RAFAEL PEREDO ANTEZANA, EXIMIO PERIODISTA Y ESCRITOR, FALLECIÓ A LOS 94 AÑOS.
RAFAEL PEREDO ANTEZANA, EXIMIO PERIODISTA Y ESCRITOR, FALLECIÓ A LOS 94 AÑOS.
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En Memorias que Perduran recuperamos un dialogo lleno de enseñanzas y valores con el periodista Rafael Peredo (+) cuyo aporte al periodismo cochabambino y boliviano es fundamental y materia que cimienta esta noble profesión. Quillacollo que fue su cuna, fue tambien su último refugio hasta su partida; fue ahi este dialogo que HOY recordamos.
Constantino Rojas Burgos
6 de agosto de 2024
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RAFAEL PEREDO: Periodista por Siempre

Don Rafael Peredo a sus 94 años recuerda que su generación en el Kindergarten en Quillacollo fue educada dentro de los cánones marciales, “nosotros teníamos uniformes de marino y toda la mística de los profesores ha sido impregnada en el espíritu de transmitir en los niños el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que se entonaban en las horas cívicas por los años 1929 y 1930” recuerda Peredo.

Emilio Rafael Peredo Antezana nació en Oruro el 24 de octubre de 1923, señala que su inclinación al periodismo surgió cuando tenía apenas 9 años. La guerra del Chaco despertó su interés por conocer los acontecimientos ocurridos en la contienda bélica que sus profesores en la escuela disponían de los periódicos “Imparcial” y el “El Republicano” y que leían y comentaban en las horas del recreo.

Peredo recuerda con cierto orgullo, pero también con añoranza que fue testigo de la primera edición del periódico Los Tiempos el 16 de septiembre de 1943, pero también fue testigo del asalto ocurrido el año 1953 en la calle Santiváñez donde funcionaba la “rotativa” para la impresión del periódico. El contacto permanente con don Demetrio Canelas le permitió practicar cada uno de los puestos del periódico: armador, linotipista, corrector, periodista siendo finalmente editorialista durante dos décadas hasta alcanzar la jubilación después de setenta años de actividad periodística.

En sus años mozos, Peredo recuerda sus primeros pasos en el periodismo impreso en el periódico La Patria de Oruro, el año 1944 y 1945 de propiedad de don Demetrio Canelas. A la edad de 21 años se puso a disposición de José Pepe Gordillo, su jefe de redacción recuerda así mismo a Luis Ramiro Beltrán, a Jesús Lara de quienes guarda gratos recuerdos de amistad y de aprendizaje en el oficio del periodismo impreso. El año 1954 empezó su trabajo en Los Tiempos siendo don Jesús Lara su jefe de redacción.

INVESTIGADOR PROLÍFICO

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

 Lo primero es que mi generación fue educado con cánones marciales desde kindergarten de Quillacollo, nosotros teníamos uniforme de marino y toda la mística de nuestros profesores impregnaban  el espíritu de los niños de esa época va inspirada en el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que nos hacían entonar en las horas cívicas, aún pequeños, digamos los años 29 y 30 la mayor parte de mis condiscípulos se educaron en el kindergarten con esa guía espiritual inclusiva, me acuerdo de las canciones patrióticas que nos hacían entonar.

Por ejemplo, esta que dice: “granaderos a formar que ha llegado la hora de luchar, correr, volar, volar a luchar, no hay ya descanso en la labor, allá en las costas de la mar, morir supieron con valor los colorados, cuyo amor a su estandarte fue ejemplar, sigamos pues sin vacilar tan nobles huellas de valor, mirando siempre hacia el mar”. Esa canción cívica ha debido ser eliminada de la enseñanza cívico musical, por no molestar a la influencia que ha tenido la oligarquía chilena en todos los regímenes. Esos son los recuerdos que tengo de mi niñez y que posteriormente me inclinaron a la comunicación.

LEGENDARIO PERIODISTA

¿En qué circunstancias se inicia en el periodismo?

¿De cómo me inicié en el periodismo? estalla la guerra del Chaco, yo estaba en el segundo curso de primaria en mi muy recordada escuela Sucre de Quillacollo y observaba que los profesores se reunían por el patio de la escuela, había una hoja, pero como ya sabía leer yo leía las letras grandes del Imparcial o del Republicano que eran por entonces los diarios que se editaban en Cochabamba.

Me acerqué como un audaz infantil, me acuerdo que el profesor Isidoro Galvarro, le pregunté señor para qué sirve esto, Peredito tan curioso dijo él, estos periódicos informan sobre la guerra del Chaco. ¿Qué es eso le pregunté? los paraguayos se quieren apoderar de nuestra Patria, ese día recibí una fuerte impresión, los otros días en vez de ir a jugar con bolitas de cristal yo me aproximaba al círculo de maestros para escuchar los comentarios que hacían sobre la guerra.

