asegura que la CPE es clara en el artículo 238, acápite 3: No podrán acceder a la presidencia “quienes ocupen cargos electivos, de designación o de libre nombramiento, que no hayan renunciado a éste, al menos tres meses antes al día de la elección, excepto el presidente y el vicepresidente de la República”.

A su vez, el abogado Luis Vásquez Villamor advirtió: “La constitucionalidad de la ampliación del mandato que el Tribunal Constitucional le dio a la presidenta Áñez solo tiene un fin, que era llevar al país a nuevas elecciones. No para que se habilite como candidata sino para que organice un proceso electoral, constituyéndose en una especie de árbitro…”

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que los abogados se inventan todo. “Dicen también que debe renunciar y que (Eva) Copa asumiría, la CPE es muy clara en el artículo 238”, agregó. Murillo declaró que le parece una mezquindad, “viniendo de quienes no tuvieron el valor de defender el voto de los bolivianos. Cuando la presidenta Áñez pidió unidad, le respondieron que no se meta. Una mujer tuvo el valor de pacificar el país con miles de personas en las calles, y muchos políticos se metieron debajo de su cama a temblar”.

El abogado Marco Antonio Baldivieso, ex integrante del Tribunal Constitucional Plurinacional, dijo en una entrevista en el programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana que la Presidenta tiene derecho político para ser candidata y no tiene obligación de renunciar a su alto cargo y explicó el alcance del Art. 238 en su numeral 3 cuyas excepciones garantizan derechos políticos no sólo para Presidente, Vicepresidente , también para gobernadores, asambleístas, alcaldes, concejales, diputados y senadores electos que no tienen necesidad de renunciar.

Carlos Mesa insiste que la actual mandataria debería concluir su tarea entregando el mando a quien gane legítimamente los comicios. “Yo respeto profundamente a la presidenta Áñez, pero creo que comete una gran equivocación”, dijo en conferencia de prensa. Curiosamente, el ex presidente Evo Morales, admitió desde Argentina a una radio de El Alto que postularse “es su derecho”, refiriéndose a Jeanine Áñez. “Quiere ser candidata, está en todo su derecho, pero tantas veces dijo “no voy a ser candidata” y ahora lo es”, dijo.

El líder de Demócratas Rubén Costas, supo moverse en aguas profundas como tiburón depredador que se engulló a sus adversarios que intentaron anularlo después que sus candidatos Oscar Ortiz y Shirley Franco apenas superaron el 4% de la preferencia electoral y era sabido que no tenía candidato potencial, excepto Fernando Camacho, pero prefirió a Jeanine Añez. Camacho hoy es enemigo visceral de Costas al igual que sus aliados más cercanos como Branko Marinkovic, ex líder cívico cruceño y Guido Nayar, ex Ministro del Interior durante el gobierno del Gral. Hugo Banzer que plantearon su renuncia por causas del pasado que tienen que ver con la lucha autonómica.

La presidenta Jeanine Añez descartó al menos en tres oportunidades ser candidata a la presidencia en las elecciones generales, pero, ahora es una firme candidata dispuesta a conservar su espacio conquistado. “Uno de los más críticos fue el diputado y aliado del presidenciable Luis Fernando Camacho, Luis Felipe Dorado. Anunció la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que se dilucide si puede ser candidata y Presidenta a la vez, siendo que no fue electa presidenta y que solo está en ese cargo de forma transitoria. (La Razón, 26-1-20)

Su aliado, hasta hoy, Luis Revilla aclaró que se dará ejemplo sobre la manera de utilizar los bienes públicos “haciendo las cosas bien”, sin abusar de los recursos que pertenecen a los bolivianos, una clara alusión al anterior Presidente que según sus adversarios puso toda la maquinaria del Estado a su servicio en las elecciones de octubre de 2019 que luego fueron anuladas. Hecha la ley hecha la trampa, habrá que esperar para conocer la mágica fórmula para separar publicidad institucional de propaganda electoral.

Por circunstancias aún no verificadas, Revilla, desistió ser un posible acompañante de Jeanine Áñez, según él, prefiere completar su gestión edilicia porque hay monumentales obras que deben ser entregadas y al mismo tiempo cuidar el espacio ganado por su movimiento para las elecciones sub nacionales. Áñez defiende ahora a Doria Medina de quien, dice, es el indicado para orientar el correcto manejo de la economía nacional.

