“Hoy tenemos la responsabilidad de unir a las fuerzas políticas de oposición al MAS y fortificar la democracia”, dijo el diputado de Comunidad Ciudadana, Gonzalo Rodríguez Amurrio, en diálogo con la revista TEMAScbba, exponiendo criterios, igualmente, sobre el sistema de partidos políticos, proceso electoral hacia el 2025 y vigencia de la democracia, cuando este 31 de diciembre vence el plazo legal para adecuar los estatuto orgánicos de los partidos políticos a la Ley 1096 del Órgano Electoral Plurinacional a través de la supervisión del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (SIFDE).
Rodríguez Amurrio, fue exitoso secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba en la década de los 90, paralelamente estudió y coronó su aspiración de convertirse en abogado, después asesor legal de su organización sindical, luego, de la Confederación General de Fabriles de Bolivia, de la COD y hasta hace un mes del Sindicato Manaco. Hoy es diputado nacional suplente siendo militante orgánico del Frente Revolucionario de Izquierda, FRI, en la alianza política Comunidad Ciudadana liderizado por el ex presidente Carlos Mesa.
“El hegemonismo político es la antípoda de la democracia plural. Una democracia es fuerte cuando hay más opciones políticas”, opinó Rodríguez, consultado sobre los desafíos del MAS y agregó luego, “el MAS alardea respecto a su presencia territorial, sin embargo, las nuevas corrientes políticas de oposición como Comunidad Ciudadana y otras agrupaciones sociales regionales afianzan su ascendencia nacional”. En las elecciones del 2020, CREEMOS de Luis Fernando Camacho, demostró su carácter nacional al llegar con sus propios candidatos a la Asamblea Legislativa, apuntó.
Según Rodríguez, la formación de nuevos partidos políticos es un proceso complejo hasta su consolidación. En esa perspectiva trabaja el líder de Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, quien tramita ante el Tribunal Supremo Electoral la personería jurídica para su partido que se denominaría sólo Comunidad.
Para las elecciones de 2019 miles de ciudadanos sin partido político optaron por la corriente “mesista”, entonces, impulsaron la conformación de la Alianza Comunidad Ciudadana con presencia del FRI y las agrupaciones regionales “Primero la Gente” de Rodrigo Paz Pereira, en Tarija, además, “Todos por Chuquisaca”, sumando una importante brigada parlamentaria de oposición y bloqueando el control de los dos tercios por el MAS en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Mesa tiene todo el derecho para estructurar su partido político dentro la misma alianza, cuya vigencia alcanza hasta el 2025, expresó Rodríguez, destacando el “mesismo” como una realidad presente y una opción más dentro los esfuerzos de gestión unitaria e idónea para fortalecer la actual oposición política hacia el futuro.
Los partidos políticos, agrupaciones ciudadanas y organizaciones indígenas que actualmente tienen representación electoral, necesariamente deberán demostrar hasta el 7 de marzo del 2022, el número de militancia registrada en sus libros de inscripción sin observaciones. El requisito para ser aprobado es contar con el 1.5% del padrón electoral.
Otra obligación legal contemplada por la Ley 1096 es el régimen de la despatriarcalización, referida a la paridad y alternancia en las listas de candidatos para los cargos electivos con sanciones al acoso y violencia política. El cumplimiento de ese acápite estará a cargo de la unidad de género del TSE, igualmente, prevé regulaciones y mandatos sobre infracciones y sanciones, deberes y derechos de los partidos y sus militantes, entre otras disposiciones.
En Comunidad Ciudadana, dice Rodríguez, el tema de la despatriarcalización referida a los derechos políticos de las mujeres en cargos electivos importantes y su gestión pública siempre se respetó, aunque hizo notar la errónea explicación del oficialismo sobre el machismo cuando el problema es de índole cultural
Calificó como imperiosa necesidad el fortalecimiento democrático de la oposición política para construir un frente común con miras a las elecciones 2025 y enfrentar con mejores posibilidades de éxito al Movimiento al Socialismo.
Mantener la plena vigencia de la democracia aparenta ser un deber primordial del oficialismo y de la oposición todavía fragmentada. El propio presidente Luis Arce al comenzar la “Marcha por la Patria”, en Caracollo, dijo que la mayoría del pueblo boliviano había votado el 2020 para vivir en democracia, aunque, según otros analistas, la democracia está amenazada por corrientes políticas radicales anti masistas que desahucian los principios y valores democráticos e intentan desestabilizarla con llamados a la resistencia civil y militar abiertamente sugestivos mediante RRSS para evitar, según ellas, la implantación del comunismo en Bolivia como en Cuba y Venezuela.
Rodríguez Amurrio es un luchador social, a quien conocí desde joven, cuando el diario Opinión me asignó la cobertura de noticias sindicales. Rodríguez hoy es un político con suficiente madurez para comprender y reflexionar sobre el momento y el porvenir político en el país como su firme convicción por la democracia. En su formación político-sindical tomó en cuenta ejemplos de lucha y resistencia contra las dictaduras militares del destacado dirigente campesino de Arbieto, Casiano Amurrio, su tío materno, quien fue fundador del FRI y el primer candidato de la izquierda boliviana después del largo ciclo militar en el poder. Casiano, encabezó el Frente Revolucionario Antiimperialista, FRA, en las elecciones libres de 1978 junto a la valerosa representante de las mujeres mineras de Siglo XX, Domitila Chungara.
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