Seguí muy de cerca los acontecimientos de la guerra y le dije a mi pariente Mario Mercado Rivas que sacaremos una hoja informativa con letras grandes que sean con tinta roja y lo demás con tinta negra. Recuerdo que en el curso sacamos más o menos unos 5 ejemplares que fueron mi iniciación en mi edad infantil y que posteriormente me transformaría en periodista.

El inicio se da en la etapa infantil, ¿cómo se vincula el trabajo periodístico en Los Tiempos?

 Eso tiene ribetes interesantes, yo estudiaba en el politécnico de Oruro, pero para aprender artes gráficas, yo quería ser gráfico, pero después del politécnico de Oruro nos trasladaron a la escuela Industrial de la Nación Pedro Domingo Murillo en La Paz, del cual fui alumno fundador entre muchos otros, pero se mantenía mi inclinación al periodismo.

En la escuela industrial había un punto donde había la promesa de enseñanza de artes gráficas, pero tardaba en crearse esa sección, estando en la escuela industrial fui presidente de la Federación de Estudiantes de La Paz, dominada totalmente por la corriente estalinista de Bolivia. No pude estar mucho tiempo de dirigente estudiantil porque resulta que me perjudicaba en algunas materias que me gustaba en la escuela industrial, pero mantenía mi afición a las artes gráficas.

Estando en la escuela industrial mi padre me comunica que su amigo y correligionario, el Doctor Demetrio Canelas sacaría un periódico en Cochabamba, creo que era en julio del 43. Entonces se aviva la necesidad de aprender artes gráficas para saber cómo se imprime una revista, un periódico. Recuerdo que por entonces había revistas infantiles como Billiken en Argentina o El Peneca de Chile, dentro de mí decía voy a sacar una revista de niños en Bolivia.

Así que tomé la decisión de abandonar la escuela industrial sin que mi padre sepa, al regresar a Quillacollo recibí una reprimenda, pero mi padre se dio cuenta que yo quería ser gráfico y me llevó donde don Demetrio que era su amigo. Me acuerdo de que era en septiembre de 1943, yo no conocía el teletipo, pero el día que fuimos a visitar al Dr. Canelas, ahí estaba don Jesús Lara que era jefe de redacción.

Don Demetrio era un hombre muy práctico, antes de que salga la primera impresión de Los Tiempos, me acuerdo, yo estaba al lado del teletipo, inmediatamente me sometió a un examen, en ese tiempo, me daba cuenta de la guerrea mundial, sabía qué curso seguía la guerra, tenía estadísticas, sabía quién era Hitler, Mussolini, las hazañas de los alemanes, de modo que respondí a las inquietudes del director del periódico.

De pronto arrancó una página de cables para subrayar todas las letras que estaban en mayúsculas, reunir espacios en un cuadradito, sacar las letras en número ocho y desde ese día me incorporaron como ayudante de corrector. El corrector era argentino, un poeta que se admiró cuando dejé en su escritorio 6 hojas de cables ya corregidos.

Don Demetrio también me explicó sobre el uso de las columnas para armar las páginas de los periódicos, de ese modo ingresé a Los Tiempos, tenía que salir en homenaje a Cochabamba el 14 de septiembre de 1943.

¿Qué recuerdos tiene de las primeras ediciones del periódico?

La rotativa era gigante, sonaba como una locomotora cuando empezaba a mover la bovina, no se pudo imprimir el periódico el 15 de septiembre, pero al día siguiente los técnicos ajustaron el equipo. Todo eso vi porque estuve de curioso, los linotipistas estaban al frente con cara de preocupación, estaba el tracista de las páginas que se arman en columnas de plomo, el armador de páginas.

Don Demetrio a mi lado se sostuvo en mi hombro presa del nerviosismo y de la necesidad de que salga los Tiempos, empieza a moverse la rotativa y salen los primeros ejemplares de prueba. El Dr. Canelas y el prensista intercambiaban señas y en un momento de esos, creo que le indicaba la velocidad del ritmo de la impresión y empieza a salir el periódico con todos sus textos, eso fue el 16 de septiembre.

En 1960 Roberto Canelas publica un libro sobre los 10 años de periodismo donde incluye un artículo que titula 8 años de cultura donde yo rememoro las circunstancias de la aparición de Los Tiempos, como todo tiene que ser documentado. En el libro dice la fecha y la firma del Roberto Canelas y puedo considerarme como el único testigo de la aparición Los Tiempos. En esa época yo era jovenzuelo, una especie de ayudante, de hecho, actualmente soy el único sobreviviente de Los Tiempos.

TINO ROJAS Y RAFAEL PEREDO
DEMETRIO CANELAS Y JESUS LARA

¿Y cómo fue prosperando su trabajo en el periódico Los Tiempos?

En Los Tiempos desde su reaparición he empezado de corrector de pruebas, luego incluía noticias de Quillacollo y había necesidad de enriquecer datos sobre la historia del desarrollo socioeconómico de Quillacollo y del valle central. Posteriormente ya en la época de Don Carlos Canelas, hermano de don Demetrio, me encomendaron que me haga cargo de la edición de los lunes, había una edición de “Los Tiempos en Provincia” entonces me fui entrenando para otras responsabilidades futuras, porque en la medida que mejoran mis conocimientos culturales con la práctica mejora también mi capacidad periodística.