La ley casi nunca va de la mano con la justicia. Si bien lo legal no siempre es lo justo ni lo ético, está visto que en política nada es imposible a la hora de pactar por el poder. No tiene ningún peso el programa de gobierno ni importa la ideología que sustenta un determinado partido frente a su aliado, “sólo el fin justicia los medios”. La convocatoria cívica en Santa Cruz, para estructurar un solo frente de unidad, acaba de fracasar. Para las elecciones del 3 de mayo, sólo un poder está en construcción en medio de la orfandad política y la ausencia de un claro liderazgo que puede ser determinante a la hora de exigir unidad de los partidos bajo presión de la ciudadanía para evitar el retorno del MAS. Recordemos que fue el propio comandante General de las Fuerzas Armadas, Gral. Williams Kaliman quien le impuso la Banda Presidencial a la señora Áñez. Su investidura como Primera Mandataria surgió del brazo armado del Estado, del verdadero poder que siempre sostuvo a los políticos que siempre fue el poder detrás del trono.

CRÍTICAS AGUDAS Y RESPUESTAS

Pidió la renuncia de su gabinete para crear círculos concéntricos en torno a ella y alejó a los ministros que no responden a su línea política, ahora claramente definida. Ya lo hizo a los pocos días de ser Presidente, destituyendo a su más cercano colaborador, clave para superar la crisis de octubre: Jerjes Justiniano, Ministro de la Presidencia abogado y amigo íntimo de Luis Fernando Camacho. No le importó ninguna repercusión. No colisionó con nadie, simplemente fue su decisión. La Presidenta, parece dirigir un mensaje explícito que se entiende bien. Aquí no hay retórica.

El 10 de noviembre de 2019, en un hemiciclo sin quórum primero juró como Presidenta del Senado y en esa condición juró luego como Presidenta del Estado Plurinacional con la promesa de pacificar el país, convocar y garantizar elecciones transparentes. Designó su Vocal para el Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, un profesional honesto y competente acudiendo a la meritocracia. Desplegó notable inteligencia a la hora de lidiar, negociar y finalmente pactar con su archienemigo, el MAS, en la Asamblea Legislativa Plurinacional para devolver la normalidad al país ganando simpatía de una mayoría nacional desencantada con el legado del MAS.

El martes 28 de enero de 2020, en ocasión de ministrar posesión a su mismo gabinete, con excepción de tres nuevas figuras, dos políticas y una profesional, nuevamente ratificó su pensamiento y sentimiento respecto al lugar que hoy ocupa. “Seré presidente y candidata sin cometer ningún acto inconstitucional”, afirmó en medio de nutrido aplauso de los presentes. Ella vio como necesario aclarar las críticas en su contra afirmando que hizo todos los esfuerzos por construir un solo frente, pero nadie mostró grandeza. “Juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos”, dijo y agregó: “Haré campaña fuera de horario de trabajo, sábados y domingos”.

Un mensaje sin ambages que debe preocupar a los candidatos emergentes y a los llamados líderes de la partidocracia que ya se encuentran en carrera electoral. La Presidenta “no se bajará del carro”. Su derecho a ser candidata es legal y la dualidad que genera su cargo en funciones no le impedirá hacer campaña y con seguridad no llegará a lugares remotos ni en el avión presidencial tampoco en el helicóptero oficial. Será un reto para ella y de cumplir esa promesa ganará adeptos y será creíble. Jeanine Áñez puede ser revelación en el presente electoral y, en el futuro, formar parte del nuevo sistema de partidos políticos que necesita ser renovado. Bolivia requiere olvidar los tradicionales rostros de políticos que por más de 20 años intentaron alanzar la Presidencia sin lograr ese objetivo. Quizá algunos pueden hoy, pero como candidatos a la Vicepresidencia.

El constitucionalista José Luis Santistevan, dijo que su decisión “desnaturaliza, burla y viola el contenido de la declaración constitucional 0001/2020 y se ampara en artículos de la CPE para no renunciar”. Para él, “esto constituye otra ruptura del orden constitucional”. (El Deber, 26-1-20)

Williams Bascopé, otro abogado constitucionalista, asegura que la CPE es clara en el artículo 238, acápite 3: No podrán acceder a la presidencia “quienes ocupen cargos electivos, de designación o de libre nombramiento, que no hayan renunciado a éste, al menos tres meses antes al día de la elección, excepto el presidente y el vicepresidente de la República”.

A su vez, el abogado Luis Vásquez Villamor advirtió: “La constitucionalidad de la ampliación del mandato que el Tribunal Constitucional le dio a la presidenta Áñez solo tiene un fin, que era llevar al país a nuevas elecciones. No para que se habilite como candidata sino para que organice un proceso electoral, constituyéndose en una especie de árbitro…”

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que los abogados se inventan todo. “Dicen también que debe renunciar y que (Eva) Copa asumiría, la CPE es muy clara en el artículo 238”, agregó. Murillo declaró que le parece una mezquindad, “viniendo de quienes no tuvieron el valor de defender el voto de los bolivianos. Cuando la presidenta Áñez pidió unidad, le respondieron que no se meta. Una mujer tuvo el valor de pacificar el país con miles de personas en las calles, y muchos políticos se metieron debajo de su cama a temblar”.

El abogado Marco Antonio Baldivieso, ex integrante del Tribunal Constitucional Plurinacional, dijo en una entrevista en el programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana que la Presidenta tiene derecho político para ser candidata y no tiene obligación de renunciar a su alto cargo y explicó el alcance del Art. 238 en su numeral 3 cuyas excepciones garantizan derechos políticos no sólo para Presidente, Vicepresidente , también para gobernadores, asambleístas, alcaldes, concejales, diputados y senadores electos que no tienen necesidad de renunciar.

Carlos Mesa insiste que la actual mandataria debería concluir su tarea entregando el mando a quien gane legítimamente los comicios. “Yo respeto profundamente a la presidenta Áñez, pero creo que comete una gran equivocación”, dijo en conferencia de prensa. Curiosamente, el ex presidente Evo Morales, admitió desde Argentina a una radio de El Alto que postularse “es su derecho”, refiriéndose a Jeanine Áñez. “Quiere ser candidata, está en todo su derecho, pero tantas veces dijo “no voy a ser candidata” y ahora lo es”, dijo.

El líder de Demócratas Rubén Costas, supo moverse en aguas profundas como tiburón depredador que se engulló a sus adversarios que intentaron anularlo después que sus candidatos Oscar Ortiz y Shirley Franco apenas superaron el 4% de la preferencia electoral y era sabido que no tenía candidato potencial, excepto Fernando Camacho, pero prefirió a Jeanine Añez. Camacho hoy es enemigo visceral de Costas al igual que sus aliados más cercanos como Branko Marinkovic, ex líder cívico cruceño y Guido Nayar, ex Ministro del Interior durante el gobierno del Gral. Hugo Banzer que plantearon su renuncia por causas del pasado que tienen que ver con la lucha autonómica.

La presidenta Jeanine Añez descartó al menos en tres oportunidades ser candidata a la presidencia en las elecciones generales, pero, ahora es una firme candidata dispuesta a conservar su espacio conquistado. “Uno de los más críticos fue el diputado y aliado del presidenciable Luis Fernando Camacho, Luis Felipe Dorado. Anunció la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que se dilucide si puede ser candidata y Presidenta a la vez, siendo que no fue electa presidenta y que solo está en ese cargo de forma transitoria. (La Razón, 26-1-20)

Su aliado, hasta hoy, Luis Revilla aclaró que se dará ejemplo sobre la manera de utilizar los bienes públicos “haciendo las cosas bien”, sin abusar de los recursos que pertenecen a los bolivianos, una clara alusión al anterior Presidente que según sus adversarios puso toda la maquinaria del Estado a su servicio en las elecciones de octubre de 2019 que luego fueron anuladas. Hecha la ley hecha la trampa, habrá que esperar para conocer la mágica fórmula para separar publicidad institucional de propaganda electoral.

Por circunstancias aún no verificadas, Revilla, desistió ser un posible acompañante de Jeanine Áñez, según él, prefiere completar su gestión edilicia porque hay monumentales obras que deben ser entregadas y al mismo tiempo cuidar el espacio ganado por su movimiento para las elecciones sub nacionales. Áñez defiende ahora a Doria Medina de quien, dice, es el indicado para orientar el correcto manejo de la economía nacional.

La ley casi nunca va de la mano con la justicia. Si bien lo legal no siempre es lo justo ni lo ético, está visto que en política nada es imposible a la hora de pactar por el poder. No tiene ningún peso el programa de gobierno ni importa la ideología que sustenta un determinado partido frente a su aliado, “sólo el fin justicia los medios”. La convocatoria cívica en Santa Cruz, para estructurar un solo frente de unidad, acaba de fracasar. Para las elecciones del 3 de mayo, sólo un poder está en construcción en medio de la orfandad política y la ausencia de un claro liderazgo que puede ser determinante a la hora de exigir unidad de los partidos bajo presión de la ciudadanía para evitar el retorno del MAS. Recordemos que fue el propio comandante General de las Fuerzas Armadas, Gral. Williams Kaliman quien le impuso la Banda Presidencial a la señora Áñez. Su investidura como Primera Mandataria surgió del brazo armado del Estado, del verdadero poder que siempre sostuvo a los políticos que siempre fue el poder detrás del trono.