He trabajado muchos años en Los Tiempos más que por el deseo de encontrar ocupación, por seguir mi vocación, me convertí en documentalista, soy aficionado a la documentación, tengo reunida mucha documentación.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

 Lo primero es que mi generación fue educado con cánones marciales desde kindergarten de Quillacollo, nosotros teníamos uniforme de marino y toda la mística de nuestros profesores impregnaban  el espíritu de los niños de esa época va inspirada en el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que nos hacían entonar en las horas cívicas, aún pequeños, digamos los años 29 y 30 la mayor parte de mis condiscípulos se educaron en el kindergarten con esa guía espiritual inclusiva, me acuerdo de las canciones patrióticas que nos hacían entonar.

Por ejemplo, esta que dice: “granaderos a formar que ha llegado la hora de luchar, correr, volar, volar a luchar, no hay ya descanso en la labor, allá en las costas de la mar, morir supieron con valor los colorados, cuyo amor a su estandarte fue ejemplar, sigamos pues sin vacilar tan nobles huellas de valor, mirando siempre hacia el mar”. Esa canción cívica ha debido ser eliminada de la enseñanza cívico musical, por no molestar a la influencia que ha tenido la oligarquía chilena en todos los regímenes. Esos son los recuerdos que tengo de mi niñez y que posteriormente me inclinaron a la comunicación.

¿En qué circunstancias se inicia en el periodismo?

¿De cómo me inicié en el periodismo? estalla la guerra del Chaco, yo estaba en el segundo curso de primaria en mi muy recordada escuela Sucre de Quillacollo y observaba que los profesores se reunían por el patio de la escuela, había una hoja, pero como ya sabía leer yo leía las letras grandes del Imparcial o del Republicano que eran por entonces los diarios que se editaban en Cochabamba.

Me acerqué como un audaz infantil, me acuerdo que el profesor Isidoro Galvarro, le pregunté señor para qué sirve esto, Peredito tan curioso dijo él, estos periódicos informan sobre la guerra del Chaco. ¿Qué es eso le pregunté? los paraguayos se quieren apoderar de nuestra Patria, ese día recibí una fuerte impresión, los otros días en vez de ir a jugar con bolitas de cristal yo me aproximaba al círculo de maestros para escuchar los comentarios que hacían sobre la guerra.

Seguí muy de cerca los acontecimientos de la guerra y le dije a mi pariente Mario Mercado Rivas que sacaremos una hoja informativa con letras grandes que sean con tinta roja y lo demás con tinta negra. Recuerdo que en el curso sacamos más o menos unos 5 ejemplares que fueron mi iniciación en mi edad infantil y que posteriormente me transformaría en periodista.

El inicio se da en la etapa infantil, ¿cómo se vincula el trabajo periodístico en Los Tiempos?

 Eso tiene ribetes interesantes, yo estudiaba en el politécnico de Oruro, pero para aprender artes gráficas, yo quería ser gráfico, pero después del politécnico de Oruro nos trasladaron a la escuela Industrial de la Nación Pedro Domingo Murillo en La Paz, del cual fui alumno fundador entre muchos otros, pero se mantenía mi inclinación al periodismo.

En la escuela industrial había un punto donde había la promesa de enseñanza de artes gráficas, pero tardaba en crearse esa sección, estando en la escuela industrial fui presidente de la Federación de Estudiantes de La Paz, dominada totalmente por la corriente estalinista de Bolivia. No pude estar mucho tiempo de dirigente estudiantil porque resulta que me perjudicaba en algunas materias que me gustaba en la escuela industrial, pero mantenía mi afición a las artes gráficas.

Estando en la escuela industrial mi padre me comunica que su amigo y correligionario, el Doctor Demetrio Canelas sacaría un periódico en Cochabamba, creo que era en julio del 43. Entonces se aviva la necesidad de aprender artes gráficas para saber cómo se imprime una revista, un periódico. Recuerdo que por entonces había revistas infantiles como Billiken en Argentina o El Peneca de Chile, dentro de mí decía voy a sacar una revista de niños en Bolivia.

Así que tomé la decisión de abandonar la escuela industrial sin que mi padre sepa, al regresar a Quillacollo recibí una reprimenda, pero mi padre se dio cuenta que yo quería ser gráfico y me llevó donde don Demetrio que era su amigo. Me acuerdo de que era en septiembre de 1943, yo no conocía el teletipo, pero el día que fuimos a visitar al Dr. Canelas, ahí estaba don Jesús Lara que era jefe de redacción.

Don Demetrio era un hombre muy práctico, antes de que salga la primera impresión de Los Tiempos, me acuerdo, yo estaba al lado del teletipo, inmediatamente me sometió a un examen, en ese tiempo, me daba cuenta de la guerrea mundial, sabía qué curso seguía la guerra, tenía estadísticas, sabía quién era Hitler, Mussolini, las hazañas de los alemanes, de modo que respondí a las inquietudes del director del periódico.