APLOMO Y DECISION PRESIDENCIAL
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CRÍTICAS AGUDAS Y RESPUESTAS
MOVERSE EN AGUAS PROFUNDAS

Pidió la renuncia de su gabinete para crear círculos concéntricos en torno a ella y alejó a los ministros que no responden a su línea política, ahora claramente definida. Ya lo hizo a los pocos días de ser Presidente, destituyendo a su más cercano colaborador, clave para superar la crisis de octubre: Jerjes Justiniano, Ministro de la Presidencia abogado y amigo íntimo de Luis Fernando Camacho. No le importó ninguna repercusión. No colisionó con nadie, simplemente fue su decisión. La Presidenta, parece dirigir un mensaje explícito que se entiende bien. Aquí no hay retórica.

El 10 de noviembre de 2019, en un hemiciclo sin quórum primero juró como Presidenta del Senado y en esa condición juró luego como Presidenta del Estado Plurinacional con la promesa de pacificar el país, convocar y garantizar elecciones transparentes. Designó su Vocal para el Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, un profesional honesto y competente acudiendo a la meritocracia. Desplegó notable inteligencia a la hora de lidiar, negociar y finalmente pactar con su archienemigo, el MAS, en la Asamblea Legislativa Plurinacional para devolver la normalidad al país ganando simpatía de una mayoría nacional desencantada con el legado del MAS.

El martes 28 de enero de 2020, en ocasión de ministrar posesión a su mismo gabinete, con excepción de tres nuevas figuras, dos políticas y una profesional, nuevamente ratificó su pensamiento y sentimiento respecto al lugar que hoy ocupa. “Seré presidente y candidata sin cometer ningún acto inconstitucional”, afirmó en medio de nutrido aplauso de los presentes. Ella vio como necesario aclarar las críticas en su contra afirmando que hizo todos los esfuerzos por construir un solo frente, pero nadie mostró grandeza. “Juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos”, dijo y agregó: “Haré campaña fuera de horario de trabajo, sábados y domingos”.

Un mensaje sin ambages que debe preocupar a los candidatos emergentes y a los llamados líderes de la partidocracia que ya se encuentran en carrera electoral. La Presidenta “no se bajará del carro”. Su derecho a ser candidata es legal y la dualidad que genera su cargo en funciones no le impedirá hacer campaña y con seguridad no llegará a lugares remotos ni en el avión presidencial tampoco en el helicóptero oficial. Será un reto para ella y de cumplir esa promesa ganará adeptos y será creíble. Jeanine Áñez puede ser revelación en el presente electoral y, en el futuro, formar parte del nuevo sistema de partidos políticos que necesita ser renovado. Bolivia requiere olvidar los tradicionales rostros de políticos que por más de 20 años intentaron alanzar la Presidencia sin lograr ese objetivo. Quizá algunos pueden hoy, pero como candidatos a la Vicepresidencia.

APLOMO Y DECISION PRESIDENCIAL
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El constitucionalista José Luis Santistevan, dijo que su decisión “desnaturaliza, burla y viola el contenido de la declaración constitucional 0001/2020 y se ampara en artículos de la CPE para no renunciar”. Para él, “esto constituye otra ruptura del orden constitucional”. (El Deber, 26-1-20)

Williams Bascopé, otro abogado constitucionalista, asegura que la CPE es clara en el artículo 238, acápite 3: No podrán acceder a la presidencia “quienes ocupen cargos electivos, de designación o de libre nombramiento, que no hayan renunciado a éste, al menos tres meses antes al día de la elección, excepto el presidente y el vicepresidente de la República”.

A su vez, el abogado Luis Vásquez Villamor advirtió: “La constitucionalidad de la ampliación del mandato que el Tribunal Constitucional le dio a la presidenta Áñez solo tiene un fin, que era llevar al país a nuevas elecciones. No para que se habilite como candidata sino para que organice un proceso electoral, constituyéndose en una especie de árbitro…”

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que los abogados se inventan todo. “Dicen también que debe renunciar y que (Eva) Copa asumiría, la CPE es muy clara en el artículo 238”, agregó. Murillo declaró que le parece una mezquindad, “viniendo de quienes no tuvieron el valor de defender el voto de los bolivianos. Cuando la presidenta Áñez pidió unidad, le respondieron que no se meta. Una mujer tuvo el valor de pacificar el país con miles de personas en las calles, y muchos políticos se metieron debajo de su cama a temblar”.