De pronto arrancó una página de cables para subrayar todas las letras que estaban en mayúsculas, reunir espacios en un cuadradito, sacar las letras en número ocho y desde ese día me incorporaron como ayudante de corrector. El corrector era argentino, un poeta que se admiró cuando dejé en su escritorio 6 hojas de cables ya corregidos.

Don Demetrio también me explicó sobre el uso de las columnas para armar las páginas de los periódicos, de ese modo ingresé a Los Tiempos, tenía que salir en homenaje a Cochabamba el 14 de septiembre de 1943.

LEGENDARIO PERIODISTA

¿Qué recuerdos tiene de las primeras ediciones del periódico?

La rotativa era gigante, sonaba como una locomotora cuando empezaba a mover la bovina, no se pudo imprimir el periódico el 15 de septiembre, pero al día siguiente los técnicos ajustaron el equipo. Todo eso vi porque estuve de curioso, los linotipistas estaban al frente con cara de preocupación, estaba el tracista de las páginas que se arman en columnas de plomo, el armador de páginas.

Don Demetrio a mi lado se sostuvo en mi hombro presa del nerviosismo y de la necesidad de que salga los Tiempos, empieza a moverse la rotativa y salen los primeros ejemplares de prueba. El Dr. Canelas y el prensista intercambiaban señas y en un momento de esos, creo que le indicaba la velocidad del ritmo de la impresión y empieza a salir el periódico con todos sus textos, eso fue el 16 de septiembre.

En 1960 Roberto Canelas publica un libro sobre los 10 años de periodismo donde incluye un artículo que titula 8 años de cultura donde yo rememoro las circunstancias de la aparición de Los Tiempos, como todo tiene que ser documentado. En el libro dice la fecha y la firma del Roberto Canelas y puedo considerarme como el único testigo de la aparición Los Tiempos. En esa época yo era jovenzuelo, una especie de ayudante, de hecho, actualmente soy el único sobreviviente de Los Tiempos.

¿Y cómo fue prosperando su trabajo en el periódico Los Tiempos?

En Los Tiempos desde su reaparición he empezado de corrector de pruebas, luego incluía noticias de Quillacollo y había necesidad de enriquecer datos sobre la historia del desarrollo socioeconómico de Quillacollo y del valle central. Posteriormente ya en la época de Don Carlos Canelas, hermano de don Demetrio, me encomendaron que me haga cargo de la edición de los lunes, había una edición de “Los Tiempos en Provincia” entonces me fui entrenando para otras responsabilidades futuras, porque en la medida que mejoran mis conocimientos culturales con la práctica mejora también mi capacidad periodística.

He trabajado muchos años en Los Tiempos más que por el deseo de encontrar ocupación, por seguir mi vocación, me convertí en documentalista, soy aficionado a la documentación, tengo reunida mucha documentación.

¿En qué circunstancias conoce a don Luis Ramiro Beltrán? Premio McLuhan de la comunicación

 Luis Ramiro Beltrán fue mi compañero de trabajo en el periódico La Patria de Oruro, tenía 14 o 15 años y a esa edad Luis Ramiro dominaba ya el quehacer periodístico, yo le guardo mucha gratitud a Luis Ramiro por su don de gente y capacidad de emprender un trabajo periodístico siendo aún estudiante de secundaria.

La vez que visitó Cochabamba nos invitaron para asistir a la presentación de su libro junto a José Gordillo, era en Portales y tuvo la bondad de hacernos pasar a la testera, explicando a la muy culta concurrencia que nosotros habíamos sido sus primeros jefes de redacción e hizo constar en un libro que escribieron en Oruro.

Lo que también quiero revelar es que José Murillo Vacarezza, un gran escritor, una de las grandes figuras de la cultura boliviana, me aconsejó entrar de alumno a la Facultad de Derecho en Oruro, pero ya no disponía de tiempo para cumplir ese deseo.

Don Rafael usted también fue testigo del asalto a Los Tiempos

Sobre el asalto a Los Tiempos voy a entregar un libro completo con todos los detalles y la documentación de respaldo. Ya logré acumular el 95% de documentos y de recortes que se han ocultado del asalto de Los Tiempos.

Don Demetrio Canelas escribió la Historia diplomática de Bolivia, pero como una especie de historia secreta. Las circunstancias en esa época fueron diferentes tuvieron un carácter político, también y es una gran mentira de que los Tiempos haya servido como trinchera para los subversores de esos acontecimientos.

INVESTIGADOR PROLÍFICO
DEMETRIO CANELAS Y JESUS LARA

¿Y cómo fue su relación con don Demetrio Canelas?

 Mi relación con Demetrio era de mucha cercanía y confianza. Él era diputado en esa época por Oruro, el director en ese tiempo era su hermano Julio César Canelas, el jefe de redacción don Jesús Lara y después se incorporó don Eduardo Ocampo Moscoso.

Don Demetrio Canelas posteriormente fue diputado por la provincia Bustillos: Catavi y Siglo XX del Departamento de Potosí y quienes le eligieron fueron los trabajadores mineros enfrentándose a las candidaturas que sostenían desde la casa Patiño.

¿Qué recuerda de Jesús Lara, su jefe de redacción?

 

Jesús Lara durante mucho tiempo fue jefe de redacción de Los Tiempos, incluso antes trabajó en La Patria de Oruro cuando se estaba fundando en 1919. Don Jesús se fue a trabajar con Demetrio Canelas a Oruro, don Jesús inicialmente en su juventud fue militante del partido Republicano hasta su posterior cambio al Partido Comunista de Bolivia. Para mí don Jesús Lara fue un gran hombre, claro dejando de lado las cuestiones ideológicas.

TINO ROJAS Y RAFAEL PEREDO
PERIODISMO Y DEMOCRACIA

Usted ha sido testigo de la dictadura militar ¿sufrió persecución y privación de libertad?

 No quiero referirme a esos temas porque la militancia política o partidaria, por inexperiencia para nosotros ha significado un atraso político, pero esa época está pasando, eso ya no regresará.

Creo que se está construyendo una nueva democracia, un nuevo estilo de política, en un país que es amante de la libertad con sus propias limitaciones. Nuestro país debe seguir adelante con nuevas concepciones de unidad continental, los pueblos americanos debemos formar una sola unidad política. Veo con optimismo el futuro de nuestra nación y el de Latinoamérica.

¿Qué recomendaciones deberían tomar en cuenta los estudiantes de las carreras de comunicación?

 Tienen que vivir la época gozando de la libertad de la expresión, pero en su verdadero sentido, la libertad de prensa por ejemplo al estilo neoliberal lo único que ha hecho es hundir a nuestro país en todos los niveles sociales.

La recomendación es que construyamos una nueva democracia, respetando las normas y la Constitución Política del Estado que garantiza el estado de derecho y la soberanía de los pueblos.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

 Lo primero es que mi generación fue educado con cánones marciales desde kindergarten de Quillacollo, nosotros teníamos uniforme de marino y toda la mística de nuestros profesores impregnaban  el espíritu de los niños de esa época va inspirada en el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que nos hacían entonar en las horas cívicas, aún pequeños, digamos los años 29 y 30 la mayor parte de mis condiscípulos se educaron en el kindergarten con esa guía espiritual inclusiva, me acuerdo de las canciones patrióticas que nos hacían entonar.

Por ejemplo, esta que dice: “granaderos a formar que ha llegado la hora de luchar, correr, volar, volar a luchar, no hay ya descanso en la labor, allá en las costas de la mar, morir supieron con valor los colorados, cuyo amor a su estandarte fue ejemplar, sigamos pues sin vacilar tan nobles huellas de valor, mirando siempre hacia el mar”. Esa canción cívica ha debido ser eliminada de la enseñanza cívico musical, por no molestar a la influencia que ha tenido la oligarquía chilena en todos los regímenes. Esos son los recuerdos que tengo de mi niñez y que posteriormente me inclinaron a la comunicación.

LEGENDARIO PERIODISTA
INVESTIGADOR PROLÍFICO

¿En qué circunstancias se inicia en el periodismo?

¿De cómo me inicié en el periodismo? estalla la guerra del Chaco, yo estaba en el segundo curso de primaria en mi muy recordada escuela Sucre de Quillacollo y observaba que los profesores se reunían por el patio de la escuela, había una hoja, pero como ya sabía leer yo leía las letras grandes del Imparcial o del Republicano que eran por entonces los diarios que se editaban en Cochabamba.

Me acerqué como un audaz infantil, me acuerdo que el profesor Isidoro Galvarro, le pregunté señor para qué sirve esto, Peredito tan curioso dijo él, estos periódicos informan sobre la guerra del Chaco. ¿Qué es eso le pregunté? los paraguayos se quieren apoderar de nuestra Patria, ese día recibí una fuerte impresión, los otros días en vez de ir a jugar con bolitas de cristal yo me aproximaba al círculo de maestros para escuchar los comentarios que hacían sobre la guerra.

Seguí muy de cerca los acontecimientos de la guerra y le dije a mi pariente Mario Mercado Rivas que sacaremos una hoja informativa con letras grandes que sean con tinta roja y lo demás con tinta negra. Recuerdo que en el curso sacamos más o menos unos 5 ejemplares que fueron mi iniciación en mi edad infantil y que posteriormente me transformaría en periodista.

El inicio se da en la etapa infantil, ¿cómo se vincula el trabajo periodístico en Los Tiempos?

 Eso tiene ribetes interesantes, yo estudiaba en el politécnico de Oruro, pero para aprender artes gráficas, yo quería ser gráfico, pero después del politécnico de Oruro nos trasladaron a la escuela Industrial de la Nación Pedro Domingo Murillo en La Paz, del cual fui alumno fundador entre muchos otros, pero se mantenía mi inclinación al periodismo.