El abogado Marco Antonio Baldivieso, ex integrante del Tribunal Constitucional Plurinacional, dijo en una entrevista en el programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana que la Presidenta tiene derecho político para ser candidata y no tiene obligación de renunciar a su alto cargo y explicó el alcance del Art. 238 en su numeral 3 cuyas excepciones garantizan derechos políticos no sólo para Presidente, Vicepresidente , también para gobernadores, asambleístas, alcaldes, concejales, diputados y senadores electos que no tienen necesidad de renunciar.

Carlos Mesa insiste que la actual mandataria debería concluir su tarea entregando el mando a quien gane legítimamente los comicios. “Yo respeto profundamente a la presidenta Áñez, pero creo que comete una gran equivocación”, dijo en conferencia de prensa. Curiosamente, el ex presidente Evo Morales, admitió desde Argentina a una radio de El Alto que postularse “es su derecho”, refiriéndose a Jeanine Áñez. “Quiere ser candidata, está en todo su derecho, pero tantas veces dijo “no voy a ser candidata” y ahora lo es”, dijo.

El líder de Demócratas Rubén Costas, supo moverse en aguas profundas como tiburón depredador que se engulló a sus adversarios que intentaron anularlo después que sus candidatos Oscar Ortiz y Shirley Franco apenas superaron el 4% de la preferencia electoral y era sabido que no tenía candidato potencial, excepto Fernando Camacho, pero prefirió a Jeanine Añez. Camacho hoy es enemigo visceral de Costas al igual que sus aliados más cercanos como Branko Marinkovic, ex líder cívico cruceño y Guido Nayar, ex Ministro del Interior durante el gobierno del Gral. Hugo Banzer que plantearon su renuncia por causas del pasado que tienen que ver con la lucha autonómica.

La presidenta Jeanine Añez descartó al menos en tres oportunidades ser candidata a la presidencia en las elecciones generales, pero, ahora es una firme candidata dispuesta a conservar su espacio conquistado. “Uno de los más críticos fue el diputado y aliado del presidenciable Luis Fernando Camacho, Luis Felipe Dorado. Anunció la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que se dilucide si puede ser candidata y Presidenta a la vez, siendo que no fue electa presidenta y que solo está en ese cargo de forma transitoria. (La Razón, 26-1-20)

Su aliado, hasta hoy, Luis Revilla aclaró que se dará ejemplo sobre la manera de utilizar los bienes públicos “haciendo las cosas bien”, sin abusar de los recursos que pertenecen a los bolivianos, una clara alusión al anterior Presidente que según sus adversarios puso toda la maquinaria del Estado a su servicio en las elecciones de octubre de 2019 que luego fueron anuladas. Hecha la ley hecha la trampa, habrá que esperar para conocer la mágica fórmula para separar publicidad institucional de propaganda electoral.

Por circunstancias aún no verificadas, Revilla, desistió ser un posible acompañante de Jeanine Áñez, según él, prefiere completar su gestión edilicia porque hay monumentales obras que deben ser entregadas y al mismo tiempo cuidar el espacio ganado por su movimiento para las elecciones sub nacionales. Áñez defiende ahora a Doria Medina de quien, dice, es el indicado para orientar el correcto manejo de la economía nacional.

La ley casi nunca va de la mano con la justicia. Si bien lo legal no siempre es lo justo ni lo ético, está visto que en política nada es imposible a la hora de pactar por el poder. No tiene ningún peso el programa de gobierno ni importa la ideología que sustenta un determinado partido frente a su aliado, “sólo el fin justicia los medios”. La convocatoria cívica en Santa Cruz, para estructurar un solo frente de unidad, acaba de fracasar. Para las elecciones del 3 de mayo, sólo un poder está en construcción en medio de la orfandad política y la ausencia de un claro liderazgo que puede ser determinante a la hora de exigir unidad de los partidos bajo presión de la ciudadanía para evitar el retorno del MAS. Recordemos que fue el propio comandante General de las Fuerzas Armadas, Gral. Williams Kaliman quien le impuso la Banda Presidencial a la señora Áñez. Su investidura como Primera Mandataria surgió del brazo armado del Estado, del verdadero poder que siempre sostuvo a los políticos que siempre fue el poder detrás del trono.

CRÍTICAS AGUDAS Y RESPUESTAS
(Foto: El País)
APLOMO Y DECISION PRESIDENCIAL

Pidió la renuncia de su gabinete para crear círculos concéntricos en torno a ella y alejó a los ministros que no responden a su línea política, ahora claramente definida. Ya lo hizo a los pocos días de ser Presidente, destituyendo a su más cercano colaborador, clave para superar la crisis de octubre: Jerjes Justiniano, Ministro de la Presidencia abogado y amigo íntimo de Luis Fernando Camacho. No le importó ninguna repercusión. No colisionó con nadie, simplemente fue su decisión. La Presidenta, parece dirigir un mensaje explícito que se entiende bien. Aquí no hay retórica.

El 10 de noviembre de 2019, en un hemiciclo sin quórum primero juró como Presidenta del Senado y en esa condición juró luego como Presidenta del Estado Plurinacional con la promesa de pacificar el país, convocar y garantizar elecciones transparentes. Designó su Vocal para el Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, un profesional honesto y competente acudiendo a la meritocracia. Desplegó notable inteligencia a la hora de lidiar, negociar y finalmente pactar con su archienemigo, el MAS, en la Asamblea Legislativa Plurinacional para devolver la normalidad al país ganando simpatía de una mayoría nacional desencantada con el legado del MAS.

El martes 28 de enero de 2020, en ocasión de ministrar posesión a su mismo gabinete, con excepción de tres nuevas figuras, dos políticas y una profesional, nuevamente ratificó su pensamiento y sentimiento respecto al lugar que hoy ocupa. “Seré presidente y candidata sin cometer ningún acto inconstitucional”, afirmó en medio de nutrido aplauso de los presentes. Ella vio como necesario aclarar las críticas en su contra afirmando que hizo todos los esfuerzos por construir un solo frente, pero nadie mostró grandeza. “Juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos”, dijo y agregó: “Haré campaña fuera de horario de trabajo, sábados y domingos”.

Un mensaje sin ambages que debe preocupar a los candidatos emergentes y a los llamados líderes de la partidocracia que ya se encuentran en carrera electoral. La Presidenta “no se bajará del carro”. Su derecho a ser candidata es legal y la dualidad que genera su cargo en funciones no le impedirá hacer campaña y con seguridad no llegará a lugares remotos ni en el avión presidencial tampoco en el helicóptero oficial. Será un reto para ella y de cumplir esa promesa ganará adeptos y será creíble. Jeanine Áñez puede ser revelación en el presente electoral y, en el futuro, formar parte del nuevo sistema de partidos políticos que necesita ser renovado. Bolivia requiere olvidar los tradicionales rostros de políticos que por más de 20 años intentaron alanzar la Presidencia sin lograr ese objetivo. Quizá algunos pueden hoy, pero como candidatos a la Vicepresidencia.

CRÍTICAS AGUDAS Y RESPUESTAS

El constitucionalista José Luis Santistevan, dijo que su decisión “desnaturaliza, burla y viola el contenido de la declaración constitucional 0001/2020 y se ampara en artículos de la CPE para no renunciar”. Para él, “esto constituye otra ruptura del orden constitucional”. (El Deber, 26-1-20)

Williams Bascopé, otro abogado constitucionalista, asegura que la CPE es clara en el artículo 238, acápite 3: No podrán acceder a la presidencia “quienes ocupen cargos electivos, de designación o de libre nombramiento, que no hayan renunciado a éste, al menos tres meses antes al día de la elección, excepto el presidente y el vicepresidente de la República”.

A su vez, el abogado Luis Vásquez Villamor advirtió: “La constitucionalidad de la ampliación del mandato que el Tribunal Constitucional le dio a la presidenta Áñez solo tiene un fin, que era llevar al país a nuevas elecciones. No para que se habilite como candidata sino para que organice un proceso electoral, constituyéndose en una especie de árbitro…”

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que los abogados se inventan todo. “Dicen también que debe renunciar y que (Eva) Copa asumiría, la CPE es muy clara en el artículo 238”, agregó. Murillo declaró que le parece una mezquindad, “viniendo de quienes no tuvieron el valor de defender el voto de los bolivianos. Cuando la presidenta Áñez pidió unidad, le respondieron que no se meta. Una mujer tuvo el valor de pacificar el país con miles de personas en las calles, y muchos políticos se metieron debajo de su cama a temblar”.

El abogado Marco Antonio Baldivieso, ex integrante del Tribunal Constitucional Plurinacional, dijo en una entrevista en el programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana que la Presidenta tiene derecho político para ser candidata y no tiene obligación de renunciar a su alto cargo y explicó el alcance del Art. 238 en su numeral 3 cuyas excepciones garantizan derechos políticos no sólo para Presidente, Vicepresidente , también para gobernadores, asambleístas, alcaldes, concejales, diputados y senadores electos que no tienen necesidad de renunciar.