En la escuela industrial había un punto donde había la promesa de enseñanza de artes gráficas, pero tardaba en crearse esa sección, estando en la escuela industrial fui presidente de la Federación de Estudiantes de La Paz, dominada totalmente por la corriente estalinista de Bolivia. No pude estar mucho tiempo de dirigente estudiantil porque resulta que me perjudicaba en algunas materias que me gustaba en la escuela industrial, pero mantenía mi afición a las artes gráficas.

Estando en la escuela industrial mi padre me comunica que su amigo y correligionario, el Doctor Demetrio Canelas sacaría un periódico en Cochabamba, creo que era en julio del 43. Entonces se aviva la necesidad de aprender artes gráficas para saber cómo se imprime una revista, un periódico. Recuerdo que por entonces había revistas infantiles como Billiken en Argentina o El Peneca de Chile, dentro de mí decía voy a sacar una revista de niños en Bolivia.

Así que tomé la decisión de abandonar la escuela industrial sin que mi padre sepa, al regresar a Quillacollo recibí una reprimenda, pero mi padre se dio cuenta que yo quería ser gráfico y me llevó donde don Demetrio que era su amigo. Me acuerdo de que era en septiembre de 1943, yo no conocía el teletipo, pero el día que fuimos a visitar al Dr. Canelas, ahí estaba don Jesús Lara que era jefe de redacción.

Don Demetrio era un hombre muy práctico, antes de que salga la primera impresión de Los Tiempos, me acuerdo, yo estaba al lado del teletipo, inmediatamente me sometió a un examen, en ese tiempo, me daba cuenta de la guerrea mundial, sabía qué curso seguía la guerra, tenía estadísticas, sabía quién era Hitler, Mussolini, las hazañas de los alemanes, de modo que respondí a las inquietudes del director del periódico.

De pronto arrancó una página de cables para subrayar todas las letras que estaban en mayúsculas, reunir espacios en un cuadradito, sacar las letras en número ocho y desde ese día me incorporaron como ayudante de corrector. El corrector era argentino, un poeta que se admiró cuando dejé en su escritorio 6 hojas de cables ya corregidos.

Don Demetrio también me explicó sobre el uso de las columnas para armar las páginas de los periódicos, de ese modo ingresé a Los Tiempos, tenía que salir en homenaje a Cochabamba el 14 de septiembre de 1943.

¿Qué recuerdos tiene de las primeras ediciones del periódico?

La rotativa era gigante, sonaba como una locomotora cuando empezaba a mover la bovina, no se pudo imprimir el periódico el 15 de septiembre, pero al día siguiente los técnicos ajustaron el equipo. Todo eso vi porque estuve de curioso, los linotipistas estaban al frente con cara de preocupación, estaba el tracista de las páginas que se arman en columnas de plomo, el armador de páginas.

Don Demetrio a mi lado se sostuvo en mi hombro presa del nerviosismo y de la necesidad de que salga los Tiempos, empieza a moverse la rotativa y salen los primeros ejemplares de prueba. El Dr. Canelas y el prensista intercambiaban señas y en un momento de esos, creo que le indicaba la velocidad del ritmo de la impresión y empieza a salir el periódico con todos sus textos, eso fue el 16 de septiembre.

En 1960 Roberto Canelas publica un libro sobre los 10 años de periodismo donde incluye un artículo que titula 8 años de cultura donde yo rememoro las circunstancias de la aparición de Los Tiempos, como todo tiene que ser documentado. En el libro dice la fecha y la firma del Roberto Canelas y puedo considerarme como el único testigo de la aparición Los Tiempos. En esa época yo era jovenzuelo, una especie de ayudante, de hecho, actualmente soy el único sobreviviente de Los Tiempos.

¿Y cómo fue prosperando su trabajo en el periódico Los Tiempos?

En Los Tiempos desde su reaparición he empezado de corrector de pruebas, luego incluía noticias de Quillacollo y había necesidad de enriquecer datos sobre la historia del desarrollo socioeconómico de Quillacollo y del valle central. Posteriormente ya en la época de Don Carlos Canelas, hermano de don Demetrio, me encomendaron que me haga cargo de la edición de los lunes, había una edición de “Los Tiempos en Provincia” entonces me fui entrenando para otras responsabilidades futuras, porque en la medida que mejoran mis conocimientos culturales con la práctica mejora también mi capacidad periodística.

He trabajado muchos años en Los Tiempos más que por el deseo de encontrar ocupación, por seguir mi vocación, me convertí en documentalista, soy aficionado a la documentación, tengo reunida mucha documentación.

DEMETRIO CANELAS Y JESUS LARA
TINO ROJAS Y RAFAEL PEREDO

¿En qué circunstancias conoce a don Luis Ramiro Beltrán? Premio McLuhan de la comunicación

 Luis Ramiro Beltrán fue mi compañero de trabajo en el periódico La Patria de Oruro, tenía 14 o 15 años y a esa edad Luis Ramiro dominaba ya el quehacer periodístico, yo le guardo mucha gratitud a Luis Ramiro por su don de gente y capacidad de emprender un trabajo periodístico siendo aún estudiante de secundaria.

La vez que visitó Cochabamba nos invitaron para asistir a la presentación de su libro junto a José Gordillo, era en Portales y tuvo la bondad de hacernos pasar a la testera, explicando a la muy culta concurrencia que nosotros habíamos sido sus primeros jefes de redacción e hizo constar en un libro que escribieron en Oruro.

Lo que también quiero revelar es que José Murillo Vacarezza, un gran escritor, una de las grandes figuras de la cultura boliviana, me aconsejó entrar de alumno a la Facultad de Derecho en Oruro, pero ya no disponía de tiempo para cumplir ese deseo.

Don Rafael usted también fue testigo del asalto a Los Tiempos

Sobre el asalto a Los Tiempos voy a entregar un libro completo con todos los detalles y la documentación de respaldo. Ya logré acumular el 95% de documentos y de recortes que se han ocultado del asalto de Los Tiempos.

Don Demetrio Canelas escribió la Historia diplomática de Bolivia, pero como una especie de historia secreta. Las circunstancias en esa época fueron diferentes tuvieron un carácter político, también y es una gran mentira de que los Tiempos haya servido como trinchera para los subversores de esos acontecimientos.

INVESTIGADOR PROLÍFICO
LEGENDARIO PERIODISTA

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

 Lo primero es que mi generación fue educado con cánones marciales desde kindergarten de Quillacollo, nosotros teníamos uniforme de marino y toda la mística de nuestros profesores impregnaban  el espíritu de los niños de esa época va inspirada en el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que nos hacían entonar en las horas cívicas, aún pequeños, digamos los años 29 y 30 la mayor parte de mis condiscípulos se educaron en el kindergarten con esa guía espiritual inclusiva, me acuerdo de las canciones patrióticas que nos hacían entonar.

Por ejemplo, esta que dice: “granaderos a formar que ha llegado la hora de luchar, correr, volar, volar a luchar, no hay ya descanso en la labor, allá en las costas de la mar, morir supieron con valor los colorados, cuyo amor a su estandarte fue ejemplar, sigamos pues sin vacilar tan nobles huellas de valor, mirando siempre hacia el mar”. Esa canción cívica ha debido ser eliminada de la enseñanza cívico musical, por no molestar a la influencia que ha tenido la oligarquía chilena en todos los regímenes. Esos son los recuerdos que tengo de mi niñez y que posteriormente me inclinaron a la comunicación.

DEMETRIO CANELAS Y JESUS LARA
TINO ROJAS Y RAFAEL PEREDO

¿En qué circunstancias se inicia en el periodismo?

¿De cómo me inicié en el periodismo? estalla la guerra del Chaco, yo estaba en el segundo curso de primaria en mi muy recordada escuela Sucre de Quillacollo y observaba que los profesores se reunían por el patio de la escuela, había una hoja, pero como ya sabía leer yo leía las letras grandes del Imparcial o del Republicano que eran por entonces los diarios que se editaban en Cochabamba.

Me acerqué como un audaz infantil, me acuerdo que el profesor Isidoro Galvarro, le pregunté señor para qué sirve esto, Peredito tan curioso dijo él, estos periódicos informan sobre la guerra del Chaco. ¿Qué es eso le pregunté? los paraguayos se quieren apoderar de nuestra Patria, ese día recibí una fuerte impresión, los otros días en vez de ir a jugar con bolitas de cristal yo me aproximaba al círculo de maestros para escuchar los comentarios que hacían sobre la guerra.

Seguí muy de cerca los acontecimientos de la guerra y le dije a mi pariente Mario Mercado Rivas que sacaremos una hoja informativa con letras grandes que sean con tinta roja y lo demás con tinta negra. Recuerdo que en el curso sacamos más o menos unos 5 ejemplares que fueron mi iniciación en mi edad infantil y que posteriormente me transformaría en periodista.

PERIODISMO Y DEMOCRACIA

El inicio se da en la etapa infantil, ¿cómo se vincula el trabajo periodístico en Los Tiempos?

 Eso tiene ribetes interesantes, yo estudiaba en el politécnico de Oruro, pero para aprender artes gráficas, yo quería ser gráfico, pero después del politécnico de Oruro nos trasladaron a la escuela Industrial de la Nación Pedro Domingo Murillo en La Paz, del cual fui alumno fundador entre muchos otros, pero se mantenía mi inclinación al periodismo.

En la escuela industrial había un punto donde había la promesa de enseñanza de artes gráficas, pero tardaba en crearse esa sección, estando en la escuela industrial fui presidente de la Federación de Estudiantes de La Paz, dominada totalmente por la corriente estalinista de Bolivia. No pude estar mucho tiempo de dirigente estudiantil porque resulta que me perjudicaba en algunas materias que me gustaba en la escuela industrial, pero mantenía mi afición a las artes gráficas.