Carlos Mesa insiste que la actual mandataria debería concluir su tarea entregando el mando a quien gane legítimamente los comicios. “Yo respeto profundamente a la presidenta Áñez, pero creo que comete una gran equivocación”, dijo en conferencia de prensa. Curiosamente, el ex presidente Evo Morales, admitió desde Argentina a una radio de El Alto que postularse “es su derecho”, refiriéndose a Jeanine Áñez. “Quiere ser candidata, está en todo su derecho, pero tantas veces dijo “no voy a ser candidata” y ahora lo es”, dijo.

MOVERSE EN AGUAS PROFUNDAS

El líder de Demócratas Rubén Costas, supo moverse en aguas profundas como tiburón depredador que se engulló a sus adversarios que intentaron anularlo después que sus candidatos Oscar Ortiz y Shirley Franco apenas superaron el 4% de la preferencia electoral y era sabido que no tenía candidato potencial, excepto Fernando Camacho, pero prefirió a Jeanine Añez. Camacho hoy es enemigo visceral de Costas al igual que sus aliados más cercanos como Branko Marinkovic, ex líder cívico cruceño y Guido Nayar, ex Ministro del Interior durante el gobierno del Gral. Hugo Banzer que plantearon su renuncia por causas del pasado que tienen que ver con la lucha autonómica.

La presidenta Jeanine Añez descartó al menos en tres oportunidades ser candidata a la presidencia en las elecciones generales, pero, ahora es una firme candidata dispuesta a conservar su espacio conquistado. “Uno de los más críticos fue el diputado y aliado del presidenciable Luis Fernando Camacho, Luis Felipe Dorado. Anunció la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional para que se dilucide si puede ser candidata y Presidenta a la vez, siendo que no fue electa presidenta y que solo está en ese cargo de forma transitoria. (La Razón, 26-1-20)

Su aliado, hasta hoy, Luis Revilla aclaró que se dará ejemplo sobre la manera de utilizar los bienes públicos “haciendo las cosas bien”, sin abusar de los recursos que pertenecen a los bolivianos, una clara alusión al anterior Presidente que según sus adversarios puso toda la maquinaria del Estado a su servicio en las elecciones de octubre de 2019 que luego fueron anuladas. Hecha la ley hecha la trampa, habrá que esperar para conocer la mágica fórmula para separar publicidad institucional de propaganda electoral.

Por circunstancias aún no verificadas, Revilla, desistió ser un posible acompañante de Jeanine Áñez, según él, prefiere completar su gestión edilicia porque hay monumentales obras que deben ser entregadas y al mismo tiempo cuidar el espacio ganado por su movimiento para las elecciones sub nacionales. Áñez defiende ahora a Doria Medina de quien, dice, es el indicado para orientar el correcto manejo de la economía nacional.

La ley casi nunca va de la mano con la justicia. Si bien lo legal no siempre es lo justo ni lo ético, está visto que en política nada es imposible a la hora de pactar por el poder. No tiene ningún peso el programa de gobierno ni importa la ideología que sustenta un determinado partido frente a su aliado, “sólo el fin justicia los medios”. La convocatoria cívica en Santa Cruz, para estructurar un solo frente de unidad, acaba de fracasar. Para las elecciones del 3 de mayo, sólo un poder está en construcción en medio de la orfandad política y la ausencia de un claro liderazgo que puede ser determinante a la hora de exigir unidad de los partidos bajo presión de la ciudadanía para evitar el retorno del MAS. Recordemos que fue el propio comandante General de las Fuerzas Armadas, Gral. Williams Kaliman quien le impuso la Banda Presidencial a la señora Áñez. Su investidura como Primera Mandataria surgió del brazo armado del Estado, del verdadero poder que siempre sostuvo a los políticos que siempre fue el poder detrás del trono.

(Foto: El País)
APLOMO Y DECISION PRESIDENCIAL
(Foto: El País)

Pidió la renuncia de su gabinete para crear círculos concéntricos en torno a ella y alejó a los ministros que no responden a su línea política, ahora claramente definida. Ya lo hizo a los pocos días de ser Presidente, destituyendo a su más cercano colaborador, clave para superar la crisis de octubre: Jerjes Justiniano, Ministro de la Presidencia abogado y amigo íntimo de Luis Fernando Camacho. No le importó ninguna repercusión. No colisionó con nadie, simplemente fue su decisión. La Presidenta, parece dirigir un mensaje explícito que se entiende bien. Aquí no hay retórica.

El 10 de noviembre de 2019, en un hemiciclo sin quórum primero juró como Presidenta del Senado y en esa condición juró luego como Presidenta del Estado Plurinacional con la promesa de pacificar el país, convocar y garantizar elecciones transparentes. Designó su Vocal para el Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, un profesional honesto y competente acudiendo a la meritocracia. Desplegó notable inteligencia a la hora de lidiar, negociar y finalmente pactar con su archienemigo, el MAS, en la Asamblea Legislativa Plurinacional para devolver la normalidad al país ganando simpatía de una mayoría nacional desencantada con el legado del MAS.

El martes 28 de enero de 2020, en ocasión de ministrar posesión a su mismo gabinete, con excepción de tres nuevas figuras, dos políticas y una profesional, nuevamente ratificó su pensamiento y sentimiento respecto al lugar que hoy ocupa. “Seré presidente y candidata sin cometer ningún acto inconstitucional”, afirmó en medio de nutrido aplauso de los presentes. Ella vio como necesario aclarar las críticas en su contra afirmando que hizo todos los esfuerzos por construir un solo frente, pero nadie mostró grandeza. “Juego mi futuro por el futuro de todos los bolivianos”, dijo y agregó: “Haré campaña fuera de horario de trabajo, sábados y domingos”.

Un mensaje sin ambages que debe preocupar a los candidatos emergentes y a los llamados líderes de la partidocracia que ya se encuentran en carrera electoral. La Presidenta “no se bajará del carro”. Su derecho a ser candidata es legal y la dualidad que genera su cargo en funciones no le impedirá hacer campaña y con seguridad no llegará a lugares remotos ni en el avión presidencial tampoco en el helicóptero oficial. Será un reto para ella y de cumplir esa promesa ganará adeptos y será creíble. Jeanine Áñez puede ser revelación en el presente electoral y, en el futuro, formar parte del nuevo sistema de partidos políticos que necesita ser renovado. Bolivia requiere olvidar los tradicionales rostros de políticos que por más de 20 años intentaron alanzar la Presidencia sin lograr ese objetivo. Quizá algunos pueden hoy, pero como candidatos a la Vicepresidencia.

El constitucionalista José Luis Santistevan, dijo que su decisión “desnaturaliza, burla y viola el contenido de la declaración constitucional 0001/2020 y se ampara en artículos de la CPE para no renunciar”. Para él, “esto constituye otra ruptura del orden constitucional”. (El Deber, 26-1-20)

Williams Bascopé, otro abogado constitucionalista, asegura que la CPE es clara en el artículo 238, acápite 3: No podrán acceder a la presidencia “quienes ocupen cargos electivos, de designación o de libre nombramiento, que no hayan renunciado a éste, al menos tres meses antes al día de la elección, excepto el presidente y el vicepresidente de la República”.

A su vez, el abogado Luis Vásquez Villamor advirtió: “La constitucionalidad de la ampliación del mandato que el Tribunal Constitucional le dio a la presidenta Áñez solo tiene un fin, que era llevar al país a nuevas elecciones. No para que se habilite como candidata sino para que organice un proceso electoral, constituyéndose en una especie de árbitro…”

El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que los abogados se inventan todo. “Dicen también que debe renunciar y que (Eva) Copa asumiría, la CPE es muy clara en el artículo 238”, agregó. Murillo declaró que le parece una mezquindad, “viniendo de quienes no tuvieron el valor de defender el voto de los bolivianos. Cuando la presidenta Áñez pidió unidad, le respondieron que no se meta. Una mujer tuvo el valor de pacificar el país con miles de personas en las calles, y muchos políticos se metieron debajo de su cama a temblar”.

El abogado Marco Antonio Baldivieso, ex integrante del Tribunal Constitucional Plurinacional, dijo en una entrevista en el programa “Micrófono Abierto” de radio Panamericana que la Presidenta tiene derecho político para ser candidata y no tiene obligación de renunciar a su alto cargo y explicó el alcance del Art. 238 en su numeral 3 cuyas excepciones garantizan derechos políticos no sólo para Presidente, Vicepresidente , también para gobernadores, asambleístas, alcaldes, concejales, diputados y senadores electos que no tienen necesidad de renunciar.

Carlos Mesa insiste que la actual mandataria debería concluir su tarea entregando el mando a quien gane legítimamente los comicios. “Yo respeto profundamente a la presidenta Áñez, pero creo que comete una gran equivocación”, dijo en conferencia de prensa. Curiosamente, el ex presidente Evo Morales, admitió desde Argentina a una radio de El Alto que postularse “es su derecho”, refiriéndose a Jeanine Áñez. “Quiere ser candidata, está en todo su derecho, pero tantas veces dijo “no voy a ser candidata” y ahora lo es”, dijo.

. Redacción:
Simón Alberto Figueroa Reynaga

Periodista, Editor General Revista TEMAS cbba

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