Estando en la escuela industrial mi padre me comunica que su amigo y correligionario, el Doctor Demetrio Canelas sacaría un periódico en Cochabamba, creo que era en julio del 43. Entonces se aviva la necesidad de aprender artes gráficas para saber cómo se imprime una revista, un periódico. Recuerdo que por entonces había revistas infantiles como Billiken en Argentina o El Peneca de Chile, dentro de mí decía voy a sacar una revista de niños en Bolivia.

Así que tomé la decisión de abandonar la escuela industrial sin que mi padre sepa, al regresar a Quillacollo recibí una reprimenda, pero mi padre se dio cuenta que yo quería ser gráfico y me llevó donde don Demetrio que era su amigo. Me acuerdo de que era en septiembre de 1943, yo no conocía el teletipo, pero el día que fuimos a visitar al Dr. Canelas, ahí estaba don Jesús Lara que era jefe de redacción.

Don Demetrio era un hombre muy práctico, antes de que salga la primera impresión de Los Tiempos, me acuerdo, yo estaba al lado del teletipo, inmediatamente me sometió a un examen, en ese tiempo, me daba cuenta de la guerrea mundial, sabía qué curso seguía la guerra, tenía estadísticas, sabía quién era Hitler, Mussolini, las hazañas de los alemanes, de modo que respondí a las inquietudes del director del periódico.

De pronto arrancó una página de cables para subrayar todas las letras que estaban en mayúsculas, reunir espacios en un cuadradito, sacar las letras en número ocho y desde ese día me incorporaron como ayudante de corrector. El corrector era argentino, un poeta que se admiró cuando dejé en su escritorio 6 hojas de cables ya corregidos.

Don Demetrio también me explicó sobre el uso de las columnas para armar las páginas de los periódicos, de ese modo ingresé a Los Tiempos, tenía que salir en homenaje a Cochabamba el 14 de septiembre de 1943.

INVESTIGADOR PROLÍFICO
TINO ROJAS Y RAFAEL PEREDO
LEGENDARIO PERIODISTA
INVESTIGADOR PROLÍFICO

¿Qué recuerdos tiene de su infancia?

 Lo primero es que mi generación fue educado con cánones marciales desde kindergarten de Quillacollo, nosotros teníamos uniforme de marino y toda la mística de nuestros profesores impregnaban  el espíritu de los niños de esa época va inspirada en el recuerdo del mar, a tal punto que no se ha borrado de mi memoria las canciones que nos hacían entonar en las horas cívicas, aún pequeños, digamos los años 29 y 30 la mayor parte de mis condiscípulos se educaron en el kindergarten con esa guía espiritual inclusiva, me acuerdo de las canciones patrióticas que nos hacían entonar.

Por ejemplo, esta que dice: “granaderos a formar que ha llegado la hora de luchar, correr, volar, volar a luchar, no hay ya descanso en la labor, allá en las costas de la mar, morir supieron con valor los colorados, cuyo amor a su estandarte fue ejemplar, sigamos pues sin vacilar tan nobles huellas de valor, mirando siempre hacia el mar”. Esa canción cívica ha debido ser eliminada de la enseñanza cívico musical, por no molestar a la influencia que ha tenido la oligarquía chilena en todos los regímenes. Esos son los recuerdos que tengo de mi niñez y que posteriormente me inclinaron a la comunicación.

¿En qué circunstancias se inicia en el periodismo?

¿De cómo me inicié en el periodismo? estalla la guerra del Chaco, yo estaba en el segundo curso de primaria en mi muy recordada escuela Sucre de Quillacollo y observaba que los profesores se reunían por el patio de la escuela, había una hoja, pero como ya sabía leer yo leía las letras grandes del Imparcial o del Republicano que eran por entonces los diarios que se editaban en Cochabamba.

Me acerqué como un audaz infantil, me acuerdo que el profesor Isidoro Galvarro, le pregunté señor para qué sirve esto, Peredito tan curioso dijo él, estos periódicos informan sobre la guerra del Chaco. ¿Qué es eso le pregunté? los paraguayos se quieren apoderar de nuestra Patria, ese día recibí una fuerte impresión, los otros días en vez de ir a jugar con bolitas de cristal yo me aproximaba al círculo de maestros para escuchar los comentarios que hacían sobre la guerra.

Seguí muy de cerca los acontecimientos de la guerra y le dije a mi pariente Mario Mercado Rivas que sacaremos una hoja informativa con letras grandes que sean con tinta roja y lo demás con tinta negra. Recuerdo que en el curso sacamos más o menos unos 5 ejemplares que fueron mi iniciación en mi edad infantil y que posteriormente me transformaría en periodista.

. Redacción:
Constantino Rojas Burgos

Periodista, Investigador y Docente Universitario, miembro de la Sociedad de Editores y Redactores l SER Cochabamba

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